“La vida consiste en una serie de casualidades completamente improbables,” asegura Jo Nesbo en su alucinante novela El Murciélago, publicada por Penguin Random House, en su colección Roja Y Negra, en abril de 2015, en la Ciudad de México y en marzo en España. Esta novela es la primera de la saga del detective Harry Hole y vio la luz por primera vez en 1997 en Oslo, Noruega. La traducción es de Bente Teigen Gundersen y Mariano González Campo, y es tan buena que consiguen mantenernos en vilo a lo largo de más de 300 páginas de bajos fondos.

Debo a F.G. Haghenbeck y a Claudio López la orientación precisa para entrar en este universo tan variado en tiempo y espacio del autor de Cucarachas, El Leopardo, Fantasma y Petirrojo , que es mi favorita. La calidad de los novelistas del frío, como les llama Paco Ignacio Taibo II, es innegable, y creo que este autor es uno de los más representativos. Jo Nesbo, que nació en Oslo en 1959 y estudió Economía, ha creado un detective que siempre está al borde del colapso; es uno de esos hombres cuya inteligencia no le sirve cuando se trata de sí mismo, pero que tiene un instinto deductivo arrobador. Harry Hole, es enviado de Oslo a Sidney para investigar el asesinato de la joven noruega Inger Holter, que además es rubia. En cuanto llega le cambian el apellido a Holy y le ponen como acompañante a Andrew Kensington, un policía aborigen que lo introduce en todos los mundos posibles de un continente que aún en el siglo XXI mantiene misterios que nos gustaría comprender. El murciélago, por ejemplo, es el símbolo de la muerte y aquí queda suficientemente explicado con una leyenda.

Enfrentan a un criminal de rastro muy endeble, que lo estudian para ver si es un asesino en serie. Recorren los espacios de la víctima: apartamento, bar en que trabajaba, amistades, novio, amigos y no pasa nada, el asesino se escabulle; mientras eso, Andrew muestra a Hole las diversas capas sociales que forman la sociedad australiana, donde los indígenas hacen los trabajos más sucios y son muy pocos los que tienen oportunidad de mejorar y la aprovechan. Punto interesante es un grupo de boxeadores que va de pueblo en pueblo retando a los jóvenes fortachones y generando apuestas; Andrew estuvo en eso y tiene un amigo, que es como su hijo, que boxea con quien le pongan y tiene posibilidades de ser profesional. Harry, conoce a Birgitta, una joven sueca, bar tender, que le va a sacudir los pliegues del corazón. Aparte de mencionar que comen canguro asado, disfrutan truchas, lenguado, carnes rojas y desayunan huevos benedictine. Beben cerveza, vino, whiskey y los fabulosos tragos que prepara Birgitta. La vida nocturna es intensa. ¿Con que se drogan los personajes de esta novela?, con cocaína, morfina, heroína y mariguana. Sidney está lleno de migrantes y describen el edificio de la ópera como algo frío y poco funcional. Pues en ese ambiente sobrevive un despiadado asesino y violador de rubias.

La prosa de Nesbo es muy rica, aparte de la trama cuidadosa, cada personaje tiene una razón de ser, “el amor es un misterio mayor que la muerte”, desliza, y usted puede hacer sus consideraciones y comprender que el amor es uno de los ejes que siempre está presente en El Murciélago, donde el novelista Lorenzo Silva encontró, “pura destreza narrativa”. Alrededor del par de detectives, gravita el departamento de policía y los sospechosos más notables. La calidad de las falsas pistas es evidente y no se pierden en la gran cantidad de personajes que enriquecen la novela, como Joseph, Sandra, Toowoomba y un trío de agentes expertos de computadoras, ruidos y rastrear que provocan más emoción que sorpresas. “La violencia es como la cocacola y la biblia: un clásico”, revela el autor, y usted puede pensar en la historia de los pueblos, o en los recientes acontecimientos en nuestro país que parece estar condenado al oscurantismo.

Jo Nesbo es un novelista que con su creatividad demuestra que el género policiaco es infinito, y que crear una trama perfecta es un arte. Cada mañana en la vida de Harry Hole es un infierno, y cada noche una extraña puerta a ninguna parte, mientras el asesino se evapora en una ciudad que parece haber sido construida para la diversión. Les encantará la parte Walla y su leyenda, la de Moora y el horror de la tragedia. En fin, al finalizar sabrán un poco más de Australia y querrán beber una copa con Jo Nesbo, ya me contarán.

Google News

TEMAS RELACIONADOS

Noticias según tus intereses