La transparencia es una práctica que aún cuesta mucho ejercer a varios órganos del sector público, así como a gobiernos estatales y municipales. En las frecuentes mediciones que hacen asociaciones civiles siempre aparece el municipio/el estado/la secretaría más transparente y el menos. En cuestión de apertura de la información aún no hay uniformidad. En la administración pública prevalecen zonas oscuras.

Desafortunadamente una de esas áreas opacas se encuentra en el Congreso de la Unión, el Poder que ha legislado para que haya más transparencia en el país.

Hace tres días, una nota de EL UNIVERSAL reveló que a los 357 mil pesos que recibirá en diciembre cada uno de los 500 diputados —por salario mensual, aguinaldo, asistencia legislativa y vales de despensa, entre otros conceptos— se sumaría un bono de 361 mil pesos, del cual se ignoraba su existencia. Los recursos se depositan a cada bancada y posteriormente son distribuidos por los coordinadores de las distintas fracciones entre sus legisladores.

En la misma Cámara hubo versiones contradictorias, mientras algunos diputados reconocían el bono y mencionaban que era una “tradición”, el área de Comunicación Social decía que no lo conocía y omitía comentar al respecto. Sin embargo, al día siguiente de que EL UNIVERSAL dio a conocer la noticia, de manera oficial se confirmó que a las prestaciones habituales del mes de diciembre se sumaría un “bono extra”, pero no de 361 mil pesos, sino “sólo” de 150 mil pesos, por acuerdo de las bancadas.

Hoy se publica que la dirigencia de uno de los partidos representados en San Lázaro llama a sus legisladores a que donen el dinero extra que recibirán, y otras dos bancadas ya anunciaron que lo rechazarán. Las cinco fracciones restantes no han emitido opinión.

En época de recortes al gasto público, la Cámara de Diputados parece ignorar las medidas de austeridad. Fue la encargada de definir los presupuestos austeros para 2017, ¿por qué no empezar por ellos mismos? Reducir el bono, de 361 mil pesos a 150 mil, ¿es su muestra de sensibilidad y solidaridad ante la situación actual?

A pesar de la ley de transparencia, hay asignaciones de recursos para las bancadas parlamentarias que no se conocen y sobre las cuales no existe ningún tipo de control. Sabemos de las millonarias subvenciones ordinarias (dinero entregado a las bancadas), pero desconocemos en qué se gastan. La transparencia total aún no se da entre los legisladores.

La ciudadanía, cuyos representantes son los diputados, tiene el derecho de reclamar y exigir claridad en el uso de los recursos públicos. ¿Cuántas partidas secretas más hay en San Lázaro?

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