La exposición de motivos habla de un incremento en las reservas precautorias para riesgos crediticios, es decir mayor morosidad; un crecimiento en los gastos de administración y menores ingresos por intermediación, comisiones, pues.

Más al detalle, la intermediaria apunta a una afectación en la carambola de la catástrofe que enfiló a concursos mercantiles a las promotoras de vivienda Geo, Urbi y Homex.

El caso es que en el escenario, acusada de prácticas indebidas la filial del que fuera el principal banco del planeta, hoy solo de Europa, cuyas siglas se traducen como Hong Kong-Shangai, se empieza a hablar de su venta.

De acuerdo a los analistas del banco suizo UBS, ésta podría concretarse este mismo año.

El cálculo habla de un precio de entre cuatro mil 500 a cinco mil 900 millones de dólares.

La pesadilla del banco que llegó al país con la adquisición de Bital, antes Banco Internacional, encabezado por Antonio Del Valle, se inició en el 2013, cuando la autoridad supervisora de Estados Unidos lo acusó de permitir operaciones de lavado de dinero en paraísos fiscales, con énfasis en las islas Grand Cayman.

La denuncia hablaba de 25 mil cuentas.

En la curiosa forma en que el país vecino negocia, la matriz de la intermediaria evitó un proceso penal al cubrir una multa de mil 920 millones de dólares.

En las secuelas del escándalo la Comisión Nacional Bancaria y de Valores, omisa frente a las conductas denunciadas, debió abrir un procedimiento que culminó con una serie de sanciones pecuniarias cuyo monto en conjunto llegaba a 28 millones de dólares, equivalentes, entonces, a 279 millones de pesos.

En el estruendo la Comisión Permanente del Congreso emitió un punto de acuerdo para exhortar a la Secretaría de Hacienda y a la propia instancia a explicar a fondo el caso.

Este resultó como las llamadas a misa.

Sin embargo, cuestionada la calidad ética de la intermediaria, los banqueros castigaron a HSBC a su modo, boicoteando la posibilidad de que su entonces director general, Luis Peña, llegara a la presidencia de su asociación, pese a que había un pacto previo.

El bloqueo no lo logró frenar la solicitud de una carta de buena conducta por parte del funcionario al secretario de Hacienda, Luis Videgaray y al gobernador del Banco de México, Agustín Carstens.

Tampoco la reunión a que les convocó el propio Peña para plantear una estrategia de borrón y cuenta nueva en la presunción de que la posibilidad de premios para gerentes de sucursales que aumentaran la captación había provocado que se laxaran las reglas.

El caso es que desde entonces la matriz había colocado en revisión su filial en México, a la par de las de Estados Unidos, Turquía y Brasil.

En el marco se ajustaron 17 mil empleos en el país.

Sin embargo, las ganancias del banco empezaron a mermar. Si en el 2012 habían llegado a seis mil 10 millones, con un salto de 14.6%, el siguiente año cayeron a tres mil 714.

A la llegada de HSBC a México, en enero del 2004, el presidente global de éste, John Bond, había anunciado que el banco inglés se quedaría para siempre en el país.

Los tiempos cambian.

Balance general. En lo que pareciera un guiño frente al escenario de ruptura que planteó el dirigente del Sindicato Único de Trabajadores Electricistas de la República Mexicana, Víctor Fuentes Del Villar, ayer aparecieron esquelas con condolencias personales del director de la Comisión Federal de Electricidad, Enrique Ochoa, por la muerte de su hermana Cristina.

Como usted sabe, el líder sindical, famoso por las comidas en un lujoso restaurante de la calle de Praga, en que invitaba a una docena de jovencitas, le prohibió a sus comisionados atender citas de la empresa para discutir cambios al esquema laboral derivados de la reforma energética.

La CFE, como Pemex, se volverá chiquita para abrir paso a la competencia privada.

El problema es que a la par de exigencias de desplazamiento de adscripciones o de compactación de puestos, la empresa está obligada a renegociar el contrato colectivo en el capítulo de jubilaciones y pensiones.

Sería la tercera revisión en la historia, en un escenario en que las dos primeras no lograron abatir sustancialmente el faltante de reservas.

Ni un pelo… Como le comentábamos hace unos días, la imposición del Impuesto Especial sobre Productos y Servicios (IEPS) a la industria refresquera le hizo lo que el viento a Juárez.

En el mismo escenario se ubican otros afectados como los sectores de alimentos procesados y los de confitería y chocolatería.

La producción conjunta de la industria de alimentos y bebidas fue de 1.1 billones de pesos durante el año pasado, lo que equivale al 4.6% del Producto Interno Bruto.

El valor de mercado es de 140 mil millones de dólares anuales, con una tasa estimada de crecimiento de 4.6% hasta el 2020.

En el abanico, por ejemplo, Herdez registró un incremento en su utilidad neta de 12.3% durante el tercer trimestre del año pasado, en tanto el Grupo Maseca tuvo un salto en el mismo renglón de 19.8%.

Sus ventas totales crecieron 21%.

En el sector de confitería y chocolatería, Mars de México logró terminar una nueva planta en San José Iturbide, Guanajuato, con una inversión de dos mil 770 millones de pesos.

Ferromex de fiesta. Surgida de la privatización de uno de los tres troncales en que se dividió a los Ferrocarriles Nacionales de México, Ferromex está cumpliendo 18 años con una apuesta de inversión de 406 millones de dólares, 26% más de lo erogado el año pasado.

La firma del polémico German Larrea Mota Velasco opera también Ferrosur, firma comprada originalmente por la extinta Tribasa, quien la vendió al magnate Carlos Slim.

En la ruta la empresa presume de haber generado nueve mil empleos, conectándose hacia Estados Unidos en cuatro puertos con cara hacia el Océano Pacífico y dos hacia el Golfo de México.

albertobarrancochavarria0@gmail.com

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