Los buenos resultados del turismo en los primeros seis meses de 2016 confirman el papel que tiene el sector como uno de los principales motores de nuestra economía; al mismo tiempo, son una muestra de los resultados que han tenido las políticas implementadas en esta industria durante la administración del presidente Peña Nieto.

Por cuarto año consecutivo el turismo arrojó excelentes resultados, y con él toda la actividad económica asociada, lo que demuestra que con continuidad y políticas adecuadas, México tiene un claro camino para seguir avanzando y alcanzar cada día mejores niveles de desarrollo para la población.

De acuerdo con información del Banco de México, durante el primer semestre de 2016, recibimos a 17 millones de turistas internacionales, el número más alto para los seis primeros meses de cualquier año y un crecimiento de 8.6% con respecto a 2015.

Entre los turistas internacionales, tienen especial relevancia aquéllos que llegan por avión, pues tienen asociado un gasto promedio más elevado. Durante los primeros seis meses de 2016, este segmento de turistas tuvo un crecimiento de 10% frente al primer semestre de 2015, llegando a 8.2 millones.

Como resultado de lo anterior, los ingresos por divisas de visitantes internacionales también alcanzaron un nuevo registro histórico de 10 mil 63 millones de dólares en el primer semestre de 2016, un crecimiento anual de 8.0%.

Esta dinámica también ha consolidado al turismo como uno de los puntales para equilibrar las cuentas externas; en momentos que la balanza petrolera ha dejado de ser un generador neto de divisas, la balanza turística registró un superávit de 5 mil 382 millones de dólares en el primer semestre, 17.8% más que en el mismo periodo de 2015.

Dicho superávit casi alcanza a financiar la totalidad del déficit comercial para el mismo período, que ascendió a 7 mil 116 millones de dólares, resaltando la importancia que tiene el turismo para mantener controlado el déficit en Cuenta Corriente y un sano equilibrio en la Balanza de Pagos.

De la misma forma, durante el primer semestre del año el porcentaje de ocupación hotelera ascendió a 61% en promedio en los principales destinos turísticos de México, el mejor registro de la historia.

Un mayor nivel de ocupación significa más rentabilidad e incentivos a la inversión para hoteles y otros prestadores de servicios como restaurantes, tiendas y servicios de transporte. Una mayor ocupación hotelera se traduce también en más oportunidades de empleo, pues la industria turística es intensiva en mano de obra.

En este sentido y de acuerdo con el Inegi, el empleo en actividades asociadas al turismo, como servicios de alojamiento y de preparación de alimentos y bebidas, creció a un ritmo de 6.9%, frente a un 2.2% del empleo total.

Estos sin duda son buenos resultados y a fin de mantener el buen ritmo desde el gobierno federal se seguirán impulsando acciones para consolidar al turismo como una de las principales fuentes de bienestar para el país.

Secretario de Turismo

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