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Chiapas está diagnosticado como el estado con mayor rezago del país, por lo que mejorar la educación y reducir la pobreza debe estar entre las prioridades del próximo gobernador, quien será elegido el 1 de julio.

Se trata del séptimo estado con mayor número de habitantes del país y el décimo con más extensión territorial, el cual alberga tres aeropuertos y cuatro localidades denominadas Pueblos Mágicos.

En Chiapas, los habitantes de 15 años y más poseen 7.3 grados de escolaridad en promedio, lo que significa tener el primer año de secundaria concluido y tiene el nivel educativo más bajo en México.

La media nacional asciende a 9.2 grados, lo que equivale a haber terminado la secundaria, según la Encuesta Intercensal 2015 del Inegi.

Además del bajo nivel educativo, el Coneval clasifica a Chiapas como el estado con el mayor porcentaje de habitantes en situación de pobreza desde hace 30 años.

El 77.1% de las personas que viven en el estado se encontraban en esta situación en 2016, lo que significa la mayor proporción de pobres en la entidad desde 2010.

El siguiente gobernador del estado tendrá que presentar planes concretos para enfrentar con urgencia la falta de educación y reducir la pobreza, una situación que ha empeorado en los últimos años porque la economía de Chiapas acumula tres años en recesión y se contrajo 2.2% en 2017, lo que representó la caída más pronunciada desde 2004, según el Inegi.

Cuando el priísta Manuel Velasco Coello tomó protesta como gobernador, en diciembre de 2012, el estado era el séptimo con la tasa de informalidad más alta, de 63.7%, pero ahora es el cuarto, con 68.2%.

Con 30% del agua superficial del país, Chiapas genera más de la mitad de la energía eléctrica que se consume en México, siendo una de las principales fuentes de dinamismo económico del estado.

El nuevo gobernador tendrá que combatir los problemas de inseguridad y aumentar la inversión en infraestructura, para así aprovechar el potencial del turismo de naturaleza y aventura en Chiapas.

Sólo 16.2% de los adultos que viven en la capital Tuxtla Gutiérrez, opinaron que vivir en la entidad fue seguro en marzo pasado, un nivel que está por debajo de la percepción de 23% en todo el país, de acuerdo con la Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana (ENSU) del Inegi.

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