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En México, futbol no tiene acento. Según los usos del español mexicano, futbol no se acentúa ni en la fonética ni en la escritura, sin embargo hay cierta tendencia a españolizar el vocablo y más de uno le pone acento a la “u” al escribirlo. Así lo usa la Federación Mexicana de Fútbol Asociación, A. C., así lo universaliza Wikipedia, e incluso así aparece en varios libros publicados en Sudamérica que circulan en las librerías mexicanas.

Los que acentúan futbol lo que están siguiendo son las reglas de la Academia Española.

“En México lo que nosotros hemos comprobado es que la mayor parte del público no se rige por esas reglas, entonces decimos futbol, conservando digamos el anglicismo, de modo que es una diferencia de normatividad, lo que ocurre es que muchas veces la prensa sigue ciegamente las reglas de la academia española, en cambio el público sigue su propia normatividad mexicana”, afirma el investigador de El Colegio de México y director del Diccionario del español en México, Luis Fernando Lara.

El también miembro de El Colegio Nacional asegura que éste es un fenómeno que se da en todos los casos de lenguas que históricamente tuvieron una metrópoli y una periferia, y reconoce que históricamente nuestro español mexicano formó parte de la periferia de la metrópoli española.

“Este uso responde a algo que yo llamo ‘Conciencia del desvío’, en el que la gente dice: ‘Yo creo que debo estar hablando mal porque hablamos distinto de la metrópoli’, y esta conciencia del desvío produce mucha inseguridad y es la inseguridad la que lleva a que de pronto acepten cualquier uso del español, porque les parece que eso debe ser el verdaderamente correcto”.

Lara, quien tiene entre sus principales líneas de investigación la semántica, la lexicología y lexicografía, asegura: “Nosotros no decimos fútbol, decimos futbol. Lo mismo nos pasa con chofer, los españoles y la academia dicen chófer, para nosotros es chofer. Digamos, la disyuntiva para los mexicanos es: ¿O quieren hablar como la academia o quieren hablar como mexicanos? Eso es todo”.

El presidente fundador de la Asociación Mexicana de Lingüística Aplicada, A.C., pone otro ejemplo: “Los españoles dicen algo como esto: ‘El Madrid encajó dos goles en su juego con el Barcelona’. Nosotros, en México, entenderíamos que el Madrid le metió dos goles a Barcelona, sin embargo, en España entienden que el Madrid recibió dos goles de Barcelona; y luego, de repente, leo en la prensa u oigo a los locutores de televisión que reproducen este otro significado de encajar, seguramente al público mexicano lo debe dejar asombrado porque no sabe uno cómo entenderlo, pero claro, hay locutores que creen que hay que hablar a la española y entonces lo introducen”.

A la española. Una de las evidencias más claras de la españolización la aplica la Federación Mexicana de Fútbol, así, con acento, que tanto en su página oficial de Internet como en su sede ubicada en Toluca luce el término fútbol. El estudioso de la lengua, de la lectura y el libro en México, Juan Domingo Argüelles, asegura que ésta es una institución que al igual que todas y cada una de las federaciones en más de 200 países, es un satélite de la FIFA (Fédération Internationale de Football Association), con sede en Suiza, cuyo nombre en español es Federación Internacional de Fútbol Asociación.

El autor de Las malas lenguas. Barbarismos, desbarres, palabros, redundancias, sinsentidos y demás barrabasadas asegura: “Que en México, con casi 130 millones de habitantes que hablan mayoritariamente español, se diga y se escriba futbol como palabra aguda, le importa un cacahuate a la FMFA, a pesar de que el Diccionario de la Real Academia Española acepte como válida esta fonética y esta grafía. El excelente Diccionario del español usual en México (El Colegio de México), dirigido por Luis Fernando Lara, precisa que en nuestro país el sustantivo masculino futbol se escribe y se pronuncia como palabra aguda, no llana”.

Para Argüelles es obvio que a la denominada Federación Mexicana de Fútbol Asociación, A. C. le tiene sin cuidado el idioma español que se habla y se escribe en México; y que las pautas que sigue, a pie juntillas, son las del Vaticano del “fútbol” que está en Zúrich.

“Pero nada de esto me extraña: si hay un deporte que no se cansa de corromper el idioma es el futbol. Hay que escuchar  y leer a los cronistas y entrenadores:  Por ejemplo, los futbolistas, a diferencia de los demás mortales, jamás se caen, lo que ocurre con ellos es que ‘pierden la vertical’; no pasan el balón a otro, sino que ‘lo tramitan’; y además ‘especulan con el balón’, ‘recepcionan la bola’, ‘acarrean la pelota’, ‘perforan la red’ (como si la red no estuviera ya perforada), ‘mantienen la propiedad del balón’, ‘tienen la posesión de la pelota’  y, cuando avanzan  hacia la portería contraria, ‘ofenden al rival’ (sin que el espectador se percate de esas ofensas)”, dice el estudioso del español.

A Jaime Labastida, director de la Academia Mexicana de la Lengua, no le causa ruido el acento. “El problema no es de corrección o no, finalmente el que hace la lengua es el pueblo, conforme lo habla el pueblo se va a imponer, si las academias quieren imponer baloncesto o balompié, no lo van a lograr, seguimos diciendo tenis de mesa, no pin pon. No podemos hacerlo de otra manera”.

Para Labastida, el problema tiene que ver con que la mayor parte de estos deportes vienen de países que tienen otra lengua y que casi todos provienen del inglés. “En el caso del futbol ya hay cierta asimilación de algunos anglicismos, ya nadie dice off site, dice fuera de lugar; ya no dicen corner, dicen tiro de esquina, y todo mundo dice gol, no meta, es decir, se hispaniza, por decirlo así, la fonía, no el significado, no es una asimilación léxica sino una asimilación fónica”.

Para el también editor de Siglo XXI Editores la opción entre futbol o fútbol aplica igual que en otros vocablos: “Nosotros decimos video, y los españoles, vídeo; bueno, son formas fónicas que se pueden admitir, ambas”.

A Jaime Labastida se le pregunta si la Academia Mexicana de la Lengua tiene la capacidad de hacer alguna recomendación a la Federación Mexicana de Fútbol para que use futbol sin acento. Dice que nadie se los ha solicitado y no han pensado en hacerlo. “No tenemos nada en ese sentido, si nos solicitaran opinión, la daríamos con mucho gusto, tendríamos que discutirla. Estoy dando una opinión personal, no es una opinión de la Academia, no la hemos discutido en el pleno ni en comisiones”, señala es especialista.

La misma cuestión se le plantea a Luis Fernando Lara, quien dice que a la Academia Mexicana de la Lengua sí le tocaría hacer una recomendación “tendría que tener un sentimiento de independencia respecto de la Academia Española; así que es más fácil que la haga yo; yo no tengo ninguna obligación con la Academia Española”.

A la pregunta de si se le hace un daño a la lengua al dejar los dos usos a libre opción, Luis Fernando Lara dice que existe algo que él llama la lealtad al dialecto. “Nuestro español mexicano es un dialecto y el español castellano es un dialecto del español, entonces yo soy partidario de la lealtad al dialecto; yo soy leal a mi dialecto y por supuesto entiendo y respeto el dialecto de los castellanos, no tengo nada en contra de él, y que ellos sean leales a sus dialecto me parece perfectamente bien, pero empezar a adoptar usos que en cierto sentido nos traicionan, no me gusta”.

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