La mayoría de los conjuntos están dejados a su suerte, por más que representan la posibilidad de producir con mayor valor agregado a la vera de la ganga de la materia prima.

El año pasado la producción de éstos se cayó 7.8%, lo que implicó 720 mil toneladas menos de cara al mercado.

En el mismo periodo la filial de la empresa productiva de Estado, Pemex Petroquímica, registró un descenso de 11.9% en sus ventas, para llegar a 32 mil 384 millones de pesos.

Aunque de los 62 mil millones de pesos que le recortó la Secretaria de Hacienda al presupuesto del 2016 de Pemex a la división se le redujeron solo mil 599, el golpe fue con carga a mantenimiento.

En la punta de su tragedia financiera la ex paraestatal recortó mil plazas de los complejos Escolin y el propio Pajaritos, ubicado en Veracruz, en paralelo al abandono de proyectos ubicados originalmente como claves.

Así, se canceló la posibilidad de ampliar el tren de aromáticos de La Cangrejera, cuyo costo de obras seria de 700 millones de pesos.

La falta de mantenimiento, sin embargo, no es nueva. En 30 años de indiferencia algunas plantas instaladas en Veracruz se han vendido en calidad de chatarra.

De hecho, al fragor de la reforma energética, el que fuera director de Finanzas de Pemex, Mario Beauregard, había señalado que los activos perdedores serian Pemex Refinación y Pemex Petroquímica.

Habría que vender los complejos, sentenció, justo cuando se había ya consolidado la alianza con la empresa Mexichem para producir Cloruro de Vinilo.

Los primeros candidatos serían las plantas de los complejos de Tula y Escolín, este último en Poza Rica, que a juicio de la propia Pemex Petroquímica no tiene posibilidad alguna de reactivación.

En la factoría se producía hasta 2008 polietileno de baja densidad. A su vez, en Tula se producía acrilonitrilo y ácido cianhídrico.

El resto de los complejos, es decir Morelos, Independencia, trabaja al 300 40 por ciento de su capacidad instalada.

El de Cosoleacaque, principal productor de amoniaco, se habría reactivado con la integración a su cadena de suministro de la planta de fertilizantes Agronitrogenados que adquirió Pemex en ausencia de brújula.

Ahora que al momento en que se pactó la alianza con Mexichem se abrió la posibilidad de incluir el resto de las plantas del complejo Pajaritos, productoras éstas de etileno, ácido muriático y ácido clorhídrico.

A la vera de la zona que hermana prácticamente los complejos Pajaritos y Morelos se instalaron a partir de 1980 alrededor de 20 industrias privadas que se abastecían de materias primas, una de las cuales, Cloro de Tehuantepec, la compró Mexichem en la fase previa a su alianza con Pemex.

En el escenario se amplió la terminal marítima de Coatzacoalcos para darle cauce a la salida de los productos o el ingreso del petróleo.

En ese mismo 1980 se inició la construcción del complejo petroquímico Morelos, cuyas ocho plantas se pusieron en operación ocho años después.

En aquel entonces el panorama parecía promisorio. Pemex se convertía en motor de la industria de transformación del país.

Los tiempos cambian.

¿Se acuerda usted cuando la propaganda de cara a la reforma energética decía que Pemex no privatizaría un solo tornillo?

Balance general. Exigida por la Cámara de Diputados la comparecencia del director general de Pemex, José Antonio González Anaya, para explicar el por qué de la explosión en la planta Clorados III del complejo petroquímico Pajaritos, ahora resulta que ninguno de los 34 muertos era trabajador de Pemex o de Mexichem.

La mayoría estaban en la nómina de ICA Flour.

La filial del Grupo ICA había sido contratada desde el 2013 para realizar trabajos de ingeniería para expandir la capacidad de cloruro de vinilo de 200 a 450 mil toneladas.

El contrato se pactó en 208 millones de dólares.

Aleatoriamente realizaban tareas de mantenimiento las compañías Nolding y Gonza cuyas nóminas se anotaba al resto de los quemados.

El deslinde, pues, apuntaría a las tres firmas.

Sin embargo, está en la bitácora la declaración de uno de los sobrevivientes que ante un olor peculiar que se desprendía le preguntó a un superviviente: —¿Podemos seguir sopleteando?—

Más allá está la exigencia de Mexichem a la constitución de la empresa mixta Petroquímica Mexicana de Vinilo, de reducir la plantilla de trabajadores de Pemex.

Se fueron mil 200… y con ellos la experiencia.

Suertudote. A pesar de no haber cumplido a cabalidad los términos de un contrato otorgado por el Instituto Mexicano del Seguro Social para arrendamiento de automóviles, la empresa Tecno Alta Distribución no ha sido sancionada.

El compromiso era entregar 196 unidades, el 100 por ciento del contrato con la novedad de que desde hace 48 días faltan 35.

Estamos revisando las clausulas, dice el jurídico del organismo.

Ahora que la buena suerte de la firma podría extenderse en la posibilidad de que se le adjudique por descalificación otro contrato, éste por renta de 380 ambulancias para traslados ordinarios.

La adjudicación directa había sido a favor de la empresa Capital Leasing Mexico encabezado por Daniel Rassvetaieff, quien no ha podido cumplir.

La segunda mejor oferta la había planteado justo Tecno Alta Distribución.

El dueño de la firma Carlos Bayo, fue director general del Fondo Nacional de Desastres durante el sexenio de Vicente Fox.

Mota-Engil en turismo. Célebre por su alianza con el Sindicato Mexicano de Electricistas que permitió la creación de una empresa conjunta para ofrecer energía eléctrica en el Valle de México, Hidalgo, Puebla, Tlaxcala y el Estado de México, la empresa portuguesa Mota-Engil va entrar de lleno al sector turismo.

La firma será punta de lanza para la creación del Complejo Turístico Costa, Canuva en Nayarit, en cuya primera etapa se invertiría mil 800 millones de dólares.

El paquete lo coordina el Fondo Nacional para Fomento del Turismo (Fonatur) que encabeza Héctor Gómez.

La meta es crear cinco hoteles de lujo, dos mil 500 viviendas residenciales, clubes de playa y un campo de golf.

La primera etapa se iniciará en el 2018.

No hay modo. En uno de los capítulos de su informe correspondiente al año pasado, América Móvil de plano reconoce que no hay modo para que pueda participar en el triple play, es decir agregar a su oferta de telefonía e internet el video.

La firma del magnate Carlos Slim lleva ya varios años en la pelea por que se modifique el título de concesión con que opera su filial Teléfonos de México.

Aunque no dobla las manos, la compañía dice que obtener la posibilidad reclama un proceso “largo y complejo”.

albertobarrancochavarria0@gmail.com

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