Hacer de México un país de oportunidades, de justicia, más igualitario y en el que todos podamos vivir en paz, es nuestra bandera.

En el Partido de la Revolución Democrática estamos convencidos de que es momento de cerrar un capítulo: el de la añeja política de falta de acuerdos, de confrontación y del escándalo. Ante el panorama desolador que atravesamos, nuestra nación necesita un cambio.

La violencia, inseguridad e impunidad que privan en gran parte del país son resultado de políticas públicas que por años han buscado únicamente impulsar el crecimiento económico —de manera fallida— y han dejado en el olvido lo importante: las causas sociales, la estabilidad social y el desarrollo. Han pasado por alto la esencia misma de la política, de actuar a favor de los que menos tienen.

La situación en que subsisten comunidades y municipios del país es intolerable. De acuerdo con el Coneval 46.2% de los mexicanos vive en condiciones de pobreza y 9.5% en pobreza extrema, es decir que están por debajo de la línea de bienestar y su poder adquisitivo no alcanza para satisfacer las necesidades elementales. Adicionalmente, 61.2% de los mexicanos carece de seguridad social.

Es obligación del gobierno garantizar condiciones mínimas de desarrollo y bienestar, de lo contrario, estamos orillando a la población a incurrir en la informalidad, la ilegalidad, la delincuencia. La dejamos sin opciones. No podemos condenar a más mexicanos a vivir sin presente ni futuro.

Nuestras niñas, niños y jóvenes merecen algo mejor. Educación de calidad, gozar de su infancia y juventud sin tener que trabajar.

Semáforo Delictivo señala que una de cada dos muertes con violencia en nuestro país está vinculada al crimen organizado. Tan sólo en julio pasado el Sistema Nacional de Seguridad Publica reportó dos mil 73 homicidios dolosos, lo que representa un aumento significativo respecto de otros meses.

En materia económica también hay desafíos. En medio del complicado entorno global, el precio del dólar se ha incrementado en 45% y se cotiza en promedio en 18.32 pesos; la Secretaría de Hacienda pronostica una reducción en el crecimiento a un rango de entre 2.0 y 2.6% del previsto inicialmente de entre 2.2 y 3.2%. Además, la deuda de Pemex alcanza una cifra histórica y la mezcla mexicana de petróleo se cotiza en alrededor de 36 dólares por barril. Esto, sin contar los recientes incrementos a gasolinas y luz, que han afectado directamente al ciudadano y mermado su capacidad adquisitiva.

Estas cifras y el panorama en general nos duelen. No podemos seguir pasando factura a las próximas generaciones. Es tiempo de volver a ser aliados de las causas sociales que llevaron al PRD a ser el partido del pueblo, con sentido de justicia, el partido que ha promovido e impulsado causas a las que otros les dieron la espalda.

La izquierda en México se ha caracterizado por luchar contra las injusticias. Ahora debemos buscar alternativas para frenar la creciente violencia y desigualdad. Hay que caminar unidos hacia un nuevo modelo de gobierno en donde el diálogo sea la única herramienta para solucionar conflictos, en donde haya respeto a la pluralidad y se promueva la participación. Sólo así podremos garantizar un mejor nivel de vida para todos los mexicanos.

A lo largo de su historia, el PRD ha sido aliado de la sociedad civil, incluso en momentos difíciles. Hoy no es la excepción, tenemos muy claro que ante la adversidad y en las condiciones en que vive México, nuestra voluntad por transformar, corregir, emprender, cambiar y progresar se impone. No debemos perder tiempo. Hay que actuar por nuestro presente y por el de las próximas generaciones.

Mientras exista pobreza, desigualdad, violaciones a los derechos humanos y causas sociales por las cuales luchar, existirá el PRD.

Presidenta nacional del Partido de la Revolución Democrática.
@Ale_BarralesM
www.alejandrabarrales.org.mx

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