El deporte, como muchos otros sectores, ha sido coto de poder para grupos o incluso para familias. Son frecuentes las quejas de atletas sobre carencias y malos manejos, pero no se llega a más. Este lunes la historia fue distinta. El presidente de la Federación Mexicana de Asociaciones de Atletismo (FMAA) fue detenido por su probable responsabilidad en el delito de peculado por más de 4.8 millones de pesos, luego de una denuncia presentada por 15 deportistas y por la Comisión Nacional del Deporte (Conade).

El imputado tiene todo el derecho a defenderse y declararse inocente, pero los señalamientos son de varias voces, incluida la medallista olímpica Ana Gabriela Guevara, quien desde 2012 denunció al detenido por desvío de recursos y duplicidad de funciones. Acusó también que desapareció la Federación Mexicana de Atletismo y creó la Federación Mexicana de Asociaciones de Atletismo para no pagar adeudos fiscales que tenía ante la Secretaría de Hacienda. Toca a la autoridad armar un expediente sólido que demuestre el desvío de recursos del dirigente.

La federación de atletismo no es la única en la mira. Las de tiro con arco, beisbol y frontón también están siendo investigadas. Hace unos meses la Conade dio a conocer que hay cuatro averiguaciones previas por presuntos desvíos de más de 68 millones de pesos.

Las federaciones reciben dinero público y por ello la comprobación de gastos debe ser una condición indispensable. Un señalamiento importante contra los acusados es la falta de explicación sobre el uso de los recursos, punto fundamental en el manejo de dinero público.

La revisión del gasto y las auditorías al uso del presupuesto no tienen por qué ser descalificados a priori en cualquier instancia pública, al contrario deben ser una práctica constante. Quien hace un uso correcto del dinero, nada debe temer.

En cada ciclo olímpico se escuchan historias de las carencias que pasan los deportistas para su preparación. ¿Cuántas de ellas serán resultado de un mal dirigente al que sólo le interesa llenar sus bolsillos y no impulsar el deporte nacional? En los pasados juegos de Río se conoció que el boxeador Misael Rodríguez tuvo que pedir apoyo monetario en el transporte público para pagar su viaje a torneos preolímpicos.

Otro dato: de las cinco medallas ganadas en Río, cuatro las obtuvieron deportistas que forman parte de las filas del Ejército. ¿Qué hacen bien en las Fuerzas Armadas para desarrollar atletas? Seguramente la disciplina militar ayuda, pero también saber que cuentan con seguro médico, crédito hipotecario, salario fijo y una jubilación.

En la renovación del deporte, la denuncia de los atletas, que son quienes están cerca de los dirigentes y quienes deben recibir los recursos, debe ser fundamental para lograr la limpia. En anteriores ocasiones todo había quedado en trascendidos, esta ocasión se presentó denuncia, se investigó y se actuó. Esta debe ser la ruta de ahora en adelante.

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