El recurso derivado del desempate entre el precio previsto por barril y la realidad del mercado internacional, se dilapidó en gasto corriente. La nómina burocrática creció al infinito.

Total, ahí estaba un nuevo venero de menor proporción conocido como Ku Malob Zaap.

De hacerse una autopsia a la gallina de los huevos de oro cuya esquela colocó en el muro el presidente Enrique Peña Nieto, aparecerían decenas de causales que impidieron su reproducción. En el parte forense estarían las palabras corrupción, despilfarro, incuria y, naturalmente, las inauditas sangrías del fisco a la hoy empresa productiva del Estado.

Los recursos que debieron apuntar a la exploración se desvanecieron en operaciones fallidas, como aquella de alcanzar mayoría de capital en la petrolera española Repsol, cuyo sueño lo frustró el no haber amarrado la participación de un socio local.

La aventura provocó pérdidas millonarias en euros.

Durante el actual sexenio, bajo la dirección general de Emilio Lozoya Austin, Pemex se metió en otro pantano: la compra de dos complejos productores de fertilizantes, Agronitrogenados y Fertinal, lo que implicaba una reversa a la privatización de Fertimex.

La primera se adquirió en 475 millones de dólares; la segunda en 255.

Ambas operaban a la tercera parte de su capacidad instalada, con la novedad de que en manos de Pemex, quien llegó al exceso de crear una división de fertilizantes, la producción cayó aún más.

Los números rojos, pues, se pigmentaron a toda intensidad.

En la ira del Consejo de Administración de Pemex, por más que se asegura había dado el visto bueno, se cesó al director de Fertilizantes, Edgar Torres, anunciándose que sería sujeto a una investigación.

El caso es que de acuerdo al propio Lozoya la operación se realizó por mandato presidencial. El Ejecutivo la plasmó como uno de los compromisos del Pacto por México.

Fue, pues, una decisión política, pero según la paraestatal se volvería un buen negocio. En el caso de Agronitrogenados Pemex transformaría el gas natural producido en los pozos petroleros que se quema en su mayoría, en urea, es decir la materia prima de la firma.

En el marco se firmó un contrato de suministro a largo plazo con el Complejo Pajaritos, lo que en el papel reactivaría su producción.

Además, decía la trama, se aprovecharían las instalaciones de la firma que había privatizado Altos Hornos de México para almacenamiento de hidrocarburos.

En el caso de Fertinal, productora de fertilizantes fosfatados que a su vez había privatizado un grupo empresarial encabezado por Fabio Covarrubias Piffer, se decía que había logrado su compra a precio ganga.

Endeudada la firma con sede en Lázaro Cárdenas, Michoacán, Pemex la adquirió con un préstamo sindicado de Nacional Financiera y el Banco Nacional de Comercio Exterior, cuyas tasas resultaron inferiores a las que se pagaban.

Las cuentas alegres hablaban de reactivar la producción de amoniaco del complejo petroquímico de Cosoleacaque, Veracruz.

Lo que se planeó en el escritorio lo aplastó la realidad.

La gallina de los huevos de oro le daba la tercera parte del ingreso fiscal a la Secretaría de Hacienda; alimentaba las componendas con los contratistas, y le ponía carretadas de recursos a la corrupción sindical.

No murió. La mataron.

Balance general. De acuerdo con la óptica del secretario de Hacienda, José Antonio Meade, el nivel a que ha llegado la paridad peso-dólar obedece a un escenario pesimista ajeno a la realidad; de acuerdo con la Asociación de Bancos de México, los actores que concurren al mercado cambiario exageraron la nota.

Las entrelineas, pues, hablarían de un ataque especulativo al río revuelto de la incertidumbre provocada por el efecto Trump.

Naturalmente la acción se podría inhibir si se hiciera público el nombre o razón social de quienes adquieren los dólares que coloca en subasta el Banco de México a manera de trinchera.

Sería fácil saber quiénes reclaman billetes verdes para sus operaciones cotidianas y quiénes para jugar a la ruleta.

El caso es que el propio instituto central inició el año cerrando la puerta a la transparencia al no rebelarse los montos colocados en intento de equilibrar el mercado.

Estos debieron salir por túneles.

Reversa de Concanaco. Tras denunciar que el gobierno le quería transferir el papel de villano de la película a las empresas al pretender colocar una suerte de techo para repercutir en los precios el gasolinazo, el presidente de la Concanaco, Enrique Solana Sentíes, metió la reversa.

No sólo apoyó el Acuerdo para el Fortalecimiento Económico y la Protección de la Economía Familiar, en cuyas telas existe el amago de abrir la frontera a los productos que se salten las trancas en materia de precios, sino que le dio un “llegue” a la Coparmex por su negativa a incorporarse.

En los momentos difíciles que vive el país —dijo a la letra— no caben protagonismos particulares ni intereses sectoriales.

Más aún, el dirigente rechazó que el documento se hubiera improvisado.

Habrá que ver si las bases se alinean al compromiso asumido por el líder.

Amparo por sucesión. Bajo el argumento de que el haber negado el registro como candidato a la presidencia de la Concanaco a Juan Carlos Pérez Góngora implica un acto de autoridad que puede resultar violatorio de sus derechos humanos, una jueza federal le concedió un amparo a éste contra el procedimiento de elección de la cúpula mercantil.

La puerta, aunque sin suspensión del acto reclamado, la abrió el Juzgado Décimo Segundo de Distrito en Materia Administrativa cuya titular es Blanca Lobo Domínguez.

La Concanaco puede impugnar la resolución en un tribunal de alzada, aún cuando el proceso electoral puede mantenerse en marcha.

El organismo sólo registró a Ricardo Navarro Benítez de la Canaco de la Ciudad de México, quien es diputado en la asamblea constituyente de la Ciudad de México por dedazo del jefe de Gobierno Miguel Ángel Mancera.

Pérez Góngora, a su vez ex diputado priísta, asegura que cumplió los requisitos para el registro con apoyo de las Cámaras de Monterrey y Guadalajara.

Sube TV Azteca. De acuerdo con un análisis del CitiBanamex, durante el año pasado Televisión Azteca tuvo mayor crecimiento que Televisa en la pauta publicitaria. Mientras su ingreso creció 6%, el de la televisora de Avenida Chapultepec lo hizo en 1%.

Sin embargo, el pastel decreció, dado que si en 2010 se destinaba 59% del gasto total en la materia a la televisión, durante 2015 el porcentaje llegó a 49%.

Azteca planteó un escenario innovador con documentales sobre momentos cruciales en la historia de México: la elección presidencial de 1988, el advenimiento del Tratado de Libre Comercio de América del Norte…

La firma encabezada por Benjamín Salinas repuntó en audiencia en 2016.

albertobarrancochavarria0@gmail.com

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