El próximo 9 de julio conmemoraremos ante el presidente de México, Enrique Peña Nieto, el día del abogado.

Este festejo se inició durante el mandato del presidente Adolfo López Mateos en el año 1960, cuando el director del Diario de México, Federico Bracamontes, propuso que se recordara esta fecha como un referente de la primera cátedra para la enseñanza del Derecho en la Nueva España en 1533.

El Derecho ha sido para muchos una misión de vida de hombres y mujeres que han entregado sus conocimientos y dedicación al servicio público, a las reformas e innovaciones jurídicas desde la tribuna del Legislativo o a la noble tarea de impartir justicia.

Desde el inicio de mis estudios preuniversitarios, un grupo de jóvenes amigos emprendimos la tarea de publicar una revista titulada VOX LEGIS, en donde nos dimos a la tarea de vincular la investigación periodística con el conocimiento del amplio horizonte que tiene el Derecho y otras disciplinas afines. Posteriormente, en las aulas de la UNAM tuvimos el honor de recibir las cátedras impartidas por los grandes maestros que formaron parte del claustro académico de nuestra máxima casa de estudios.

A la distancia podemos reiterar que la contribución que han hecho los grandes juristas del México contemporáneo ha sido esencial para quienes proponen, inspiran y corrigen los avances institucionales en el diseño y operación de las instituciones modernas que sirven a todo ciudadano.

Ello en el plano electoral, en el límite del ejercicio del poder, en la figura de amparo, en la protección de los derechos humanos, en las negociaciones internacionales, en la definición y prevención de los delitos a menores y los marcos que fortalecen a los grupos vulnerables de nuestra sociedad. Somos parte de una profesión que vive entre la norma y la ética para convertirla en convivencia armónica o en sanción adecuada. Pero sobre todo tenemos un compromiso ineludible con la justicia, la democracia, la equidad y la libertad. Sabemos que en estos objetivos hay una gran tarea por delante y confiamos en que los profundos avances registrados en las reformas estructurales nos ofrecen una nueva plataforma para impulsar más aún el desarrollo del país.

Habremos de redoblar esfuerzos para contribuir a fortalecer la cultura de la legalidad, porque educar para la justicia es la fórmula para la convivencia en paz.

Rúbrica. Aprendiendo griego. Oclocracia: el gobierno de la muchedumbre, que Ortega y Gasset interpreta como método para conducir a las muchedumbres hacia donde los demagogos y los populistas quieren.

Político, escritor y periodista.

@AlemanVelascoM

articulo@alemanvelasco.org

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