A través del recetario Abuelas de leche y miel , usuarios del taller de Literatura que se imparte en el Centro Metropolitano del Adulto Mayor (Cemam) de este municipio, proponen platillos especiales para reunir a la familia en la tradicional cena del 15 de septiembre .

Pozole de mamá y nina Josefa y Pipitorias de piloncillo con cacahuates, son las recetas que se comparten de manera sencilla y cotidiana, preservando el sabor y aroma de la cocina cien por ciento hogareña, características que prevalecen en el compendio Abuelas de leche y miel, que en mayo de este año DIF Zapopan presentó su segunda edición.

Estos platillos resguardan la herencia de la cocina mexicana, ya que fueron elaborados por dos adultas mayores de 72 y 73 años, respectivamente.

En relación al pozole de mamá y nina Josefa, Macaria Montes de Oca Campos de 72 años, usuaria del Cemam, explicó cómo preparar el maíz para que destaque el sabor de dicho platillo.

“Se pone a remojar el maíz un día antes desde la mañana, para que se remoje todo el día. En la noche se pone a cocer el maíz con agua suficiente y la cal. Ya que se pele el maíz, se cuece durante otros 10 minutos; se deja reposar toda la noche. Otro día, muy temprano, se lava en una canasta o chiquihuite a que se le quite todo el pellejo –si se quiere se puede descabezar- se pone a cocer de nuevo en suficiente agua, hasta que reviente el maíz, con una cabeza de ajo; se le ponen dos chiles anchos molidos.

"La carne se cuece aparte o junto, según se prefiera. Tiene que quedar caldoso; se sirve en un plato pozolero, acompañándolo con lechuga picada, rábanos y limón. Rica sabe… y lástima que se acabe”, detalló.

Para la receta del postre, Pipitorias de piloncillo con cacahuates, Mireya Laguna Carbajal de 73 años, señaló la importancia de revolver constantemente los ingredientes. “En un recipiente grueso (cazo u olla), se pone el agua, se disuelve el azúcar y se lleva al fuego; se agrega el piloncillo y se menea.

Cuando esté a punto de hacer hilo la miel, se agrega el cacahuate y no se deja de mover para que no se pegue, ni se queme. Previamente, ya se tiene una mesa de madera o tabla mojada, para poner ahí una cucharada de preparado, extendiéndola para formar la pipitoria (o tortita) de miel con cacahuates. Se dejan secar hasta que se levanten sin dificultad de la tabla o mesa. Se vuelve a lavar la superficie utilizada, pero sin que se le quede charco de agua y ahí se ponen más tortitas hasta que se acabe el preparado y, listo, ya están las pipitorias. El pan y el cariño no han de ser recalentados”, expresó.

sc

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