El estado de salud de los precandidatos a la Presidencia es un tema de interés público, coinciden especialistas, quienes al ser consultados pugnaron porque el debate rumbo al 2018 se concentre en otros temas como la corrupción y la crisis de inseguridad.

El pasado 18 de diciembre, de gira por Campeche, José Antonio Meade , aspirante presidencial de la alianza PRI-PVEM-Panal , propuso que los candidatos se sometan a exámenes toxicológicos .

Ayer, el contendiente de Morena, Andrés Manuel López Obrador , respondió que él toma "un coctel de pastillas diarias" para controlar la hipertensión. Por su parte, Ricardo Anaya , de la coalición Por México al Frente , llamó a que los priístas no solo a que se sometan a pruebas físicas, sino a un "examen de conciencia" .

De los tres precandidatos, López Obrador es el único con antecedentes públicos de deterioro en la salud , pues el 3 de diciembre del 2013 sufrió un infarto al miocardio que lo mantuvo cinco días hospitalizado.

En aquella ocasión, el tabasqueño se sometió a una cirugía de arterias coronarias, mientras que los médicos le recomendaron guardar reposo durante cuatro semanas.

José Antonio Meade, del que no se registran procedimientos médicos mayores, se realizó una biopsia en agosto pasado por un absceso que tenía en el cuello, sin que se sometiera a intervenciones posteriores. Del precandidato panista Ricardo Anaya no se conocen episodios en los que su salud se haya visto comprometida.

Ante el debate, Víctor Manuel Alarcón, politólogo de la UAM Iztapalapa, explicó que la salud de los políticos debe interesar a la ciudadanía, sin que esto implique darle una importancia desmedida al tema.

Sugirió que organizaciones de la sociedad civil pidan a los precandidatos hacer públicas sus pruebas médicas de manera voluntaria y advirtió que la declaración de López Obrador sobre su hipertensión es una autocrítica, que no tendrá un impacto mayor en las preferencias electorales.

Salvador Mora Velázquez, politólogo de la UNAM, no desestima la importancia de saber sobre la salud de los precandidatos, pero detecta en la propuesta de exámenes toxicológicos de Meade un dardo contra López Obrador que, para él, puede "golpear" en el electorado. Esto debido a que el tabasqueño es el aspirante de mayor edad; 64 años contra los 48 y 38 de Meade y Anaya, respectivamente.

"Se presenta también como una estrategia política [el tema de la salud], en la medida en que de los tres posibles contendientes serios a la Presidencia de la República, Andrés Manuel es el hombre mayor. Evidentemente Meade pone un acento interesante e importante sobre la mesa", detalló.

Analista y politólogo por el Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM), Fernando Dworak afirmó que a López Obrador sí le afectará el hecho de haber revelado en público que toma pastillas para la hipertensión.

"Yo no me quiero imaginar a una persona hipertensa tomando decisiones de Estado. Es decir, ¿cómo enfrentaría la reforma fiscal de Estados Unidos o cómo tendría que tomar decisiones fuertes sobre seguridad?”, cuestionó Dworak, quien también prevé que la discusión sobre el estado físico y psicológico de los precandidatos no durará mucho tiempo en la agenda.

Mauricio Merino, académico y coordinador de la organización Nosotrxs, recordó que "algunos de los mejores gobernantes de la historia no han sido atletas", por lo que ve en la propuesta de Meade y las respuestas de sus contrincantes una serie de " despropósitos ".

"Yo no veo que haya un nivel de debate que pueda subir. Veo hasta ahorita y como pinta la cosa, trivialidades [y] mucha campaña negativa", apuntó Merino. Percibe que la tónica del debate continuará hasta el 1 de julio debido a que las coaliciones electorales están volcadas en desacreditar al oponente más que en presentar proyectos.

ahc

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