Texto: Paulina Salgado
Foto actual: Xochitl Salazar
Diseño web: Miguel Ángel Garnica

A todos nos gusta ir al cine y pasar un buen rato. Es tanta nuestra afición que si se trata de un estreno en cartelera, no dudamos en lanzarnos a las salas cinematográficas para ser los “primeros” en ver la película en cuestión. Poco importa si es entre semana o a altas horas de la noche, la satisfacción consiste en hacer el típico “spoiler” a nuestros amigos de la escuela o del trabajo con el clásico: Y al final, se muere el héroe, el protagonista principal.

La experiencia del cine no sería la misma sin la enorme pantalla y un sonido espectacular, ni qué decir de esos cómodos asientos reclinables que nos hacen querer estar sentados por horas. ¿Te imaginas un lugar sin todas éstas características?

Tal vez no, si eres un millennial (generación que creció en la época del nuevo siglo, por el año 2000), pero hay personas que pudieron admirar una película sin tantas “extravagancias” y que también fueron testigos de todos los cambios que se han presentado en estos espacios.

Las salas de cine son parte importante de la historia de nuestra ciudad, cada recinto poseía características específicas que las diferenciaban de los demás. Tal es el caso del Cine Cosmos. Este inmueble se encuentra en la delegación Miguel Hidalgo, en la esquina de la calzada México-Tacuba y el Circuito Interior. Era el lugar ideal para que los alumnos de la cercana Benemérita Escuela Nacional de Maestros, la Normal, se fueran de pinta, pues por sólo cuatro pesos podían ver tres películas diferentes; además era de los pocos cines que contaban con estacionamiento. También era muy famoso entre el público infantil de la zona por sus matinés de fin de semana.

Así, en los años cuarenta, la industria cinematográfica estaba en boga, por eso cada año se abrían nuevas salas. Sin embargo, el Cine Cosmos “empezó con el pie izquierdo”. A un día de su inauguración, en 1946, se hizo una prueba de luz y sonido; una minúscula chispa fue la que inició todo. En cuestión de horas el recinto ya estaba consumido por el fuego. Y tardaron dos años en la reconstrucción del lugar.

En la primera construcción, el productor de cine, Jesús Grovas fue quien financió el proyecto; el lugar fue diseñado por Carlos Crombé, arquitecto de otros cines como El Colonial, Odeón, Alameda y Olimpia. La Operadora de Teatros S. A. era la institución que tenía los derechos del Cosmos. Para recordar un poco, esta empresa perteneció por muchos años al Estado mexicano y se encargaba de regular la exhibición cinematográfica de nuestro país para que la mayoría de las películas que se proyectaran fueran sólo de carácter nacional.

Tras el incendio, el nuevo diseño quedó a cargo de Carlos O. Vergara, dándole así un estilo art decó. La reapertura ocurrió el día 24 de junio de 1948. Todos los asistentes de colonias cercanas esperaban ver proyectadas las cintas nacionales e internacionales.

Héctor De Mauleón, en una de sus columnas publicada en EL UNIVERSAL, comenta que el Cosmos tenía 5 mil butacas forradas de piel y contaba con la mejor proyección sonora. Incluso, el día de la apertura en las páginas de EL UNIVERSAL se publicaron varias felicitaciones de diversas empresas; además, la Operadora de Teatros mandó publicar una carta donde precisaba que la mano de obra y el diseño fue cien por ciento hecho por manos mexicanas.


Columbia Pictures fue una de las instituciones cinematográficas que celebró la apertura del Cine Cosmos y publicó su felicitación en EL UNIVERSAL en 1948.

La función de la apertura inició a las 21:00 horas con la película Agonía de amor, del director David Selznick (reconocido por su filme Lo que el viento se llevó). La entrada costó 50 centavos, fue una función especial y las ganancias se donaron a la caridad. Durante la inauguración se tuvo una afluencia de más de 2 mil 600 espectadores.


Promocional de la película Agonía de amor del 24 de junio1948.

Pero en una ciudad con más de 300 salas cinematográficas y con inigualable competencia como lo eran el  Cine Teresa, el Cine Opera, o bien, el Cine Chapultepec, por citar algunos ejemplos, ¿qué es lo que hacía al Cine Cosmos tan especial?

El Cine Cosmos pasó a la historia por sus promociones e innovar en sus servicios, fue de los primeros cines en instaurar lo que hoy conocemos como la matiné. Y el 11 de julio de 1948, en las páginas de EL UNIVERSAL, se anunció la primera del Cosmos.

Esta función matutina consistía en que los horarios de la proyección de las películas fueran antes del mediodía y tenían un bajo costo.

Fue tal el éxito de este proyecto que muchos otros empezaron a imitarlo, tanto así que al paso de los años esta técnica de marketing sigue en uso. También se realizó el 3x1: pagabas un boleto por cuatro pesos y tenías derecho a ver tres películas en horarios intercalados. Sin duda era de gran ayuda para las grandes familias. Así, en la década de los años 50 el Cine Cosmos fue de los más populares de la calzada México-Tacuba, sobre todo entre el público infantil, que era al cual eran dirigidas en estos horarios.


En la imagen se puede observar el promocional en el que se anuncian las funciones matinés, con una película donde aparece Tin Tan.  

Fueron casi 20 años de tranquilidad para este lugar, donde centenares de familias se sentaban en sus 5 mil butacas en  la luneta y anfiteatro para poder disfrutar de buenas funciones. Algunas de las películas que se llegaron a proyectar en su pantalla fueron: Piratas de Capri, Las mil y una noches, Música y lágrimas.

Pero en la época de los 70 ya se vivía la decadencia de lo que un día fueron los palacios cinematográficos y las ganancias de la dulcería eran las únicas que mantenían en pie a estos grandes colosos. Fue, precisamente, en esa década que el Cine Cosmos fue testigo del “El Halconazo”, represión estudiantil del 10 de junio de 1971.

Incluso, la imagen antigua del comparativo fue tomada ese jueves de Corpus de 1971. Al fondo se aprecia el cine Cosmos.


Estas imágenes fueron tomadas el 10 de junio de 1972, a un año de los acontecimientos, cuando alumnos del IPN rindieron un homenaje a sus compañeros.

Así, para luchar contra su destino, el Cine Cosmos se renovó por completo y pasó a ser el Macro Cosmos, con este nombre su giro era ser un multicinema: la única sala fue divida en cinco más pequeñas, pero las proyecciones en la pantalla y el sonido fallaban constantemente. El éxito no fue el esperado.

La crisis que vivían las salas cinematográficas eran constantes, por esa razón el Estado mexicano decidió privatizar las salas cinematográficas, y el 4 de marzo de 1993, se publicó en diversos medios que la Operadora de Teatros S. A. sería subastada y a un año de realizarse dicha subasta, más de 100 salas cinematográficas cerraron sus puertas por completo, entre ellas el Cine Cosmos, el cual permaneció sumergido en el olvido por poco más de 20 años.

Pero una tenue luz de esperanza brilló para este recinto, cuando en el 2014 el antiguo jefe delegacional en Miguel Hidalgo, Víctor Romo, anunció su remodelación para convertirlo en un centro social y cultural. En una nota de EL UNIVERSAL, se aclara que la delegación compró el lugar por más de 40 millones de pesos, y se han invertido otros 20 más para la remodelación.

Actualmente, la obra se encuentra completamente parada. Xóchitl Gálvez, actual jefa delegacional, ha declarado en diversos medios de comunicación, que se necesitan 200 millones para concluir la remodelación. Y aun así, se espera que para el próximo año la obra esté completamente finalizada.

Sin duda la experiencia que se vive en las salas cinematográficas ha cambiado, ahora se prefiere ir a algún centro comercial para pasar el rato. Mientras que el antiguo Cine Cosmos pasa inadvertido, mimetizándose con el asfalto de las banquetas, perdido y olvidado. Poco queda de esos días de gloria y esplendor, donde ir al cine era una experiencia sencilla y muy afable.

Fotos antiguas: Archivo fotográfico EL UNIVERSAL.

Foto principal: Años 60

Fuentes: Consulta del sitio web bibliotecas.unam.mx; “La transformación en las salas de cine y su impacto en los espectadores. Los momentos de coyuntura”, tesis de maestría de Felipe Morales Leal Marzo, UNAM, 2011; “Estudio sobre la transformación del diseño arquitectónico de los cines de la ciudad de México”, tesis de licenciatura de José Gildardo Zurita Castro, UNAM,  enero de 1999; “Elegía por el cine Cosmos” de Héctor de Mauleón publicada el 18 de Junio de 2012 en EL UNIVERSAL; “El Cosmos se convertirá en Centro Cultural”, artículo de  Abida Ventura publicado el 24 de mayo de 2014 en EL UNIVERSAL; “Los Cines de Barrio Una tradición que se fue”, artículo de Notimex publicado en EL UNIVERSAL el 10 de octubre del 2015.

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