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El Museo Arqueológico de Santa Cruz Acalpixca, en Xochimilco, que sufrió daños en su barda perimetral y al interior es uno de los recintos culturales de la Ciudad de México que resultaron más dañados por el sismo. Ahí también se dañó el Conjunto Cultural y Teatro Carlos Pellicer. Los dos son ejemplo de cómo la infraestructura cultural del siglo XX, de uso cotidiano, se vio transformada por el sismo.

No se trata de inmuebles históricos —de éstos hubo 92 afectados, según cifras de la Secretaría de Cultural Federal— sino de los que forman parte de ese conjunto de edificios de las delegaciones, de la propia Secretaría de Cultura, de la Secretaría de Desarrollo Urbano y Vivienda (Seduvi) o del Fideicomiso del Centro Histórico, que suman 130 y en los que hubo daños de diversas dimensiones. Y aunque ninguno de éstos tendrá que ser derribado, son, en la mayoría, espacios de uso comunitario y cotidiano.

Las estadísticas de la Secretaría de Cultura refieren, por ejemplo, daños en 26 casas de cultura, 24 bibliotecas, 14 centros culturales y seis museos. Pero además ocurrieron en foros, auditorios, teatros, parques recreativos, foros al aire libre, escuelas de arte, danza y música, y casas de artes.

“Hemos sufrido un sismo de una magnitud muy grande, hay un montón de infraestructura dañada. La ciudad sufrió y aprendió. Va a estar sometida a un proceso de reconstrucción complejo que involucra cuantiosos presupuestos e involucra cuestiones sociales porque son espacios vivos, activos. La mayoría no sufrieron demolición; nada de esta infraestructura tiene que ser demolida”, comenta en entrevista Martín Levenson, asesor de la Secretaría de Cultura.

El sismo resintió desde el propio edificio de la Secretaría de Cultura, en Av. La Paz, hasta el Centro Cultural Ollin Yoliztli, en Tlalpan; también se vieron perjudicados recintos como la Casa de Refugio Citlaltépetl; la casa que colinda con la Casa Rivas Mercado; el Archivo Histórico de la delegación Iztapalapa, los Faros de Oriente y de Aragón, y la Casa de Cultura Olla de Piedra, en Milpa Alta.

De los 130 inmuebles, 92 tramitaron su incorporación a los fondos Apin del Fonden (de Apoyo Inmediato del Fondo Nacional de Desastres Naturales); se otorgaron 23 millones de pesos que se ejercieron a finales de 2017. Tras la entrega de estos recursos, la mayor parte de los espacios han continuado su actividad: así ocurre en los Faros, las oficinas de la Secretaría y el Centro Ollin Yoliztli.

Para el caso del inmueble adjunto a la Casa Rivas Mercado, que no es histórico, sino que es de finales de los 40, se destinaron recursos para acabarlo de demoler entre diciembre y enero. Ana Lilia Cepeda, directora de la Fundación Conmemoraciones AC., cuenta que la Casa Rivas Mercado no sufrió ningún daño con el sismo, pero que el inmueble vecino sí se dañó y que debió ser demolido. “En la casa no se movió ni un mosaico. Pero la vecina, donde estuvo el Instituto Washington, se dañó más (habíamos alertado que se iba a colapsar), y al final debió demolerse totalmente. Pero se dejaron ahí los escombros porque si se retiran sí podrían causar algún daño a la Casa Rivas Mercado. Seguimos a la espera de que haya recursos para que ahí se construya un centro cultural. Ya se tiene un proyecto”.

Los primeros recursos. Levenson detalla que a finales del año pasado, a través del Fonden se entregaron 23 mdp para una primera intervención: “Fueron apoyos inmediatos para quitar escombros, hacer apuntalamientos, pagar carpas, baños móviles, fue para la atención de la emergencia”.

Sin embargo, la etapa que sigue, la de la reconstrucción, demandará una inversión de unos 200 millones de pesos que todavía no han sido otorgados y no hay noticia de cuándo estarán.

La infraestructura cultural que se vio más afectada se ubica en 12 delegaciones, que justamente aparecen en la franja de mayores daños por el sismo. En la lista de 92 inmuebles que recibieron apoyos inmediatos se aprecia que las delegaciones donde los espacios culturales sufrieron más secuelas fueron Milpa Alta, Iztapalapa, Tláhuac y Gustavo A. Madero.

En Milpa Alta, 15 espacios están afectados: se trata de nueve bibliotecas, cinco casas de cultura y un foro; en Iztalapala, los daños estuvieron en 13 recintos, de los cuales cinco son casas de cultura y dos museos, entre éstos el de Pasión por Iztapalapa; los 17 espacios afectos en Tláhuac incluyen tres museos y siete bibliotecas; en la Gustavo A. Madero se dañaron 15 espacios, de los cuales ocho son centros de desarrollo social y cultural, como el Alí Chumacero, el Carlos Monsiváis y el Carlos Montemayor; ahí mismo, una de las casas de cultura afectadas es la que lleva el nombre de la periodista Casa Carmen Aristegui.

Levenson destaca el trabajo de coordinación y narra que se establecieron dos subcomités operativos tras el sismo: uno que tiene que ver con la infraestructura cultural y otro que tiene que ver con los monumentos históricos y monumentos patrimoniales. Y precisa: “Todo lo que tiene que ver con edificios históricos, declarados o artísticos, siempre lo hacemos de la mano con el INBA o con el INAH, aunque lo ejecutamos nosotros”.

En los dos subcomités, la Secretaría de Cultura de la ciudad se centra en el de infraestructura cultural.

A partir de la conformación de éstos, cuenta Levenson, “recibimos la instrucción del secretario, Eduardo Vázquez, de convocar a las 16 delegaciones y a otras dependencias del Ejecutivo local para que trajeran a la mesa sus diagnósticos de la infraestructura cultural afectada por el sismo”.

Detalla que los 23 millones de pesos se ingresaron al sistema del Fonden, se aprobaron y se ejecutaron. “Además, a finales del año pasado se entregaron a Banobras las facturas y solicitudes de pago correspondiente, por un monto aproximado de 20 millones de pesos”.

Los trabajos de reconstrucción ya no serán en los 130 recintos, sino en 58 espacios y para ello es que se han solicitado 200 millones de pesos. “El total suma 223 millones de pesos. Esto en cuanto a la infraestructura cultural” asegura.

Estos trabajos de reconstrucción no involucrarán las 12 delegaciones, sino en siete, además de espacios del Fideicomiso del Centro Histórico, de la Seduvi, que tiene el Monumento a la Madre, el cual tuvo una intervención de cerca de 2 millones en Apin pero que, para su reconstrucción, demanda 20 millones de pesos.

Si bien para la reconstrucción de infraestructura se espera la aprobación de recursos por 200 millones, para el caso de los inmuebles históricos —que son responsabilidad de INAH y Dirección de Sitios y Monumentos de la Secretaría— se han solicitado recursos por 595 millones de pesos.

“Estamos hablando de 800 millones de pesos entre los dos subcomités para reconstrucción de infraestructura y monumentos históricos en la Ciudad. Mayormente son espacios culturales para uso y disfrute de la ciudadanía que se tuvieron que cerrar en su momento, y hubo que generar condiciones para que se volvieran a abrir. La clave estuvo en la estructura para lograr que cada dueño o administrador del inmueble se constituyera en unidad ejecutora y pudiera directamente hacer la tramitación administrativa de sus proyectos”, dice el asesor de la Secretaría de Cultura.

—¿Cuándo se iniciará la reconstrucción?

—No lo sé. La reconstrucción va a ser la más larga. Esperemos que inicie pronto.

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