Texto: Hugo Santos Gallagher

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Tras la ceremonia de premiación por la victoria de los Patriots de Nueva Inglaterra 34-28 sobre los Falcons de Atlanta en la edición LI del Super Bowl, el equipo campeón se enfiló a los vestidores. A aquel lugar solo tenían acceso miembros del equipo, la liga y los medios de comunicación. Fue en ese espacio donde, en medio de la celebración, el jersey con el número 12 del quarterback Tom Brady fue robado. El quinto súper tazón que ganaban los Pats se vio marcado.

En los días subsecuentes al juego, Brady comunicó por redes sociales y a los medios de comunicación que su prenda había sido hurtada del vestidor aquel 5 de febrero. Tras varias investigaciones hechas por el FBI y la policía de Houston (donde se realizó la justa deportiva), el pasado 20 de marzo se llegó a la conclusión de que Mauricio Ortega, exdirector del periódico mexicano LA PRENSA, había sido el autor del robo y que no había sido la primera vez en la que Ortega se había adjudicado prendas de los vestidores de la NFL, pues llevaba 15 años asistido al evento y tenía acceso a vestidores por su acreditación como reportero.

Afortunadamente la prenda, valuada en medio millón de dólares, fue recuperada. Sin embargo, no es la primera ocasión en la que un objeto de gran valor e importancia deportiva ha sido robado, no sólo en el futbol americano; incluso algunos jamás fueron recuperados.

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Jersey de Tom Brady robado del estadio NRG de Houston el 5 de febrero.

Esta misma semana Manuel Negrete, exjugador de la selección mexicana, declaró que el jersey que portó en el mundial de México 86 también fue robado de los aparadores del Estadio Azteca. Negrete narró que intercambió su camiseta con un jugador de Bulgaria tras el triunfo de la escuadra mexicana en octavos de final del certamen, y que años después recuperó la prenda por medio de una amiga. Posteriormente, Negrete la donó al Estadio Azteca como un tesoro deportivo. Pero el jersey se extravió de las vitrinas del inmueble y hasta la fecha se desconoce su paradero.

El objeto robado más famoso en el deporte

El suceso de mayor relevancia, en cuanto al hurto de objetos deportivos se refiere, es el doble robo de la Copa Jules Rimet, que fue el primer trofeo que la FIFA otorgaba al equipo campeón de la Copa del Mundo. El galardón fue hurtado por primera vez en Inglaterra el 20 de marzo de 1966, meses antes del comienzo del certamen que se llevaría a cabo en el país europeo.

Ésta se exhibía en el Central Hall de Westminster, cuando fue robada mientras los guardias descuidaron la vigilia. EL UNIVERSAL hace alusión a este hecho en una nota de la portada de su segunda sección del 21 de marzo con el encabezado “Robaron la ‘Copa Jules Rimet’ que se disputa en el Mundial de Futbol”.

Ocho días después del incidente, un perro llamado Pickess encontró la copa envuelta en papel en una senda mientras su dueño Dave Corbett lo había llevado de paseo. El can se convirtió en héroe nacional y tuvo el honor de estar presente en la inauguración del certamen. En la nota publicada el 28 de marzo de 1966, EL UNIVERSAL daba a conocer el curioso suceso: “No fue Scotland Yard la que encontró la robada Copa Jules Rimet… ¡fue un Perro!”. Nunca se supo quién fue el ladrón.

Esta copa fue robada una segunda vez en 1983, mientras era exhibida en la Confederación Brasileña de Futbol con sede en Río de Janeiro. El hecho ocurrió la madrugada del 20 de diciembre, cuando dos hombres sin identificar penetraron las instalaciones y sometieron al vigilante nocturno. El trofeo estaba valuado en 40 mil dólares, pues estaba hecho de oro puro y pesaba tres kilogramos. Jamás fue recuperado. Hasta la fecha se desconoce de los perpetradores y del paradero del galardón. Se creé que fue fundida.

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Plana de EL UNIVERSAL DEPORTES del 21 de diciembre de 1983 con el encabezado del robo de la Jules Rimet.

En aquella ocasión además de la Jules Rimet fueron tomadas la Copa del Campeonato Panamericano de 1956 y la Copa de la Independencia del torneo disputado en 1972 por el aniversario 150 de la independencia del Brasil.

El trofeo Rimet fue nombrado así por el presidente de la FIFA, Jules Rimet, quien creó el certamen del Mundial de Futbol en 1930. El galardón estaba en posesión de Brasil, ya que la selección la había obtenido de forma permanente en el Mundial de México 70 frente a Italia, pues la regla decía que quien ganara el mundial tres veces, tenía el derecho absoluto de quedarse con el trofeo de manera definitiva.

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Copa Jules Rimet en el mundial de México 70 donde Brasil la ganó de manera definitiva.

Los robos antes de Brady

En la NFL también habían ocurrido extravíos de artículos antes del jersey de Brady. Los carretes de la cinta del primer Super Bowl disputado entre los Packers de Green Bay y los Chiefs de Kansas City se extraviaron. Lo único que queda de aquel partido de enero de 1967, que atestiguaron 77 millones de personas, son dos minutos de acción que se encuentran resguardados en una bóveda en Nueva York. La grabación original incluía una entrevista a Vince Lombardi, el coach ganador del encuentro.

Otro trofeo perdido fue el del primer Campeonato de la NFL celebrado en 1920 entre los Akron Pros y los Decateur Staleys. La polémica caracterizó este caso, ya que los Staleys y los All Americans de Buffalo aseguraron que los Pros no eran los legítimos campeones.

Estas protestas duraron lo suficiente como para perderle la pista al trofeo que recibía el nombre de Copa Brunswick-Balke Collender. Años después la NFL reconoció a los Akron Pros como legítimos campeones, pero se desconoce lo que sucedió con el trofeo de campeones.

De enero a octubre de 1995, mientras la atención de los medios de comunicación se concentraba en el caso de O.J. Simpson, jugador de futbol americano acusado de homicidio, fueron robados de la universidad de USC el jersey con el número 32 que portó en sus años de universidad y una réplica del trofeo Heisman que obtuvo en 1968. Se calcula que el valor de ambos artículos podría llegar a los 70 mil dólares. Simpson fue uno de los mejores jugadores en la historia del futbol americano profesional, pero tras el juicio por homicidio jamás volvió a recuperar su reputación.

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Trofeo Heisman, el cual es entregado al mejor jugador colegial cada temporada.

Todo fanático de los Steelers de Pittsburgh ha escuchado de la “Inmaculada Recepción”, acción realizada en el juego divisional frente a los Raiders de Oakland el 23 de diciembre de 1972. Aquel día faltando menos de un minuto para el final del juego, el fulback Franco Harris atrapó milagrosamente el balón después de que este saliera volando de las manos del corredor John Fuqua al ser tacleado por el safety Jack Tatum y llevarlo a la zona de anotación para el touchdown de la victoria.

Pero lo que nadie cuenta es que tras la victoria de los Steelers, los fanáticos invadieron el campo y envolvieron a Harris entre abrazos. El exjugador ha declarado en entrevistas que entre tantas personas le fue arrebatado el balón y nunca más volvió a tocarlo; sin embargo, un fanático que asistió al juego aquel día aseguró tener el balón. Pese a que nunca se ha comprobado si es el auténtico, el valor estimado del balón es de 80 mil dólares.

También en el béisbol

En el béisbol el extravió de objetos también ha ocurrido y uno de los casos más sonados fue el de las confesiones de los jugadores de los White Sox de Chicago que amañaron la Serie Mundial de 1919. Los jugadores Edward Cicotte, Joe Jackson y Lefty Williams, confesaron haber amañado la serie frente a los Reds de Cincinnati, los testimonios fueron anotados y firmados por los acusados.

Sin embargo, el juicio inició hasta 1921 y en el tiempo de espera los documentos fueron robados de la oficina del fiscal del Estado de Illinois. El caso se derrumbó y los jugadores acusados fueron absueltos. Se dice que las confesiones fueron incineradas porque implicaba a muchos mafiosos y políticos en aquella Serie Mundial.

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Joe Jackson jugador de los White Sox uno de los acusados de amañar la serie mundial del 1919.

La NBA tampoco se salva

En la NBA el extravío de objetos más famoso fue el del balón de los 100 puntos de Wilt Chamberlain. Era el 2 de marzo de 1962 en el duelo entre los Warriors de San Francisco y los Knicks de Nueva York en donde Chamberlain logró tal hazaña mientras jugaba con los californianos.

Al final del duelo cuando trataron de buscar el balón este no apareció, nunca fue recuperado. Un hombre que responde al nombre de Kerry Ryman afirma que asistió al duelo cuando tenía catorce años de edad y que le arrebató el balón a Chamberlain, pero jamás fue comprobada esta teoría.

Fuentes cercanas al equipo afirman que guardaron el balón en la maleta del jugador. Pese a ser una época más moderna, el juego no fue transmitido en televisión y las fotografías son escasas para obtener al menos pistas del balón.

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Wilt Chamberlain mostrando un 100 tras haber anotado esa cantidad de puntos en el juego de la NBA del 2 de marzo del 62.

El caso más reciente en la NBA fue el del exjugador de Los Ángeles Lakers de nombre Derek Fisher, el cual fue despojado de sus cinco anillos de la NBA a principios de este año. El reporte dice que personas allanaron su casa por la noche. Hasta la fecha no hay arrestos ni pistas del paradero de estos objetos.

Al igual que un robo bancario o de piezas de arte, el hurto de artículos deportivos es también una actividad ilícita penada por la ley. La pregunta es si los robos responden al valor monetario que tienen las piezas o porque el fanatismo rebasa los límites, o quizá por ambos.

Fotos antiguas: Archivo fotográfico de EL UNIVERSAL

Fuentes: Periódico EL UNIVERSAL fecha 21 y 28 de marzo de 1966, 21 de diciembre de 1983. SI´s 25 Lost Treasures de si.com.

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