La toma de protesta del nuevo presidente de Estados Unidos ha sido el acto que mayores expectativas ha provocado en los últimos años. Por la influencia que ese país tiene a nivel mundial en cuanto a la economía, seguridad, comercio, migración y muchos otros temas, es claro que las decisiones que tomará el mandatario entrante, tienen el potencial de modificar el orden global.

En nuestro país, pocas veces ha habido tanta incertidumbre, y la razón principal es porque seguimos dependiendo en gran medida de la economía estadounidense. Sin embargo, estoy convencida de que podemos enfrentar este nuevo escenario con determinación y con la fuerza que nos da nuestro corazón mexicano.

México es grande. Y los mexicanos ya no sólo queremos luchar, sino que queremos lograr un mejor país. Para hacerlo, debemos actuar y construir nuestra propia realidad.

En este sentido, he dado a conocer las siguientes propuestas:

Primero. Fortalecer nuestras empresas y la industria nacional. Debemos tener un mercado competitivo, impulsar a nuestros emprendedores y fomentar el consumo interno. Claro, buscando siempre mejorar las condiciones y los sueldos de nuestros trabajadores.

Segundo. Frenar la fuga de cerebros. Es urgente que la investigación científica y tecnológica sea una verdadera plataforma de desarrollo en México para tener competitividad a nivel global.

Tercero. Impulsar nuestros acuerdos económicos, especialmente con Asia, Europa y Sudamérica. Y sí, debemos revisar el Tratado de Libre Comercio, para complementarlo, tomando en cuenta áreas de oportunidad como el capítulo de energía y las tecnologías digitales, que cuando se firmó no se contemplaron, y también revisar temas que nos ponen en desventaja, como el agropecuario, para cambiarlos.

Cuarto. Evitar la fuga de inversiones. Necesitamos tener esquemas atractivos, para que las empresas se queden en México y por supuesto, que más empresas lleguen a nuestro país.

Quinto. Defender a los mexicanos que viven en Estados Unidos. Debemos apoyarlos con abogados, asesorías, traductores y con todo lo que requieran para hacer valer sus derechos. La agresión a cualquier mexicano, es una agresión a México.

Sexto. Respaldar a los mexicanos que regresan al país. En especial a los dreamers, para que puedan continuar sus estudios y que México pueda aprovechar esos talentos.

Séptimo. Defender a las mujeres. Como pocas veces en la historia, en Estados Unidos un candidato presidencial utilizó sus foros para insultar y denigrar a las mujeres, olvidando que nació de una mujer. Las mujeres exigimos un trato de igualdad. Y no hay marcha atrás en la defensa a nuestros derechos.

México es grande. Y debemos demostrar esa grandeza con dignidad y fuerza.

Plantemos un frente firme, unido y digno para que el respeto a nuestro país y a todos nuestros ciudadanos se mantenga, estén donde estén. Y por supuesto, trabajemos juntos para que en México sea nuestro esfuerzo, talento y dedicación lo que marque nuestro destino en la vida y no dónde ni cómo nos tocó nacer.

En este esfuerzo conjunto todas las propuestas son importantes. Comparte las tuyas en www.quehubieranhechoustedes.mx.

Diputada federal del PRI con licencia

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