Las empresas son el motor del crecimiento de México. Pero ¿están preparadas nuestras empresas para asumir ese desafío?

Esta pregunta es de gran relevancia en estos momentos de incertidumbre y volatilidad en el ámbito internacional, así como por los desafíos en nuestra economía interna.

En COPARMEX estamos convencidos de que la mejor forma de impulsar el desarrollo y el bienestar de las personas, y a la vez combatir la pobreza y la desigualdad –los dos mayores desafíos de México–, es a través de una estrategia de desarrollo que permita potenciar el valor compartido que se crea en las empresas y sus cadenas productivas. Y hablo de las empresas como conjunto de personas: empresarios y trabajadores colaborando para la generación de valor para el bienestar y la solidez de nuestra economía.

El gran reto que enfrentan las empresas mexicanas para consolidarse como ese motor de crecimiento de nuestra economía, es el cambio que a ritmo vertiginoso se está observando a escala mundial en la forma de hacer negocios.

Desde nuestra perspectiva, son cuatro las tendencias que están transformando a las empresas a escala global:

1.     Fusión de lo industrial con la tecnología: la demanda la establece el consumidor final a través de dispositivos. Se utilizan nuevos sistemas de producción totalmente sistematizados y más flexibles

2.     De lo masivo a los nichos: el gran potencial de los mercados está en satisfacer la demanda de los diferentes nichos y necesidades específicas.

3.     De lo local a lo global y móvil: empresas locales que venden a nivel mundial a través del comercio digital.

4.      De lo físico a lo virtual y conceptual: hoy en día las marcas y conocimiento valen más que los activos de la empresa:

Ciencia, tecnología, arte y diseño están cambiando el mundo. Un mundo que no se detiene y que ha vuelto obsoletas a las empresas que no se adaptaron. Lo que hoy hacemos, la forma de relacionarnos y de hacer negocios, será transformada radicalmente en los próximos años, nos guste o no.

Por eso, los empresarios de Coparmex nos preguntamos: ¿los mexicanos estamos preparados para el cambio?

En México sólo invertimos el 0.4% del PIB en investigación y desarrollo, y ocupamos el lugar 66 en el Índice Global de Innovación.

El 95% de nuestras empresas son Pymes; y de ellas sólo 2 de cada 10 utiliza computadoras para su operación diaria. El 70% de las empresas cierran antes de cumplir 5 años y muy pocas (apenas el 11%) llegan a los 20 años de operación. ¿Y la innovación? Sólo el 11% declara haber realizado algún proyecto de innovación de productos o procesos en el lapso de un año. Queda claro que es necesario un cambio urgente en México.

Esta semana, en Coparmex organizamos el Innovation & Business Forum, un encuentro en el que más de mil personas reflexionamos sobre la necesidad de este cambio en nuestra actividad empresarial y en la forma de generar bienestar para las personas.

Estamos convencidos de que las empresas ya no pueden seguir compitiendo por costos, como muchas lo han hecho hasta hoy. En el nuevo contexto internacional, debemos abordar un enfoque en el que la competencia se dé por valor agregado, incorporando tecnología e innovación en los procesos y productos.

La fórmula para adaptarse implica para el empresario una Nueva Cultura Empresarial que integre exitosamente inteligencia, tecnología, innovación, talento humano y valores, que se complemente con una política pública apta para el nuevo escenario internacional.

En primer lugar debemos Impulsar una política pública que favorezca el fortalecimiento de las empresas, la inversión de largo plazo y la innovación constante.

Debemos apuntalar los objetivos de la colaboración público- privada: fomentar la formación de clústers y cadenas de valor para ser más competitivos, impulsar los nuevos motores del crecimiento en México, incentivar la inversión, desarrollo e innovación ligada a la empresa; exportar tecnología

Necesitamos también crear una política de fomento a las PyMES, que incluya desregulación, financiamiento y acceso al capital, e incentivos para la inversión en innovación y tecnología, que genera valor.

Pero fundamentalmente, creemos que los empresarios y líderes de empresas, necesitamos una nueva mentalidad: convertirnos y convertir a México en un país innovador, con visión de largo plazo y buscando la sustentabilidad de nuestras empresas a través del tiempo.

¿Y qué tienen los innovadores que los hace diferentes? Son tres factores fundamentales:

1.     Una forma diferente de percibir las cosas: el innovador reta sus paradigmas y ve oportunidades donde nadie las ve. Crea combinaciones de ideas, conceptos y formas de hacer las cosas de maneras antes no pensadas.

2.     Saber lidiar con el miedo y la incertidumbre: un innovador toma riesgos medidos y también sabe que el mayor peligro es no innovar.

3.     Inteligencia social: sabe vender su idea, tiene empatía con su cliente y saber influir para que las cosas sucedan.

Si se cuentan con estas tres habilidades o se desarrollan, la innovación deja de ser algo inusual y se puede convertir en una forma de trabajar y actuar: una Nueva Cultura Empresarial

Los empresarios mexicanos tenemos que romper paradigmas y hacer las cosas de manera diferente. El tiempo apremia, y la adaptación es urgente.

Construir el México innovador, del siglo XXI, es una tarea compartida, y los empresarios tenemos un enorme reto por delante.

Presidente nacional de COPARMEX.

@jpcastanon

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