Colaboración especial

Al igual que la República Popular de China ha alarmado a sus vecinos por la agresiva afirmación de la soberanía sobre vastas porciones del Mar de China Meridional, Venezuela, mucho más cerca de EU, insiste en una reivindicación histórica de afirmar su propia "línea de nueve guiones" en el Caribe, en un ámbito con implicaciones estratégicas importantes para EU y para la seguridad en el región.

Venezuela reclama como suya la vasta región de Esequibo, aproximadamente dos terceras partes del actual territorio de su vecino Guyana, junto con las aguas definidas por la plataforma continental del área reclamada. Aquí es donde un consorcio internacional liderado por Exxon Mobil, que opera bajo una licencia con el gobierno guyanés, descubrió un gran yacimiento de petróleo con un valor estimado de mercado de 40 mil millones de dólares.

El área en cuestión había sido otorgada a Guyana, entonces bajo control británico, en un laudo arbitral de 1899. En 1962, Venezuela declaró formalmente su deseo de impugnar la decisión. La disputa se da con relativamente poca atención hasta octubre de 2013, cuando militares venezolanos detienen el buque petrolero Teknik Perdana, por la realización de operaciones de exploración en la zona sin permiso.

El incidente de 2013, con la confirmación de que existen importantes cantidades de petróleo en la zona disputada, llevó a Venezuela a reclamar de una forma mucho más agresiva.

El 25 de mayo de 2015, Venezuela emitió un decreto presidencial, reafirmando su reclamo y vinculación con una nueva "Zona de Defensa Marítima Integrada", defendida por sus fuerzas armadas. La acción fue tan agresiva que Colombia, cuyos límites marítimos con Venezuela también fueron amenazados, protestó por la zona.

En las semanas siguientes, el presidente Nicolás Maduro, declaró que su país inició el registro de las personas que viven en el territorio del Esequibo (bajo administración guyanesa), con la tarjeta de identidad venezolana. El gobierno venezolano también está utilizando la presión económica. En julio anunció que suspendía sus compras de arroz a Guyana, un golpe significativo dado que Venezuela compra el 40% de las exportaciones a esa nación.

Por su parte, Guyana carece de las capacidades militares para prevalecer sobre Venezuela. Su presidente, David Granger, ha afirmado en repetidas ocasiones su interés por dar solución a la disputa a través de canales diplomáticos y jurídicos, pero también se ha comprometido a defender el territorio soberano de la nación si es necesario y ha convocado a la Junta de Defensa de Guyana.

¿Debe Estados Unidos intervenir? Al igual que en el Mar Oriental de China, EU debería evitar tomar una posición sobre el reclamo legal venezolano. Sin embargo, tiene una posición firme de apoyo a la integridad de las fronteras nacionales, y en este caso, a la seguridad de Guyana contra los intentos venezolanos de intimidación.

Esto debe incluir el refuerzo del derecho de Guyana para gestionar Stabroek (el bloque de petróleo en alta mar en disputa) y otros bloques costa afuera del país, así como sus territorios marítimos y terrestres. A través de este esfuerzo, EU también daría a entender que cualquier cambio en el status quo de reconocimiento internacional sólo puede volver a negociarse a través de medios legales y diplomáticos internacionales.

La retórica y las acciones agresivas de Venezuela implicarían problemas para la estabilidad de la región.

Si alguna vez ha habido una disputa en la que la OEA deba influir en la resolución, es ésta. Venezuela ha solicitado la mediación de todas las organizaciones a excepción de la OEA , incluidas la ONU y la CELAC (Comunidad de Estados de América Latina y el Caribe). Sin embargo, sólo la OEA cuenta con las estructuras burocráticas para resolver controversias de esta naturaleza.

El reclamo de los derechos de más de dos terceras partes del territorio de Guyana y aguas asociadas por parte de Venezuela debe ser resuelto por la vía legal, diplomática e internacional, no por la militar y la intimidación económica. En este caso debe prevalecer, por parte de EU y otros vecinos de la región, la defensa de la democracia, el Estado de derecho y el orden normativo internacional.

Profesor de Estudios Latinoamericanos en el Instituto de Estudios Estratégicos del Colegio de Guerra del Ejército de EU.

De LatinAmericaGoesGlobal.org para Grupo de Diarios América

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