El arquitecto ingresó a El Colegio Nacional con el discurso “Las huellas de la memoria y los pasos al devenir”, en el que habló de sus influencias para hacer arquitectura, describió la situación en la que se encuentra la Ciudad de México con sus rascacielos y los “espacios públicos recuperados dignamente”, así como del futuro de la capital tras la pandemia.

En medio de una ceremonia híbrida , con algunos miembros de El Colegio en su sede (Donceles 104, Centro Histórico) y otros que se unieron a la transmisión vía Internet, fue como Leal leyó su discurso de ingreso, que luego le contestó Juan Villoro .

Visiblemente emocionado, el arquitecto inició su discurso con “las huellas de la memoria”, un apartado en el que reconoció el valor de la Ciudad de México, porque es donde nació, pero también porque es el espacio donde conviven el Paseo de la Reforma, colonias, barrios y villas, como Tepito , Morelos , Condesa , Roma , Juárez , Centro y Mixcoac , a las que recorrió “sin prejuicio ni estigma”, algo que le enseñó su padre, Juan Leal.

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Pero a la Ciudad no la conoció únicamente por sus recorridos, pues complemento importante fueron los aportes desde la literatura, el cine y la academia, que hicieron personajes como Efraín Huerta , Octavio Paz , Mario Pani , Gonzalo Celorio , Fernando González Gortázar , Paulina Lavista , Alejandro Rossi , Guillermo Tovar de Teresa , Juan Villoro y Max Cetto .

“La arquitectura es un hecho cultural, una de las disciplinas más complejas de la creación humana, debido al conjunto de conocimientos, saberes y sensibilidades que se requieren para su realización. Es una de las manifestaciones más evidentes para conocer y acercarse al entendimiento de las civilizaciones, y una prueba fehaciente de la memoria material de los pueblos. Es un arte útil de gran responsabilidad social, una actividad creativa al servicio de las comunidades humanas ”, dijo.

Detalló que en su vida, la arquitectura “ha sido como el haberme colocado unos anteojos, los cuales, una vez puestos frente a mis pupilas, han ampliado en mí la visión del mundo”, pues “la función de la arquitectura es hablarnos de la naturaleza, formar parte de ella”.

Si bien la arquitectura ha contribuido en la creación de espacios “para la supervivencia humana”, hay ciudades que se enfrentan a grandes problemas, pues de acuerdo con cifras que presentó, se calcula que sólo un 25% de la humanidad vive en condiciones aceptables.

“Las políticas urbanas no se pueden basar únicamente en las leyes del mercado, ni la vivienda puede constituir tan solo un elemento financiero. Se trata de un derecho que al valerse deriva en una crisis ética”, señaló.

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Al respecto, dijo que en la Ciudad de México se han adoptado modelos de urbanización que no contribuyen, sino que por el contrario, segregan. “Como ocurrió con las urbes norteamericanas , las calles intimistas de nuestras ciudades fueron eclipsadas por largas avenidas cuyo recorrido a pie resulta imposible: el ciudadano-peatón cedió su lugar al cansado y distraído excursionista motorizado que hoy invierte varias horas para llegar de su casa a sus labores cotidianas, bien sea a su trabajo o la escuela”.

Y los espacio públicos “estuvieron relegados durante largo tiempo, la constante competencia frente al espacio comercial privado, la falta de mantenimiento, la especulación inmobiliaria, la impertinente omnipresencia del automóvil, así como la inseguridad mantuvieron las calles y plazas públicas fuera de la acción colectiva. Hoy, por fortuna, se observan cambios significativos y existen partes de ciudad y espacios públicos recuperados dignamente. Debemos colectivamente construir una ética para el habitar”.

Sin embargo, para generar otros cambios, Felipe Leal indicó que será inevitable que la pandemia de Covid-19 conduzca a una reflexión sobre cómo será el habitar después de la emergencia sanitaria.

“Nos encontramos frente a una sustitución de valores y a distintos desafíos; es necesario imaginar nuevos caminos, no cabe duda de que la estridencia y frenética dinámica que estábamos experimentando traería consecuencias. Las ciudades del siglo XXI se enfrentan a desafíos ambientales, económicos y sociales. La crisis sanitaria presente ha incidido en la necesidad de repensar el modelo de ciudad como un lugar con calidad de vida, con mayor seguridad, y que apueste por la proximidad, por un uso y disfrute de espacios públicos cada vez más vegetados y dotada de una movilidad sostenible”.

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El arquitecto reconoció que adaptar la Ciudad a los nuevos requerimientos que implica la pandemia “no será fácil” y enfatizó que no se puede continuar con el diseño de “edificios y ciudades como si nada hubiera pasado”, pues actualmente hay cambios en la dinámica demográfica.

Leal señaló que como miembro de El Colegio Nacional, analizará todos esos cambios en conjunto con sus colegas y especialistas.

“Pretendo no ser ajeno a los cambios significativos que se presentarán en los usos de los espacios cerrados o abiertos, y en cómo serán reciclados o qué nuevos usos albergarán: oficinas, centros comerciales, almacenes, centros educativos, hospitales, así como contribuir al análisis de los impactos que sufrirá la arquitectura en su conjunto y la vida urbana post- pandemia ”.

Su discurso fue contestado por el escritor Juan Villoro, quien en representación de Julio Frenk, presidente en turno de la institución, le dio un diploma y un fistol, como parte del protocolo para el ingreso de Felipe Leal a El Colegio Nacional.

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