En diversas ocasiones los bordados y tradiciones de los pueblos originarios de México han servido de inspiración para que empresas hagan uso del folclor para decorar sus productos con un fin meramente económico sin beneficiar a las comunidades, motivo por el que son señaladas de plagio, robo de iconografía y apropiación cultural.

El caso más reciente que se ha dado a conocer en la industria de la moda está protagonizado por Carolina Herrera , pues en su colección Resort 2020, a cargo de Wes Gordon , se hizo referencia a diversos pueblos originarios de México.

Por esta razón la Secretaría de Cultura, a cargo de Alejandra Frausto , envió una carta en la que exigió una explicación al uso de estos elementos por parte de la marca.

A finales de septiembre de 2018 artesanas de la localidad de Aguacatenando, Chiapas , denunciaron que Zara plagió su bordado tradicional y que usan diariamente.

La artesana María Méndez dijo entonces que el plagio les afectaba porque la gente ya no les compraba a ellas porque lo podían encontrar en una tienda o que eran parecidos. "Perdemos ese beneficio, que es nuestro principal sustento en el hogar".

Meses antes, en junio, la cadena Liverpool también estuvo en medio de la polémica pues puso a la venta unos tenis de la marca That's It que tenían como estampados una serie de tenangos.

En esa ocasión clientes de la tienda exhibieron el caso en redes sociales, por lo que promotores culturales y artesanos enviaron una carta a los directivos de la empresa para señalar un posible caso de plagio y violación de los derechos culturales.

Entre octubre y noviembre de 2017 artesanos de Tenango de Doria estuvieron en litigio con dos empresas diferentes: Nestlé y Mango , las cuales tomaron diseños artesanales y los emplearon en sus propios productos.

La firma española de ropa lucró con los bordados de Tenango de Doria, Hidalgo, al vender en sus sucursales y su tienda en línea prendas con valor entre mil 599 pesos y blusas de 899 pesos . A los habitantes no les sorprendió que la firma empleara sus modelos de bordado.

Kenia Montiel Pimentel

, subsecretaria de Participación Social y Fomento Artesanal de la Secretaría de Desarrollo Social, asegura que es toda una cosmovisión lo que tienen los tenangos y que el área jurídica de la dependencia analizó acompañar a las artesanas en la denuncia penal ante el Ministerio Público.

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En julio de 2016 trascendió una petición en Change.org contra la marca de ropa Rapsodia , la cual se habría apropiado de iconografìa de la comunidad de San Antonino Castillo Velasco, Oaxaca . En el mensaje se leía que la empresa se aprovechaba de la desigualdad de oportunidades y mercados para que los creadores no pudieran comercializar sus productos bajo precios justos.

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Antes de la polémica por la marca Rapsodia, a finales de 2015 la diseñadora francesa Isabel Marant estuvo en medio de la controversia luego que reprodujera los bordados de huipil de indígenas mixes de Santa María Tlahuitoltepec .

La comunidad de cerca de 10 mil habitantes rompió el silencio ante los rumores de que la empresa poseía una patente legal por los bordados. La empresa Antik Batik llevó a Marant ante los tribunales. Allí la diseñadora reconoció la influencia mixe de sus estampados.

Isabel Marant retiró las blusas de los aparadores, donde se vendían a unos 290 dólares. "Se deben vender, pero debe ser la confección, las ganancias, las atenciones para el pueblo mixe, no para otra persona, no de otras empresas", dijo en esa ocasión Carmelitana Vázquez, primera regidora de asuntos educativos y culturales de Tlahuitoltepec.

nrv

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