CaixaForum Madrid
acoge, hasta el 20 de enero, la exposición 'Faraón. Rey de Egipto' que busca hacer una reflexión sobre el "poder y la democracia, la memoria y la trascendencia" a través de 164 piezas procedentes del British Museum que se acercan a la "cultura milenaria del Antiguo Egipto" a través de la figura del faraón desde distintos puntos de vista.
Así lo han hecho saber la directora adjunta de la Fundación Bancaria "La Caixa", Elisa Durán; la comisaria del departamento del Antiguo Egipto y Sudán del British Museum y comisaria de la exposición , Marie Vandenbeusch ; y el comisario adjunto y conservador del departamento del Antiguo Egipto, Neal Spencer, este martes 16 de octubre en rueda de prensa.
"Con esta exposición el visitante descubre por sí mismo cómo eran los faraones y también como querían ellos que se les viera ", ha explicado Vandenbeusch para especificar que se encuentran desde estatuas monumentales y relucientes joyas hasta objetos poco habituales que procedían de los propios palacios de los faraones que permiten apreciar "las múltiples habilidades de los antiguos artistas egipcios".
La exposición muestra el rostro de los faraones, que "impresionan" por su seriedad, así como coronaciones en las que aparecen rodeados de dioses, pero también explora otros campos como sus relaciones familiares, sus relaciones con otras culturas y pueblos -al contrario de lo que se piensa- y añade referencias geográficas y temporales en paneles con el objetivo de "situar al visitante". Así, estas salas albergan una selección de estatuas, relieves en piedra de antiguos templos, papiros, joyas y objetos rituales.
Entre todas ellas, Durán ha destacado la figura del dios halcón Re-Haractes, una cabeza del faraón Tutmosis III , unas losetas del palacio de Ramsés III y un busto de mármol de Alejandro Magno . "La fascinación por el Antiguo Egipto no se acaba. Cuanto más sabemos más queremos saber", ha expresado Durán para matizar que "la idea de cultura cerrada y autosucientes" de esta civilización "no es tan real" y que se ha descubierto que tenían interés por otras culturas, una "llamada globalización a escala de aquella época".
A través de las estatuas y los monumentos, los faraones construían sus identidades y proyectaban una imagen idealizada de sí mismos, bien como guerreros poderosos, protectores de Egipto contra sus enemigos, bien como adoradores fervientes de los dioses, intermediarios entre ellos y el resto de la humanidad.
En cualquier caso, según han explicado los comisarios, "la realidad era mucho más compleja". Así, han explicado que no todos los gobernantes del país fueron de sexo masculino ni tampoco egipcios, como por ejemplo el rey macedonio y el gobernante Alejandro Magno . Además, también hay constancia de conspiraciones regicidas e incluso golpes de estado.
Por último, han relatado que al margen de su origen o de su género, los monarcas egipcios se denían mediante la adopción de símbolos reales.
akc