La previsión, evidentemente, intenta colocar una zancadilla a la posibilidad de que entren al mercado combustibles de países asiáticos… aunque de pasadita pone en entredicho a la producción local.

De acuerdo al Instituto Mexicano de la Competitividad, las pruebas de laboratorio de las gasolinas producidas en el país no pasan los parámetros en materia de ultrabajo azufre, cuya norma rige desde el 2009… contra la cual, por cierto, se amparó Pemex.

La gasolina Magna, utilizada por el 82% de los vehículos del país tienen 80 partes de azufre por cada millón de partículas, en tanto la Premium alcanza 30.

Aunque es falso que nuestro país está importando gasolina china, el abanico alcanza a naciones como la India, Países Bajos, Bahamas, Antillas Neerlandesas, Panamá, Rusia, Lituania, Ucrania, Corea del Sur…

Como usted sabe, el gobierno le entregó 32 permisos a otras tantas empresas particulares, entre ellas las señaladas, para importar del extranjero un volumen de entre 600 y 850 mil barriles diarios.

El gol, pues, está latente.

Ahora que en la misma ruta de imprecisiones en la instrumentación de la reforma energética las gasolineras instaladas en el país se encuentran de espaldas a la pared.

Desde un ángulo, al retirarse la franquicia de Pemex, a cuya vera se les proporcionaban diversos servicios entre ellos la tramitología vía una ventanilla única, ahora deben rascarse con sus propias uñas, en un calvario que alcanza desde la Secretaría de Energía hasta la Comisión Reguladora, la Procuraduría del Medio Ambiente…

En el marco, las firmas decidieron constituir consorcios para defensa y servicio común… con la novedad de que la Comisión Federal de Competencia Económica los está investigando por supuesta integración en cártel.

El caso del gas LP es aún más patético.

Hete aquí que abierta la puerta a la importación las pequeñas y medianas distribuidoras quedaron en el limbo. Aunque Pemex tenía la exclusividad de los permisos, su clientela es la misma que ahora tomó la estafeta, destinándole el producto a las mismas firmas que la exparaestatal surtía.

Estamos hablando, naturalmente, de los imperios gaseros ubicados en el norte y el occidente del país, quienes tienen potencial para almacenar el combustible.

El problema es que ahora los exportadores de Estados Unidos quieren extender el mercado, lo que implicaría para las pequeñas y medianas firmas quedar a merced de un solo distribuidor, con el peligro de que cierre la válvula cuando haya problemas de oferta en su país.

Y aunque usted pensaría que tienen la alternativa de mantener fidelidad a Pemex, el problema es que los precios de éste no son competitivos, es decir enfrentarían una competencia desigual.

La paradoja del caso, es que integrados en una asociación encabezada por Víctor Figueroa, recorrieron todas las instancias oficiales, desde la Secretaria de Energía a la Comisión Reguladora, para lograr que Pemex redujera los precios del combustible.

La caída fue de entre 20% a 33%, lo que le permitió a la empresa productiva de Estado meter sus excedentes al mercado.

Los gaseros, pues, tienen ahora la probabilidad de abasto dual, cancelada la alternativa de importar por su cuenta ante la falta de infraestructura.

Lo inaudito del caso es que el beneficio no puede llegar al público dado el precio oficial fijado por la Secretaria de Hacienda.

Como lee usted, pues, las piezas de la reforma energética no estaban tan acomodadas como presumía el discurso.

Balance general. Guardada la carta bajo la manga ante la catarata de críticas que desató el primer “ajuste” al precio de las gasolinas decretado en enero, en el segundo de la temporada la Secretaria de Hacienda la llevó a la escena: El Congreso autorizó incrementar los combustibles en un margen anual de hasta 3%, de acuerdo a los vaivenes del mercado.

Lo que no se dice es la forma en que se metió el gol.

Hete aquí que en la recta final de la discusión del presupuesto de ingresos para este año, desahogado un maratón de oradores, salió de la nada la cláusula, es decir al margen de los dictámenes aprobados por comisiones.

A la vista del cachirul, el diputado de Morena, Vidal Llerenas, exigió que se cumpliera el procedimiento.

Los gritos resultaron inútiles ante la consigna.

Así de fácil.

Abengoa en default. A contrapelo de los anuncios de que estaba en la antesala la reestructura de su débito, a cuya vera preparaba de un reacomodo de su estructura, la filial en México de la empresa española Abengoa volvió a incurrir en impago.

La firma especializada en proyectos de energía no cubrió dos cupones de sendas emisiones de papeles de deuda.

Abengoa México ha sido emplazada a concurso mercantil por sus acreedores, con énfasis en los bancos que representan a los tenedores de bonos de deuda.

La compañía, que debió dejar de lado contratos pactados, fue arrastrada por su matriz quien está luchando por evitar la quiebra.

Movistar sí, pero no. Aunque presume de haber logrado integrar a su causa a un millón de nuevos clientes durante los primeros seis meses del año, la filial en México de la Telefónica de España que opera en telefonía móvil como Movistar, registró una caída de ingresos de 11% en el segundo trimestre, por más que sus pérdidas se redujeron en 1.4%.

Si entre enero y junio del año pasado llegaron a 903 millones, ahora se ubican en 746.

La explicación se ubica en la guerra de tarifas que enfrenta contra Telcel y la AT&T.

Listos… ¡Fuera! En afán de abrir el escenario integral de cara a los posibles contratistas, el Grupo Aeroportuario de la Ciudad de México realizó una presentación de lo que será un nuevo aeropuerto.

La batuta la llevó el arquitecto maestro, Fernando Romero.

La terminal tendrá 760 mil metros cuadrados de construcción distribuidos en cuatro niveles, con una “Hall” interior sostenido por columnas de materiales ligeros distribuidos en 1.5 kilómetros de punta a punta.

El presupuesto para el año próximo es de 11 mil millones de pesos.

Buen trimestre. Formalizada la integración a su causa de la unión de crédito Cyma, el Grupo Unicco exhibe resultados positivos al primer trimestre del año. Su crecimiento fue de 45%, con lo que sus activos llegaron a tres mil 800 millones de pesos,

La firma incrementó en 90% su cartera de créditos y en 25% sus operaciones de arrendamiento.

Su principal clientela son los propios socios.

El índice de morosidad se ubica en solo 0.7%, aunque con la suma de Cyma llegará a 1.6%.

albertobarrancochavarria0@gmail.com

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