En forma directa, las familias erogaron 410 mil millones de pesos, a los que se sumaría el trabajo no remunerado de cuidadores improvisados, cuyo monto se calcula en 174 mil 419 millones.

El tecnicismo habla del Producto Interno Bruto Ampliado del Sector Salud o si lo prefiere Cuenta Satélite, cuyo impacto mayor incide en la población de menores recursos.

El abanico alude a los miles de consultorios anexos a cadenas de farmacias; de las medicinas reclamadas; del tiempo que dedica la familia en la atención a enfermos temporales, crónicos o discapacitados.

En este caso, decíamos, el monto de lo que se considera trabajo informal alcanzó en el 2014 un total de 174 mil 419 millones de pesos, equivalente a este caso el 1% del PIB.

De acuerdo al Inegi el tiempo que se destina en el seno familiar a las actividades de prevención, cuidado y mantenimiento de la salud es de 4.4 mil millones de horas anuales.

La onda expansiva alcanza, en ocasiones, a la totalidad de una familia en todas sus ramas.

El cálculo habla de que el gasto de bolsillo en materia de salud alcanza hasta el 45% del ingreso familiar.

La paradoja del caso es que el sector salud absorbe, en el terreno público y privado, el 4.5% de los empleos remunerados en la economía, es decir un millón 909 mil 698 plazas.

El 59.2% de la nómina se ubica en instancias gubernamentales.

El 29.1% de los empleos apuntan a servicios hospitalarios, alcanzando un 20.1 los servicios de atención ambulatoria.

Durante el 2014 la producción de bienes y servicios del sector salud se incrementó en 0.5% en términos reales, para alcanzar 730 mil 532 millones de pesos, de los cuales las instancias públicas aportaron el 53.5%.

Del gasto total de los hogares la adquisición de medicamentos alcanzó el 63.5%; las consultas médicas el 16.3: los bienes y servicios de apoyo, por ejemplo seguros médicos, desinfectantes o dentífricos, 8.3; servicios hospitalarios, 7.3.

El restante 4.6 se destinó a otros servicios asociados.

En la cuenta del trabajo no remunerado se calcula que el 61.7% apunta a enfermos crónicos o con alguna discapacidad física, en tanto otro 21.5 habla de cuidados no especializados a enfermos temporales.

En la incapacidad de atender a una población que crece en proporción mayor a la oferta de infraestructura, desde el escenario filantrópico se han multiplicado los dispensarios, y desde el farmacéutico los consultorios públicos cuyo punto de apoyo es la compra de las medicinas en el negocio.

Estos son regulados por la Comisión Nacional para prevenir Riesgos Sanitarios, lo que no impide la carencia de expedientes de los pacientes, valoraciones periodicas de los tratamientos para enfermos crónicos y demás etcéteras.

Medicina de ocasión.

La paradoja del caso es que se está incorporando al Seguro Social a siete millones de estudiantes de nivel medio y superior, en un escenario en que la sorna popular habla de que les van a dar consulta cuando estén titulados.

Hace unas semanas, como lo dio a conocer esta columna, se firmó ante la presencia del Secretario de Salud, José Narro, un acuerdo entre todo el sector de salud pública, incluidas las Secretarias de la Defensa y Marina y los gobiernos estatales, que se ubicó como el primer paso para un sistema universal de servicios de salud.

En la ruta los usuarios del IMSS y del ISSSTE podrían atenderse indistintamente en uno u otro.

El cómo se quedó en el aire.

Balance general. Colocado en el centro del debate hace tres años el tema de las tercerías u outsorcing, es decir la subcontratación de empresas para servicios específicos a otras de mayor nivel, el Seguro Social insistía en que se legislara para hacer responsable solidario al contratante en casos de incumplimiento de compromisos laborales.

El organismo se quejaba de la existencia de oficinas con mobiliario mínimo para huir al primer citatorio, o de plano con domicilios inexistentes.

El cabildeo de los consorcios impidió el paso.

El asunto viene a cuento ante la resolución del Tribunal Federal de Justicia Fiscal y Administrativa que le ordena a Petróleos Mexicanos a indemnizar a los familiares de tres trabajadores muertos en la terrible explosión de enero del 2013 en una de sus torres.

Estos trabajaban para la empresa Compañía de Conservación de Pilotos de Control, conocida como Copicosa.

La empresa había sido subcontratada.

Aunque Pemex indemnizó a las familias de 34 muertos, a las de los tres restantes se les cerró la puerta.

La tesis de sentencia la elaboró el magistrado Rafael Estrada Sámano.

Fresenius en capilla. Implantada en el Instituto Mexicano del Seguro Social y otras instancias públicas la modalidad de “subastas en reversa” para la adjudicación de contratos, hete aquí que la proveedora de servicios de hemodiálisis Fresenius Medical Care se metió un formidable autogol.

En afán de mantenerse como la principal proveedora del servicio para enfermos renales, la empresa fue bajando y bajando su oferta inicial de 500 pesos por evento, hasta ubicarla en 120.

Naturalmente, el IMSS la declaró ganadora del concurso para usuarios de Zamora, Michoacán.

El caso es que a la hora de la verdad la empresa con sede en Guadalajara se rajó de firmar el contrato.

No me sale, decía la exposición de motivos.

Ante el peligro de dejar desprotegidos a los pacientes el Instituto le adjudicó el contrato a la que había planteado la oferta más cercana. La empresa Sanefro pedía 240 pesos por el kit, es decir el doble.

Sin embargo, la historia no terminó ahí. Ahora el IMSS le está abriendo un procedimiento sancionatorio a Fresenius Medical Care por la acción que se califica de irresponsable.

Vitro, ave Fénix. Colocado hace tres años en una grave crisis de solvencia que lo llevó a solicitar un concurso mercantil para reestructurar su débito, el grupo Vitro está caminando otra vez con paso firme.

Sus ganancias operativas crecieron en el primer trimestre del año 89.5 por ciento respecto al mismo lapso del 2015.

El monto alcanzó mil 53.3 millones de pesos.

En el marco de su resurgimiento la empresa está ampliando su capacidad instalada para atender el mercado automotriz.

La ruta apunta a una planta adicional.

Vitro dejó atrás su deuda que todavía el año pasado alcanzaba mil 178 millones de dólares.

albertobarrancochavarria0@gmail.com

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