Los ingresos públicos permiten contar con los recursos públicos para hacer frente a los crecientes gastos, dan sentido específico a los programas, y dotan a los mismos de los elementos materiales indispensables para el cumplimiento de sus objetivos y metas a realizar.

Los ingresos del gobierno federal han representado un promedio de 15 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) en los últimos tres años, y para los ingresos públicos vía impuestos han representado alrededor del 10 por ciento del PIB; prácticamente no se observan incrementos substanciales en estos rubros en los últimos años.

Los ingresos totales esperados para el 2016 registran un decrecimiento del 1.9 por ciento con respecto a este año 2015, esto se observa al comparar las cifras aprobadas por el Congreso de la Unión y la propuesta en la Ley de Ingresos para el siguiente año. Así, para 2016 se estaría esperando la entrada de recursos adicionales por alrededor de 52 mil millones de pesos, cantidad que contrasta con los estimados para este año de 227 mil millones de pesos.

Los ingresos públicos en su conjunto, de acuerdo con lo anterior, registran una reducción en las estimaciones de ingresos públicos, sin embargo, si nos detenemos a observar los ingresos provenientes de los impuestos indirectos, y de acuerdo a las cifras que se presentan en la Ley de Ingresos para el ejercicio fiscal de 2016, indican que se espera una mayor recaudación vía impuestos, se estiman ingresos por 2 billones 421 mil millones de pesos, cantidad que representa una participación de 12.6 por ciento del PIB del país para 2016.

Si consideramos que los ingresos impositivos para este año representan, con datos de la Ley de Ingresos, el 10.9 por ciento del PIB, mismos que si los comparamos con los ingresos del siguiente año (12.6 por ciento del PIB), se tiene un incremento de 1.7 por ciento del PIB, que representan un diferencial de ingresos impositivos de alrededor de 442 mil millones de pesos.

¿Cuál es el rubro impositivo donde se ubica el mayor incremento de los ingresos para 2016?, la respuesta la encontramos en el mayor incremento del rubro de Impuestos Especiales sobre Producción y Servicios (IEPS), estimándose estos ingresos en 203 mil millones de pesos. Como se sabe, este tipo de impuestos son de carácter indirecto, que gravan el consumo y que comprenden combustibles, bebidas, tabacos, juegos y redes públicas, entre otros; y se identifica que en particular los impuestos a las gasolinas y diésel para combustión interna alcanzarán los 223 mil 522 millones de pesos, cantidad muy superior a la que se considera para este año, que es de alrededor de 30 mil millones de pesos.

En el caso de los impuestos al comercio exterior, si bien hay aumentos, no son de la envergadura del impuesto indirecto al consumo (IEPS), pero aun así los ingresos públicos no aumentan de tal manera que superen sustancialmente los niveles impositivos actuales.

Cada vez que se presenta el paquete económico y se observan las estimaciones fiscales contempladas para el ejercicio fiscal, el tema de la reforma fiscal vuelve otra vez al debate, seguiremos en ese tenor hasta que realmente podamos contar con una reforma fiscal integral que en verdad ataque las fuentes de evasión, elusión y promueva y aplique incentivos sencillos en la compleja maquinaria fiscal con la que actualmente se opera.

Los ingresos fiscales vía impuestos contenidos en la propuesta de la Ley de Ingresos una vez más nos muestra que seguimos sin avanzar, seguimos sin contar con una mayor recaudación fiscal, continuamos teniendo bajos niveles de ingresos fiscales, situación que muestra nuestra vulnerabilidad económica; la economía de mercado seguida hasta el momento no ha generado las condiciones suficientes para crecer y para que este crecimiento sea un reflejo de mayores ingresos fiscales producto de la dinámica propia del mercado.

Centro de Análisis de Coyuntura Económica, Política y Social de la Facultad de Economía de la UNAM

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