El clero católico ha sido el peor enemigo de México a lo largo de su historia y el actual cardenal Norberto Rivera es un digno heredero de los adversarios de la evolución social, política y cultural de la República, una réplica acabada de quienes lo precedieron en la interminable congregación de perversos ensotanados que hundieron a México en el atraso. Rivera propuso reformar el artículo 3 de la Constitución para que la educación que impartiera el Estado fuera, al menos, religiosa y ahora arma la campaña en contra de los matrimonios igualitarios, cuando Jesús advirtió: “Amaos los unos a los otros...” ¿Por qué no organizó una marcha en contra de los sacerdotes pederastas?

El clero que ahora encabeza Rivera dijo ¡No! a la Constitución de 1824, a la de 1857 y a la de 1917. ¡No! a la educación de las masas indígenas, por ello Iturbide se encontró con 98% de analfabetos. ¡No! a la educación laica ni a la libertad de conciencia; no a la libertad de prensa ni a la separación de Iglesia-Estado; no a la venta de inmenso patrimonio clerical, en particular los “bienes de manos muertas”. ¡No! a la cancelación de fueros, no al pago de impuestos, sí al fuero tributario y sí al diezmo. ¡No! a la República Federal, sí al centralismo. ¡No! a las ideas de la Revolución Francesa. ¡Sí!, al monopolio espiritual, sí a Maximiliano, sí a las dictaduras de Iturbide, Santa Anna, Díaz y Huerta…

¿Más “cavernales”? Ahí está Matías Monteagudo, gestor oculto del golpe de Estado de 1808 y organizador de la Conjura de la Profesa de 1821 que derivó en la consumación de la independencia. Francisco Pablo Vázquez Vizcaíno, enemigo de la independencia, célebre quemador de libros, traidor a la patria que entregó Puebla a los invasores norteamericanos en 1847. Pelagio Antonio Labastida y Dávalos, enemigo de la Constitución de 1857, integrante del triunvirato instaurado a la espera de Maximiliano y aliado clave de la dictadura porfirista. Clemente de Jesús Munguía, obispo de Michoacán, conspiró para imponer a Maximiliano. Francisco Javier Miranda, presidió el Directorio, organización secreta fundada para financiar la guerra de Reforma. Bernardo Bergoënd, jesuita francés, creó la ACJM durante la dictadura de Huerta y dirigió a los grupos más violentos contra el Estado de 1926-1929.

¿Más? Francisco Orozco y Jiménez, llamó a las armas para enfrentar al gobierno mexicano al grito de “¡Viva Cristo Rey!”. José Aurelio Jiménez Palacios, el padre Jiménez, estimuló, confesó y bendijo la pistola con la que León Toral asesinó a Obregón. José Garibi Rivera, conocido como Pepe Dinamita en la Rebelión Cristera, fue el primer mexicano en alcanzar el capelo cardenalicio. Los padres José Reyes Vega, Miguel Gómez Loza, hoy beato, el padre Angulo y el padre Pedroza, fueron responsables de la matanza en el tren de La Barca, que cobró 162 víctimas. Leopoldo Ruiz y Flores arzobispo de Michoacán, involucrado en el asesinato de Obregón, expulsado del país. Miguel de la Mora y Mora obispo de San Luis y Jefe Supremo de la LNDRL presionó al abogado de la madre Conchita para que “no se conocieran más detalles” del asesinato de Obregón. Pascual Díaz obispo de Tabasco, expulsado por Tomás Garrido Canabal y por Calles, negoció una paz engañosa con el gobierno como Arzobispo Primado de México.

¿Son o no enemigos de México y leales al Vaticano, otro Estado…?

fmartinmoreno@yahoo.com

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