Boston, capital del estado de Massachusetts, ha cobrado gran relevancia en la costa este de EU, como centro del conocimiento, con universidades como Harvard, MIT, Boston University, Tufts, UMass, Berklee College of Music, Boston College, entre otras, para un total de 114 en el estado y 54 en su capital. Pero también, como el crisol de la innovación y el emprendimiento en ciencia y tecnología, superando al famoso “Silicon Valley” de San Francisco en la costa oeste de EU.

El secreto de ese éxito es la interconexión entre esos centros de educación superior, y titanes como Microsoft, General Electric, Google, y otros, que ubicadas todos en la misma ciudad, comparten el espacio con instituciones financieras de primer nivel, listas para apostar capital de riesgo (venture capital) a empresas que apenas empiezan a madurar y hacerlas empresas sustentables. Boston ha creado todo un ecosistema, con aceleradoras de negocios, probablemente sin paralelo en el mundo, en el que trabajan de la mano la innovación tecnológica y científica, con empresas ya establecidas a nivel global, universidades de enorme prestigio y capital, elementos clave, junto con el gobierno, para mejorar la sustentabilidad de cientos de empresas públicas y privadas.

La aceleradora empresarial más reconocida es MassChallenge (@masschallenge), surgida de la profunda crisis económica (2007-2009), cuando su fundador John Harthorne, ante la debacle financiera , concluyó que era menester acelerar a mucha mayor velocidad la generación de riqueza y sobretodo de empleo, con más y más negocios, en breve, crear valor agregado sustentable. En tan sólo 8 años de existencia las 835 empresas que MassChallenge ha impulsado, han generado más de 50 mil nuevos empleos directos e indirectos, levantado 1.4 billones en capital de inversión y más de 575 millones de ganancias.

México participó en la convocatoria de MassChallenge para 2016 con tal éxito que de los 29 proyectos finalistas, 26 startups son mexicanas, cuya finalidad es consolidar proyectos de impacto social y económico en el país. La diversidad de las innovaciones de los competidores mexicanos es bastante amplia: proyectos para agua potable, servicios financieros transnacionales para individuos y compañías, un medidor de glucosa no invasivo para combatir la diabetes, una aplicación de vinculación de los ciudadanos con políticos mexicanos, y tratamientos psicológicos con el smartphone, por mencionar sólo algunos. Con tanto talento creativo, México es uno de los cinco países, junto con Suiza, Israel, Reino Unido y EU, en donde MassChallenge se ha establecido.

Otro ejemplo son las 4 mexicanas egresadas del Tec de Monterrey, creadoras de PRO TRASH (@Protrashco), un proyecto ya probado en Jalisco, enfocado al reciclaje de la basura a través del empoderamiento de amas de casa y estímulos a recolectores (chatarreros) para llevar los residuos orgánicos e inorgánicos separados a una empresa de reciclaje, abatiendo considerablemente la emisión de CO2. Por vez primera, este equipo mexicano quedó entre los 5 finalistas de entre 25 mil concursantes de todo el planeta, en una contienda global por el premio (un millón de dólares) de innovación con impacto social con mayor prestigio a nivel internacional, el Hult Prize. Descrito como el “premio nobel de estudiantes”, este concurso reúne a participantes de más de 600 universidades para presentar un proyecto a la Hult Prize Foundation, creada por el presidente Bill Clinton.

México tiene el talento para crear proyectos de innovación con alto impacto social. Impulsar y vincular a nuestros connacionales con el ecosistema de innovación en Boston se ha convertido, junto con la protección a los mexicanos independientemente de su condición migratoria, en la prioridad de este Consulado General.

Cónsul General de México en Boston

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