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El 19 de septiembre, diversos inmuebles de la Secretaría de Cultura tuvieron afectaciones y otros tenían que ser revisados ante daños visibles como caída de plafones o boquetes en paredes. A casi dos meses del sismo de 7.1 es incierto lo que ocurrirá con los lugares de trabajo de cientos de empleados. A la fecha se calcula que al menos 850 empleados del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), que tenían sus oficinas en el Conjunto Aristos en la colonia Condesa, se encuentran reubicados en cinco sedes alternas; mientras que unos 60 trabajadores del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA) que laboraban en el edificio conocido como La Nacional, ubicado en el Centro Histórico, aún no han reanudado sus actividades y se analiza otra sede.

Otros espacios, como foros y bodegas de los Estudios Churubusco, están a la espera de ser reparados y reforzados, y no han podido ser usados; en la Torre de Investigación del Centro Nacional de las Artes (Cenart) también están a la espera de que se realicen diversas mejoras al edificio, pero el personal ha vuelto a las instalaciones desde hace varios días.

El caso de los empleados del Conjunto Aristos es particular porque desde el 20 de septiembre han tenido que trabajar en otras sedes, desde sus propios domicilios hasta espacios acondicionados en lugares como el Museo Nacional de las Culturas, la Escuela Nacional de Antropología e Historia; a diferencia del INBA, cuyos trabajadores de base han decidido que no existen condiciones para regresar a retomar a sus responsabilidades.

El Conjunto Aristos. En el inmueble construido entre 1959 y 1961 y que está ubicado entre Insurgentes y Aguascalientes, en la colonia Condesa, trabajaban 850 personas en 17 áreas, entre coordinaciones y direcciones; 145 son personal de base. Y en las últimas semanas han sido reasignados en cinco sedes alternas.

En Córdoba #45 se encuentra ahora la Dirección General, Secretaría técnica, Coordinación Nacional de Arqueología, Coordinación Nacional de Asuntos Jurídicos, Dirección de lo Contencioso, entre otros. En la Coordinación Nacional de Antropología, ubicada en avenida San Jerónimo 880, está la Secretaría Administrativa y otras cinco coordinaciones; mientras que en el Museo Nacional de Antropología, localizado en Paseo de la Reforma y Gandhi, está la coordinación Nacional de Museos y Exposiciones y el Órgano Interno de Control.

Finalmente, tras varios días de peregrinación en diversas sedes, en el Museo Nacional de las Culturas y en la Escuela Nacional de Antropología e Historia fueron colocados los empleados de la Coordinación Nacional de Difusión.

Según la historiadora Adriana Konzevik, responsable de la Coordinación Nacional de Difusión, sólo el 19 de septiembre se dejó de laborar porque las condiciones no lo permitieron, pero al día siguiente todos los empleados buscaron refugio en otros inmuebles adscritos al INAH.

“Las 17 áreas que estaban en Aristos no están completas, estamos en diversos edificios. Lo deseable será que en algún momento podamos reunirnos en un solo espacio. Al principio fue un complicado porque los espacios están adecuados para cierto número de personas, para una capacidad de redes y de electricidad para un número de personas. Mudarnos al Nacional de las Culturas nos llevó varios días para acondicionar las redes, los sistemas de luz, para trabajar y afectar lo menos posible”, explica.

Y agrega: “Todo este proceso ha sido muy difícil. El número de monumentos dañados, las actividades ya programadas, exigían que todos estuviéramos a la altura de lo que se necesitaba. Algunas áreas no pararon ni siquiera el 19 de septiembre, y desde entonces nos hemos mantenido todos los días. Incluso los primeros días nos reunimos en mi casa porque no era posible detenernos. Lo que rescato de todo es que estamos en una institución solidaria”.

De acuerdo con Comunicación Social de la Secretaría de Cultura, el Conjunto Aristos no sufrió daños estructurales pero ya no será ocupado por el INAH debido a un “diferendo” con el propietario del inmueble, porque el contrato de renta no fue prolongado y por los daños internos que presentó el edificio. De acuerdo con el Instituto, la renta mensual del edificio era de 3 millones 467 mil pesos: ahora se contempla buscar otro espacio, pero se desconoce si podría alquilarse otro con un valor similar, la zona y cuándo podría ocurrir.

La Nacional. En el edificio ubicado en la esquina de Avenida Juárez y Eje Central, en el Centro Histórico de la ciudad, laboraban 250 trabajadores del Museo del Palacio de Bellas Artes, las direcciones de Arquitectura, Ópera de Bellas Artes, Archivo Histórico de la Gerencia del Palacio y otras oficinas sindicales; desde el sismo sólo ha vuelto una área de Arquitectura a ese espacio, otros más fueron reubicados en la Biblioteca de México y en el Centro de Capacitación y Desarrollo del INBA, ubicado en la calle de Dinamarca 38, en la Cuauhtémoc.

Sin embargo, algunas fuentes sindicalizadas aseguran que unos 60 empleados de base no han vuelto por considerar que no es seguro y que el INBA les ofreció trasladarse a la Torre Prisma, en Juárez y a Reforma.

Sin embargo, trabajadores aseguraron que desde hace meses le han advertido al INBA que Prisma ha presentado complicaciones como falta de agua, fallas en el elevador y consideran que las salidas de emergencia en caso de incendio son ineficientes. Asimismo manifestaron estar preocupados porque debido a que no han vuelto a trabajar se ha contratado personal de confianza. El INBA negó que haya personal sin laborar, que Prisma sea inseguro y que haya contrataciones, pero también dijo que no ha podido reubicar a todos y reconoció que existe personal que se niega volver a un edificio “seguro”.

El instituto también informó que La Nacional presentó desprendimiento de acabados y otros daños leves y que están a la espera de un último dictamen que deberá entregar el propietario. En un principio se dijo que contaban con tres dictámenes que determinaban que no había daño estructural, pero en un reciente encuentro con la prensa para informar sobre la Muestra Nacional de Teatro, Roberto Vázquez, subdirector del INBA, explicó que había un dictamen que no era positivo y que era probable que los trabajadores no regresaran.

Estudios Churubusco y Torre de Investigación. En los foros de los Estudios Churubusco (ECH) se dañaron muros de fachada y divisorios, puntas de columnas y fisuras en esquinas de losas; mientras que en las bodegas se presentaron daños como cuarteaduras, desprendimientos de aplanados y afectaciones en algunas trabes.

El director de ECH, Carlos García Agraz, informó que se han realizado ya los trámites ante la aseguradora, a efecto de iniciar los trabajos de recuperación que incluirán, además, obras de reforzamiento de muros, columnas y fachadas. Además estiman que en un plazo promedio de 120 días los ocho foros afectados estarán dando servicio con todas las medidas de seguridad que se requieren.

García Agraz indicó que de junio a agosto, los foros se rentaron por un monto aproximado de 3 millones 700 mil pesos, cantidad que podría no recaudarse en los siguientes meses que estarán cerrados. Estima que sean reabiertos en enero.

Mientras que la Torre del Cenart no presenta daños estructurales, pero se trabajará en los “desperfectos”. Según las autoridades, todos los que laboraban ahí han regresado, pero algunos investigadores sostienen que han sido reubicados en otros espacios como La Esmeralda.

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