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MIAMI.— La más reciente edición de Art Basel Miami Beach llegó ayer a su fin, con reportes que dan cuenta del estado actual del mercado global del arte. La galería suiza Hauser & Wirth, por ejemplo, reportó ventas por casi 23 millones de dólares tan sólo al término del primer día de actividades en un renovado Miami Beach Convention Center. Obras de Philip Guston, Louise Bourgeois, Larry Bell y Paul McCarthy fueron vendidas.

Al cabo de 17 años, esta feria de arte moderno y contemporáneo, ha transformado la vida cultural y económica de esta ciudad. Alrededor de Art Basel giran 20 ferias satélites, ha sido motor para nuevos museos y galerías y la infraestructura turística crezca, destaca Noah Horowitz (1979), director para las Américas de Art Basel, en entrevista para EL UNIVERSAL.

¿El fenómeno de Art Basel Miami podría replicarse en alguna ciudad de AL?

No puedo comentar específicamente, pero no veo por qué no pueda serlo. Hay un número de ciudades en Latinoamérica fuertes y dinámicas.

La relación arte y mercado del arte es compleja y complicada, ¿no le parece?

Arte y mercado del arte están entrelazados desde principios del Renacimiento en el siglo XVI en Italia. No hay nada nuevo en relacionar al arte con el dinero. Lo que estamos viendo ahora es un campo vastamente expandido que está más conectado que nunca.

Si Art Basel Miami Beach es un termómetro del mundo del mercado del arte, ¿cuál es su estado de salud?

Ha habido muchas especulaciones al respecto, pero al final la Feria está teniendo un éxito extraordinario. El mercado del arte no es inmune a los cambios que están ocurriendo en el mundo.

¿Cuál es el nuevo perfil de los coleccionistas?

Durante mucho tiempo coleccionar arte ha sido visto como una actividad burguesa de élite, y lo que vemos en esta última década, cada vez más, es el surgimiento de nuevas generaciones de coleccionistas, muchos de ellos formados por sí mismos en negocios, finanzas, tecnologías, que miran a Art Basel Miami como uno de sus eventos más importantes.

¿Qué importancia tiene la educación para la Feria?

Estamos comprometidos con ella. Este año tuvimos 18 mesas de conversaciones, abiertas al público, cuyos videos están disponibles en nuestro sitio web. Cuando fui estudiante escuché muchas de estas conversaciones en audio. Estamos en coordinación con instituciones locales y museos, tanto con los más grandes como el Pérez Art Museum Miami, el Bass y el Instituto de Arte Contemporáneo de Miami, como con los pequeños.

¿Qué valores culturales están detrás de Art Basel?

Están entrelazados con los comerciales en todos los aspectos. Al final estamos en el negocio de apoyar a las grandes galerías y a los grandes artistas de nuestro tiempo, motivando labores de patrocinio.

El galerista Ernst Beyeler, decía que “comprar arte escapa a la razón”, ¿coincide?

Parcialmente. Hay arte que escapa a las palabras, no siempre podemos definir por completo qué es lo que hace al gran arte, de la misma manera en que no podemos definirlo por medio de un estudio científico. El arte nos inspira y nos hace ver perspectivas que de otra manera no tendríamos, y aprender de otras culturas. Es esa falta de razón la que nos sirve de base para la inspiración.

¿Qué galerías y artistas lo han sorprendido?

Siempre tengo tiempo para disfrutar de la Feria. Recorro los pasillos muy temprano para ver qué hay de nuevo. Este año estoy muy emocionado de ver cuántos tipos diferentes de arte hay de tan diferentes partes del mundo. Algo que me ha impactado es el arte de la diáspora africana.

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