El 49 por ciento de los mexicanos asegura que Donald Trump no logrará que nuestro país pague por el muro fronterizo que ha prometido construir desde sus tiempos de campaña; 41 por ciento opina lo contrario. Ello, de acuerdo con una encuesta que hoy publica EL UNIVERSAL respecto de la llegada del magnate a la presidencia de Estados Unidos.

El próximo 20 de enero, Trump será el presidente de una de las democracias más consolidadas y poderosas del planeta. En el plano internacional, la atención sobre el republicano es total: ¿qué hará una vez asumido el cargo? Desde México, no esperamos sino lo que el propio Trump ha reiterado como presidente electo:

Habrá renegociación del Tratado de Libre Comercio, endurecimiento de las políticas antiinmigrantes, deportación de mexicanos a su país de origen y, lo más anunciado, la construcción de un muro fronterizo entre ambas naciones. La percepción que prevalece entre los mexicanos coincide con el comportamiento de los mercados financieros, que han castigado al peso ante la incertidumbre futura.

¿Pero qué hacer desde México? ¿Dejar todo en manos de la Cancillería? ¿Esperar a que Donald Trump no cumpla con sus amenazas? Más bien habría que preguntarse cada mexicano cómo, desde su ámbito, puede influir en hacer destacar a su país por encima del menosprecio estadounidense.

Quienes tienen posiciones de liderazgo en la sociedad civil y en los sectores productivos tendrán que inculcar entre los demás la confianza manifestada en la encuesta, en el sentido que podemos consolidar nuestra posición frente al nuevo presidente de Estados Unidos.

A pesar de los vaivenes, la economía mexicana tendrá que demostrar la capacidad de adaptación a nuevas circunstancias, como una mayor dependencia del mercado interno y de la exportación a otros países.

Al mismo tiempo habrá que acompañarse de los muchos estadounidenses que viven de la actual relación económica con México. El vínculo comercial con Estados Unidos es de casi 600 mil millones de dólares anuales, más de lo que producen 45 estados de la Unión Americana. Esa clase de interdependencia no se borra por decreto.

En términos políticos, la cooperación en el combate al crimen organizado e inmigración ilegal seguirá siendo carta clave para México. Estados Unidos no puede ser un país seguro sin la ayuda de su vecino del sur.

El antídoto a las hostilidades de Trump está en fortalecer a México. Eso se logrará, a su vez, en la medida en que los mexicanos encuentren causas para unirse en torno a ellas.

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