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México vivirá la mayor movilización electoral de su historia el próximo 1 de julio, en elecciones para renovar la Presidencia de la República, las dos cámaras del Congreso de la Unión y, de manera simultánea, autoridades locales de 30 entidades del país, lo que representa un total de 18 mil cargos.

Potencialmente podrán votar 89.2 millones de mexicanos en 155 mil 484 casillas a instalarse en todo el territorio del país, según la estimación más reciente del Instituto Nacional Electoral (INE).

Es decir, con relación a 2012 aumentarán 9.8 millones los ciudadanos con derecho a votar y se instalarán 12 mil 500 casillas adicionales.

En suma, estas elecciones romperán todos los récords numéricos, pero también marcarán un hito en términos cualitativos: serán las más reñidas, de las que resultarán electas más mujeres que nunca, las más costosas y están precedidas por tendencias de alternancia sin comparación.

Ejército de ciudadanos y spots. Durante 90 días a partir de hoy dominarán la escena nacional tres coaliciones federales: Todos Por México (PRI, PVEM y NA), que postula a José Antonio Meade Kuribreña a la Presidencia; Juntos Haremos Historia (Morena, PT y Encuentro Social), con su abanderado Andrés Manuel López Obrador, y la coalición Por México al Frente (PAN, PRD y Movimiento Ciudadano) y su candidato Ricardo Anaya Cortés.

Junto con ellos, en los próximos días miles de candidatos a 18 mil 311 cargos de elección popular —entre ellos los postulados a nueve gubernaturas— harán campaña e inundarán de propaganda calles, internet y espacios de radio y televisión.

Tan sólo en estos medios tradicionales, radio y televisión, se difundirán en los próximos 3 meses 22.9 millones de spots pautados por partidos y aspirantes independientes a cargos de elección popular.

Así, se verá más propaganda política que nunca, por la concurrencia de elecciones federales con procesos en 30 entidades del país.

En 2012, el proceso federal coincidió solamente con 15 locales.

También en las calles habrá esta vez millones de ciudadanos movilizados en la organización y operación electoral, ya sea como trabajadores electorales, funcionarios de casilla o como representantes de partidos.

Como resultado de las reformas electorales de 2014, que crearon un Sistema Nacional Electoral, el INE estará a cargo de la operación de casillas únicas, más de 149 mil (96%) de las 155 mil 484 proyectadas, y en ellas los ciudadanos podrán votar en una misma mesa tanto por autoridades federales como locales.

Cada casilla tendrá ahora seis funcionarios electorales propietarios y tres suplentes, que en total serán 1.4 millones de ciudadanos capacitados para contar los votos, 400 mil ciudadanos más que 2012.

El personal que el INE contrató para brindarles la capacitación necesaria fue de 45 mil 41 personas.

En cada casilla, cada uno de los nueve partidos nacionales tendrán derecho a nombrar hasta dos representantes, en tanto que los partidos locales podrán designar sólo uno.

Además, hasta ahora se ha acreditado a 888 observadores electorales.

Por ello, el ejército de ciudadanos mexicanos involucrados directamente en las elecciones federales y locales podría llegar hasta a los 5 millones de personas.

Los costos. Estos comicios también significarán una derrama nunca antes vista de recursos.

Los nueve partidos nacionales cuentan este año con una bolsa de 6 mil 702 millones de pesos —mil 603 millones de pesos más, o 22 % más, en términos reales— a lo que se dedicó a los partidos en 2012, en que también hubo elecciones federales.

A esa cifra se suman recursos estatales, pues para partidos nacionales con registro estatal o partidos locales se cuenta con la cifra de 6 mil millones 256 mil pesos extra, tanto para campañas como para financiar actividades ordinarias.

Así, sólo de manera oficial, sin considerar otros tipos de financiamiento (aportaciones de militantes, autofinanciamiento o ingresos no permitidos), fluirán por todo el territorio 12 mil 958 millones de pesos de recursos públicos que el Estado entrega a los partidos nacionales y locales para que puedan llevar a cabo su activismo político, aunque solamente una parte de éstos se encuentran etiquetados para las campañas.

Se trata del mayor monto de recursos que el país haya dedicado jamás al financiamiento partidista.

Exclusivamente para campañas políticas federales, es decir, para disputar la Presidencia de la República y las cámaras del Congreso (Senado de la República y la Cámara de Diputados) los nueve partidos contendientes podrán disponer de 2 mil 100 millones de pesos.

Esta cifra estratosférica era de esperarse, si se considera que el tope de campaña únicamente para los contendientes a la Presidencia de la República es de 429 millones 633 mil 325 pesos. Ese límite de gasto es 93.5 millones de pesos superior al que fue permitido en 2012.

Aunque a nivel federal los nueve partidos contenderán en coaliciones, y en sus convenios respectivos acordaron los porcentajes que aportarán a las campañas federales y a sus candidatos presidenciales, de la bolsa de recursos avalada por el INE, según la fórmula de ley, el PRI accederá al mayor monto, mil 689 millones de pesos.

De esa cantidad, el PRI podrá destinar 547.4 millones de pesos para financiar su campaña federal.

El PAN tendrá acceso a mil 281 millones de pesos, de los cuales dispondrá para campañas con 41.9 millones de pesos.

A su vez, el PRD contará con 773.5 millones de pesos para gastos, de los cuales 248 millones de pesos serán para proselitismo.

Con 649 millones de pesos, Morena será el cuarto lugar en recursos y de esa cantidad 207.4 millones de pesos serán destinados a campañas.

El PVEM tiene 578.1 millones de pesos, de los cuales 184.2 serán para campañas. Movimiento Ciudadano tendrá 536.9 millones del pesos, y 170.7 millones para campaña.

Por su parte, el PES podrá disponer de 398.2 millones de pesos, y de ellos 125.4 millones de pesos serán utilizados para campañas.

Para Nueva Alianza serán 421.3 millones en total, de los cuales para campaña serán 132.2 millones de pesos, en tanto que al PT le corresponderán 376.7 millones de pesos, de los cuales podrán destinar 118.4 millones de pesos para campañas.

De manera separada se contabilizan los recursos públicos destinados al Instituto Nacional Electoral y a 30 de 32 Organismos Públicos Electorales Locales (OPLS) en donde habrá elecciones. Sólo Baja California y Nayarit serán exceptuados.

Los organismos electorales locales gozarán de un presupuesto de 9 mil 982 millones de pesos, aunque la mayor parte de las tareas electorales serán costeadas por el INE, que dedicará este año 7 mil 144 millones de pesos para la organización del proceso federal y 20.4 millones para organizar las elecciones locales.

Elecciones femeninas y de alternancia. Este 2018 hay más candidatas mujeres que nunca en la historia del país y, por tanto, será esta la ocasión en que podrán acceder a más cargos de elección popular.

El principio de paridad entre los géneros (50-50) establecido en las reformas electorales de 2014, así como criterios establecidos por el Instituto Nacional Electoral y sentencias del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), han hecho posible la paridad tanto vertical como horizontal.

De esta manera, las coaliciones y los partidos registraron a mujeres en la mitad de sus candidaturas de mayoría, y debieron privilegiar a abanderadas en sus listas de representación proporcional al Congreso federal y a los congresos locales, además de cabildos de ayuntamientos, listas de regidurías, sindicaturas y/o juntas municipales.

Si se toma en consideración que se trata de 18 mil 311 los cargos de elección popular, con reglas de paridad horizontal y vertical, es de esperarse que el acceso esté garantizado como nunca antes para miles de mujeres en la contienda.

El voto de los jóvenes. Otro sector de la sociedad que podrá expresarse como nunca antes lo ha hecho en estos procesos es el de los jóvenes que por primera vez podrán votar en elecciones presidenciales.

Se trata de un universo de 12.9 millones de jóvenes de entre 18 y 23 años, cifra histórica de votantes de primera vez en una elección presidencial, lo que podría hacer que, de acudir a las urnas, sean quienes puedan llegar a definir los resultados.

Los jóvenes que por su edad ya pudieron ejercer su voto en 2012 y tienen de 24 a 29 años suman otros 13.2 millones de ciudadanos.

Además, este proceso 2018 viene precedido de una tendencia a la alternancia, misma que también podría refrendarse en julio.

Los números así lo indican: en 24 gubernaturas disputadas, ha habido alternancia en 58%.

Los electores cambiaron de partido mayoritario en 31% de los Congresos que fueron elegidos en 2015.

Un año después, en 2016, en cuatro de cada 10 distritos los electores cambiaron de partido (40%) y también lo hicieron en 50% de los municipios sometidos a elección.

El año pasado, en más de 60% de los cargos electos en las urnas los votantes dieron la espalda a los partidos y optaron por otro distinto en 191 de 300 cargos.

Por lo anterior, y porque hay miles de cargos en refrendo, se esperan niveles de alternancia no vistos con anterioridad.

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