Integrado en el 2013 por el Consejo Coordinador Empresarial y la Cámara de Comercio de Estados Unidos, el pleno del organismo se ha reunido en seis ocasiones en sedes indistintas.

Naturalmente, ésta será la reunión más importante en la corta historia, dada la incertidumbre generada por la llegada al poder de Donald Trump y su discurso proteccionista.

El organismo bilateral se creó, justo, para equilibrar la relación económica y comercial entre los dos países.

Sus temas clave son la optimización en la frontera, la renovación de la infraestructura fronteriza, el aumento de la competitividad de América del Norte, con énfasis en el sector energético y educativo, además de la identificación y análisis que se desprenden de los acuerdos comerciales.

La presidencia la comparten, por el lado de México el presidente del Grupo Alfa, Armando Garza Sada, y por el de Estados Unidos John Rice, de General Electric.

La intención es dejar en claro la posición de empresas que invierten en ambos lados de la frontera de cara a las exigencias del que será el nuevo titular de la Casa Blanca a partir del 20 de enero.

Se podría decir que el U.S.-México CEO Dialogue será el interlocutor válido para defender el interés común empresarial. Haga de cuenta un cuarto de junto doble.

El escenario, naturalmente, será cuesta arriba dadas las “estrategias” marrulleras del magnate convertido en político que se condensaron en el libro American Made de Daniel DiMicco. Publicado en los 80, el propio Trump explica, cómo a su juicio, se debe negociar.

El organismo surgió a la muerte de la Cámara de Comercio México-Estados Unidos que tenía como contraparte a la Cámara de Comercio Estados Unidos-México.

Aunque el discurso simplista de Trump habla de defender los empleos en su país, su fórmula mágica es restarle competitividad en el mercado estadounidense a las empresas que han salido para establecerse en México. La ruta hablaría de la imposición de aranceles o impuestos de importación.

El problema es que la competencia equilibra el mercado.

La mayor parte del flujo de México hacia el país del norte la representan productos de consumo… que producen empresas mexicanas, pero también estadounidenses.

De ahí, pues, la necesidad de involucrar a éstas en la negociación.

En el evento se votará por el cambio de presidentes, colocándose en la escena, por parte de México, un empresario del ramo siderúrgico. El evento lo organizan el Consejo Coordinador Empresarial y la Cámara de Comercio de Estados Unidos.

Arranca la ofensiva antiTrump.

Balance general. Abierta la posibilidad de tres opciones de cara a los 148 canales de televisión abierta que licita el Instituto Federal de Telecomunicaciones: Adquirirlos en paquete para integrar una cuarta cadena nacional; fragmentarlos para constituir cadenas regionales o adquirir una concesión en lo particular, el abanico de posibles postores se abre a 15.

La alternativa sería válida para Televisa, Televisión Azteca e Imagen, aunque con mayor inclinación hacia ésta, al permitirles reforzar sus cadenas regionales.

Las reglas hablan de acumular hasta 12 megahercios de espectro. El primero en salir a la escena fue el Grupo Radio Centro, de Francisco Aguirre, tras un frustrado primer intento para adquirir la totalidad de los canales.

En la lista se han agregado Radio Fórmula de Rogerio Azcárraga; MVS de Joaquín Vargas y Multimedios, pero el abanico se abrirá a televisoras con carácter local o empresas nuevas en el mercado.

En la Ciudad de México se licitan dos canales. Los nombres de todos los interesados se sabrán el próximo lunes.

Rebatiña. La escasez de obra pública está provocando puñaladas por los contratos para la construcción del nuevo aeropuerto. Para levantar la loza de cimentación del Centro de Transporte Terrestre Multimodal, por ejemplo, se inscribieron 40 empresas integradas en consorcio o en lo individual.

Estas son Mexicana de Presfuerzo y Gami, Ingeniería e Instalaciones.

La oferta más económica la plantean Isolux de México, Corsán-Corvian Construcción y Proc Mina, con mil 229 millones de pesos.

En segundo lugar se ubica el consorcio integrado por Sacyr Construcción México, Epcor y Sacyr Construcción, con mil 399 millones. La tarea incluye la limpieza de un terreno de 81 mil 640 metros cuadrados y una excavación a profundidad promedio de seis metros, en la que se instalará una placa de concreto y acero.

Lavado de imagen. El martes pasado en el Club de Industriales se le entregó un doctorado honoris causa al presidente del Grupo Nadro, Pablo Escandón Cusi.

La distinción fue otorgada por el Centro Mundial Universitario y el Ateneo Filosófico Centro Universitario de la Ciudad de México “ante la Secretaría de Educación Publica y la Universidad Nacional Autónoma de México”, por su “destacado liderazgo y su labor social humanitaria, académica y cultural”.

La invitación al evento la giró el Consejo de Administración del propio Club de Industriales. A partir de ahí se han publicado felicitaciones por parte de laboratorios farmacéuticos.

Como usted sabe Escandón Cusi, presidente de la principal distribuidora de medicinas a nivel privado del país, está siendo investigado por la Comisión Federal de Competencia Económica por presuntamente haber adquirido a trasmano el 50% del capital de la también distribuidora Marzam.

El desenlace está todavía lejano.

Por lo pronto, habría que limpiar la imagen.

Fuego cruzado. Latente la aceptación de una demanda contra la Secretaría de Comunicaciones y Transportes por parte de la empresa irlandesa Rivada por su descalificación en la recta final para concesionar la red compartida, la contraparte prepara la ofensiva.

La dependencia califica de difamatoria la afirmación de la firma de que los dados estaban cargados a la causa del consorcio ganador, Altán, dado que su oferta de cobertura era superior.

Además, la compañía se queja de que la SCT disminuyó el pago de derechos anuales por la explotación de la banda.

En la carambola, Altán también prepara una querella por el mismo rumbo.

albertobarrancochavarria0@gmail.com

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