“Chong”. Así le dice, “Chong”.

Andrés Manuel López Obrador parece estar aprovechando la minicrisis del retiro de un spot de televisión para enfilar baterías contra quien advertiría como el adversario priísta más peligroso, el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong. A Manlio Fabio Beltrones lo usa de punching bag. De Luis Videgaray se burla, “ese, el ministro de Finanzas del año”. Y ningunea como políticos de segunda a los secretarios de Educación y Desarrollo Social, Aurelio Nuño y José Antonio Meade, de quienes dice ni siquiera acordarse cómo se llaman.

La historia que cuenta de una supuesta reunión de Osorio Chong con los magistrados del Tribunal Electoral de la Federación es de escándalo. Sobre todo si sale de la boca del líder en las encuestas presidenciales de 2018 y tiene como sujeto de denuncia al segundo lugar en las mediciones. López Obrador acusa al secretario de Gobernación de convocar a los magistrados para ordenarles que retiraran el spot del avión presidencial. “Estamos como en los tiempos de más autoritarismo”, me dijo ayer. “Es Gobernación la que está limitando la transmisión de ese mensaje”.

—¿Gobernación?

—Sí. Tengo información de que Chong reunió a los magistrados para encargarles que quitaran el spot porque le molestaba a Peña Nieto.

—¿Reunió a los magistrados el secretario de Gobernación?

—Sí, sí, al estilo de antes. Allá fueron los magistrados y tengo la versión de lo que sostuvieron allí, y cómo uno de ellos planteó que era nuestro derecho constitucional, de Morena y mío, pero de todas maneras Chong le dijo que era una decisión que habían tomado.

Desde ese relato, López Obrador reta a Osorio Chong a aclarar las cosas, a desmentirlo. Quiere pelear y quiere a “Chong” en el ring.

Si algo sabe hacer el tabasqueño es mantener en tensión al adversario, desgastarlo. Y si algo parece haber aprendido después de su desastrosa campaña frente a Felipe Calderón en 2006 y su inteligente remontada frente a Enrique Peña Nieto en 2012, es que ganar es un ejercicio de cálculo.

“Chong”. A él hay que desbaratarle la estrategia. A él hay que atacarlo antes de que esté preparado.

MENOS DE 140. En mayo y octubre, los expertos de la CIDH pidieron entrevistarse con elementos del Ejército mexicano. Hoy ya no se acuerdan.

gomezleyvaciro@gmail.com

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