Los sismos de septiembre de 2017 pusieron en riesgo los murales del Conjunto SCOP, los cuales son retirados por trabajadores para ponerlos en resguardo en unas bodegas, cuyo estado será revisado el próximo lunes con una visita de especialistas del Centro Nacional de Conservación y Registro del Patrimonio Artístico Mueble (Cencropam).

Los murales se encuentran desde 1987-88 sobre los bastidores del edificio A, pero el 25 de septiembre de 2017 el Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA) aprobó el desmontaje exclusivo de las piezas reconstruidas del inmueble antes mencionado.

A través de un comunicado el INBA indicó que los murales son retirados por falta de verticalidad del edificio A y no porque las obras estén dañadas.

Ayer trabajadores y el muralista Ariosto Otero se manifestaron en contra de las labores que se hacen en conjunto de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT). El lunes serán recibidos por autoridades del INBA y ahí van a exigir que se detengan los trabajos.

El artista dijo que la intención de desmontar y trasladar el conjunto de murales “no tiene sentido porque se rompe la narración, se rompe el conjunto histórico; un edificio se comunica en la narración con los otros, si se cortan en cachitos para decir: ‘los salvamos’, se vuelven cosas decorativas, y no es así: el mural nace con una narrativa, y sin esa, el mural hace ese espacio algo solamente decorativo y ya no aporta”.

El INBA ha solicitado un cronograma a la SCT para conocer con precisión los tiempos del desmontaje. Además, el instituto artístico desconoce si las obras van a ser instaladas en otra ubicación.

Entre las indicaciones de conservación que dio el Cencropam están la identificación de cada uno de los paneles, registrar su estado de conservación, aplicar velados preventivos y almacenarlos adecuadamente.

nrv

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