MÁS ALLÁ DE que el presupuesto de SCT va a caer casi 24% de aprobarse sin ningún cambio la propuesta que envió al Congreso la SHCP de Luis Videgaray, el compromiso es el de sostener las metas en materia de infraestructura con una mayor participación de la IP.

En lo que hace específicamente a puertos, el coordinador por la SCT Guillermo Ruiz de Teresa está convencido de que los 62 mil millones de pesos comprometidos en 25 proyectos se lograrán, aunque ahora la IP llevará la voz cantante con el 80% de los fondos necesarios.

Firmas como la asiática Hutchison Port Holding (HPH) que dirige Jorge Lecona, la estadounidense Stevedoring Services of America (SSA) de Manuel Fernández o la danesa APM Terminal que a nivel global comanda Kim Fejfer y que es subsidiaria de Maersk, están más que dispuestas a comprometer mayores recursos en los proyectos.

En el puerto de Tuxpan por ejemplo, que deberá crecer al doble para responder a la cercanía con el DF y con El Bajío ya se amarraron otros 400 millones de dólares para 2016.

Por ese punto llega el 96% de la gasolina que PEMEX que encabeza Emilio Lozoya importa y se tiene una capacidad de 100 mil vehículos para hacer frente a las crecientes necesidades del clúster automotriz del centro del país.

En todos los casos SCT se encarga de construir la infraestructura básica y con los fondos de la IP se complementan el resto de las necesidades.

Para pagar se va a descontar de la tarifa variable, en un plazo de 20 años que es el de la concesión.

Es importante que México pueda mantener el programa de inversión en puertos, si se buscan evitar cuellos de botella futuros, máxime la reforma energética y el gran crecimiento como productor de autos.

Hoy somos el cuarto exportador de autos del mundo, pero para 2020 se estima que nos convertiremos en el segundo al pasar de 2.2 a 3.6 millones de unidades. Esto también implicará mayores importaciones de autopartes a razón de 42% por vehículo.

La propia alza de las operaciones petroleras es otro desafío para el que se debe estar preparado.

De hecho en el programa de puertos se da por sentado que las necesidades desde el Golfo de México se van a cuatriplicar.

De ahí el nuevo puerto de Matamoros, la ampliación al doble de Altamira y Tuxpan, el de Coatzacoalcos, Dos Bocas en Tabasco, Seybaplaya y Ciudad del Carmen en Campeche, Progreso en Yucatán y Veracruz, que es el proyecto más influyente del sexenio en ese ámbito.

Con una inversión de más de 21 mil millones de pesos el Puerto de Veracruz se triplicará. Será más grande que los de Manzanillo y Lázaro Cárdenas juntos. Una primera fase estará lista en 2018 y la segunda en 2024.

Con el apoyo de la IP, SCT espera mantener el ritmo de crecimiento de los puertos al doble del PIB, esto es 4% anual para ensanchar la capacidad de 280 que se tenía en 2012 a 500 millones de toneladas. Ahora mismo ya se tienen 370 millones.

En adición a los puertos, la propia SCT que comanda Gerardo Ruiz Esparza mantiene también en la mira el establecer los circuitos de conexión intermodal necesarios para mover toda la mercancía desde el Pacífico al Golfo y viceversa.

Ya hay conexiones por tren y carretera desde Mazatlán hasta Altamira, zona en la que se concentra el 27% de la industria manufacturera y el 50% de la maquila. También se busca reproducir lo propio desde Manzanillo y Lázaro Cárdenas a Tuxpan y Veracruz, y más en el sur de Coatzacoalcos a Salina Cruz.

Así que más allá de las dificultades ocasionadas por la caída del petróleo, la apuesta está en la IP, máxime que pese a la difícil coyuntura, nacionales y extranjeros muestran gran interés.

Habrá que ver que tanto se logra concretar.

PUES NADA QUE la asamblea de la desarrolladora de vivienda GEO, la otrora líder de ese negocio, ya no se va a realizar este 27 de octubre. Fue necesario mover la fecha por algunos temas de la ruta crítica que no avanzaron a la velocidad deseada. Entre ellos la quita fiscal por parte del SAT que lleva Aristóteles Núñez, para ceñirse a los convenios aceptados por todos los acreedores en la reestructura. Como quiera parece que ya hay acuerdos. El otro son los estados financieros a cargo de Deloitte de Francisco Pérez Cisneros, que tuvo que asumir la valuación de propiedades y otros costos vinculados a permisos a la actual realidad de esa emproblemada empresa. Ya en ese contexto hoy se realizará el consejo y se espera que unos días venga la publicación para la convocatoria a la asamblea. La nueva fecha es el próximo 10 de noviembre. Para entonces se hará el relevo de Luis Orvañanos como presidente y ya se convino que asuma en su lugar Juan Carlos Braniff de Capital, una de las dos instituciones que inyectarán los recursos a GEO junto con SOLIDA, subsidiaria de BANORTE que dirige Marcos Ramírez.

SI BIEN EN el Senado hay algunos representantes más comprometidos con el tema de la obesidad como Marcela Torres, Maki Ortiz o Armando Ríos Piter, expertos ven apretado que esa instancia realice cambios sustanciales al IEPS para refrescos y alimentos con alto contenido calórico. Como sabe, la única novedad en ese apartado fue la disminución de un 50% a bebidas saborizadas que tengan hasta 5 gramos de azúcares por cada 100 mililitros. Vale aclarar que esto no significa una baja de la cuota de un peso por litro. De hecho el ajuste apenas alcanza al 1% del universo de los refrescos. El punto es que la medida pueda representar un acicate para que la industria, o sea Coca Cola de Francisco Crespo o PepsiCo de Pedro Padierna, reformulen otros productos para subirse a esa ventaja. Hay quien considera que hubiera sido mejor que los diputados establecieran una tabla gradual, justo para estimular la oferta de productos dietéticos.

ESTA SEMANA SE realiza en Santiago de Chile, el 30ª Congreso de la Federación Interamericana de la Industria de la Construcción que preside Juan Ignacio Silva, con la presencia de 18 países. Por México participa Gustavo Arballo, cabeza de nuestra cámara, la CMIC. Obviamente el entorno no es la mejor noticia para la región y menos para ese rubro. En el caso de nuestro país se cree que el ámbito de la construcción pueda crecer ligeramente arriba del 2.5% este año ya muy cerca de la recta final. Para el 2016 se estima un 3%, dado el avance proyectado para el PIB que andaría en un 2.5%. Además hay la confianza de que en el presupuesto federal los diputados privilegien el gasto de inversión, lo mismo que en los estados. También están los esquemas de APP, la FIBRA E y los Certificados de Proyectos de Inversión. Como quiera tampoco será un año fácil, sobre todo porque los ajustes fiscales en general no promueven la actividad económica.

aguilaralberto@prodigy.net.mx

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