Desde que Donald Trump es presidente electo, y como fue durante su campaña, el medio favorito para transmitir sus mensajes ha sido Twitter. Más de 150 tuits después de la elección han generado todo tipo de reacciones en el mundo: desde China hasta México, cuyos efectos han pasado varias veces por los mercados.

Ayer por la mañana, Trump tuiteó que el costo del caza bombardero F-35 “está fuera de control” y que tras su toma de posesión habrá un ahorro sustancial en adquisiciones militares. La respuesta del mercado fue inmediata: las acciones de Lockheed Martin -compañía encargada de la fabricación de las aeronaves- cayeron más de cuatro por ciento durante la mañana, lo que significó una pérdida de alrededor de cuatro mil millones de dólares.

El domingo 4 de diciembre criticó el costo del nuevo avión presidencial y amenazó con “cancelar el pedido” a Boeing. Las acciones de Boeing cayeron de 152.16 a 149.75 dólares, y se requirió de la intervención del portavoz de la Casa Blanca, Josh Earnest y un comunicado de la compañía para recuperar su precio.

En el ámbito diplomático, el Presidente Electo se refirió a la llamada de felicitación que recibió de Tsai Ing-wen, presidenta de Taiwán –país que China no reconoce-, hace poco más de una semana. Tras la reacción de analistas y del gobierno chino, Trump atacó a China por competir deslealmente con las empresas estadounidenses a través de la manipulación de la cotización del Yuán.

La Cancillería China emitió una queja formal ante Washington y medios de comunicación de aquel país atacaron a Trump, calificándolo de ‘novato’ y ´ser tan ignorante como un niño´.

En la editorial del diario Global Times se lee: "No importa cuáles son las razones detrás de las escandalosas declaraciones de Trump, parece inevitable que los lazos chino-estadounidenses serán testigo de más problemas en su primera etapa en la Casa Blanca que con cualquier otro de sus predecesores."

Quizás para México el más emblemático ha sido el acuerdo al que llegó con la empresa Carrier para que la inversión programada para llevarse a cabo en Nuevo León se cancelara, manteniendo dichos empleos en Indiana. Es difícil que este tipo de acuerdos se puedan repetir de manera masiva, sin embargo sus efectos siguen generando nerviosismo en distintos actores económicos de ambos lados de la frontera.

En temas de medios de comunicación, uno de los casos más sonados fueron los once tweets que le dedicó al New York Times, debido a las diferencias que han existido entre ambos. Nunca antes había visto este tipo de debates en Twitter entre un presidente electo y un medio de comunicación en ese país.

Estamos a cinco semanas de que inicie la administración Trump, que ya nos mostrará si ha encontrado otros mecanismos propios del arte de hacer política y divulgarla. Lo que es un hecho es que el debate permanente entre los equipos de asesores y los políticos, especialmente tratándose de un Presidente, es si las redes sociales deben administrarse directamente o deben pasar por la revisión de un staff que pondere las consecuencias económicas, políticas y sociales de 140 caracteres. Por experiencia sé que muchos no quieren soltar el control de sus mensajes… hasta que ven las consecuencias. Errores, juicios, prejuicios, abrir frentes innecesarios y como en el caso de Trump, además, caídas en los mercados. En su entrevista a 60 Minutes después de la elección, dijo que habría de restringir su ritmo de twitteo, pero dado el comportamiento como presidente electo será difícil ver un cambio drástico.

A bote pronto. Déjà vu… de manera religiosa, cada diciembre aplican la misma receta.

Especialista en comunicación, gestión de gobierno, campañas políticas y opinión pública

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