A dos semanas de la emergencia ambiental que vivió la Ciudad de México comienzan a bosquejarse las primeras acciones que se tomarán en busca de una solución a la contaminación atmosférica. Para el éxito de cualquier medida, la condición fundamental que debe prevalecer es el compromiso de los gobiernos involucrados y la verificación del cumplimiento de acuerdos.

El gobierno capitalino adelanta que una de las medidas es la aplicación del Hoy No Circula en municipios del Estado de México, Hidalgo, Morelos, Puebla y Tlaxcala. Actualmente el programa se aplica en las 16 delegaciones de la CDMX y en 18 municipios del Edomex, pero de poco ha servido, pues algunos municipios, Cuautitlán Izcalli por citar un ejemplo, decidieron de manera unilateral suspender el programa durante tres años ante la venta de calcomanías para circular diariamente y “en apoyo a la economía familiar”.

La bandera del combate a la contaminación se ha centrado precisamente en la restricción al tránsito vehicular, pero debe aspirar a más. En el plan final que se adopte sectores como gobierno, industria y transporte público deben ser también parte de la solución.

La ciudadanía, en una encuesta publicada por EL UNIVERSAL el martes 22, expresó su apoyo a medidas más restrictivas al Hoy No Circula si con eso se contribuye a disminuir la contaminación atmosférica.

De la industria esperaríamos escuchar el compromiso de contar con procesos limpios y amigables al ambiente. Del transporte público la decisión de mantener unidades en condiciones óptimas y en renovación constante. Y de los gobiernos una férrea vigilancia para el cumplimiento de todos los sectores, así como el compromiso para que las unidades vehiculares que dependen de oficinas gubernamentales estén verificadas y no contaminen; nunca más ver a patrullas contaminantes o unidades de limpia viejas que lanzan emisiones al ambiente.

En la CDMX viven más de 8 millones de personas, pero en la zona metropolitana, integrada por 224 municipios de cinco estados vecinos, habitan más de 20 millones de personas que requieren servicios públicos, transporte, trabajo, atención médica, entre otras necesidades. Para cumplir con ellas el trabajo coordinado de las autoridades es fundamental.

La pasada contingencia ambiental debe servir para estrechar la comunicación y resolver problemas comunes, no sólo el de la contaminación. El transporte público y el manejo de la basura son temas que deben incluirse también en la agenda. A partir de ahora no se valen acusaciones de quién contamina o ensucia más. En este espacio común llamado Megalópolis millones de personas desean que sus autoridades estén a la altura del reto.

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