Interpol

anunció hoy que entre los pasados octubre y diciembre se requisaron más de 41 mil objetos de arte , entre monedas, muebles, pinturas, esculturas y piezas arqueológicas, en el marco de dos operaciones en 81 países contra el tráfico de bienes culturales en las que se detuvo a 101 personas.

Se trató de Athena, organizada por la Organización Mundial de Aduanas (OMA) y la propia Interpol, y de Pandora II, que estuvo coordinada por la Guardia Civil española y por Europol.

La Guardia Civil aprehendió más de 2 mil objetos culturales que se vendían en plataformas digitales, en su mayoría monedas de la época romana, explicó la agencia policial internacional en un comunicado.

Los agentes españoles también decomisaron 88 piezas de marfil, así como armas antiguas, incluidas espadas, una ballesta y 39 armas de fuego históricas, desde rifles a pistolas.

Eso fue una parte de las más de 7 mil piezas recuperadas por las fuerzas del orden internacionales gracias al control de sitios de venta por internet (casi un 20 % del total), lo que para Interpol pone en evidencia la creciente importancia de la red en el tráfico ilegal de bienes culturales.

Entre los objetos más destacados, en este caso requisado por la Policía Federal de Argentina, está un caparazón de un gliptodon, un mamífero extinguido que vivió hace más de un millón de años, y que se había puesto a la venta por 150 mil dólares.

Las aduanas de Brasil encontraron en la maleta de un pasajero una cabeza de mármol cuyo origen se está investigando y en una estación de trenes de París fue interceptado un lienzo del pintor Nicolas de Stael, valorado en 615 mil dólares (500 mil euros), que iba a ser trasladado de forma ilegal a Londres.

La Policía griega requisó 41 piezas arqueológicas en dos casas y dos locales comerciales de un hombre de negocios.

El secretario general de Interpol, Jürgen Stock, subrayó que para los delincuentes el mercado negro de las obras de arte se está haciendo "tan lucrativo como el de las drogas, las armas y las falsificaciones" y que los objetos antiguos representan para los grupos terroristas "una fuente potencial de grandes ingresos".

Por eso Stock justificó la petición de su organismo para que se creen unidades especializadas nacionales de lucha contra esos tráficos ilícitos y bases de datos.

sc

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