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Para promover y difundir las obras de artesanos nacionales en sus diversos puntos de venta, el Fondo Nacional para el Fomento de las Artesanías (Fonart) ha publicado en los últimos años su Catálogo de Artesanías Mexicana. El más reciente, publicado en 2017, incluye seis volúmenes que reúnen piezas de las ocho ramas artesanales más significativas y populares.

Fibras vegetales, alfarería y cerámica, textiles, madera, papel, cartonería, arte huichol y metalistería son las ramas artesanales que se pueden ver en este catálogo que, según la directora del Fonart, Liliana Romero Medina, busca darle valor y resaltar esas obras producidas por manos artesanas como verdaderas piezas de arte. “Necesitamos que los mexicanos veamos la artesanía con ojos de belleza. Muchas veces los productores no exhiben la artesanía como lo hacen las vitrinas de las grandes cadenas comerciales, ellos las tienen dobladitas en bolsas de plástico, sobre una mesa, sin exhibirlo con el decoro que merecen. Para nosotros el arte popular mexicano es arte”, dice en entrevista.

En el país, explica la funcionaria, hay 18 ramas artesanales, de las cuales eligieron las ocho más importantes, que son: “las de mayor uso, mayor belleza” y “mayor presencia entre el público”. Una muestra de esa riqueza artesanal también se dio a conocer en un catálogo de 2014 y en otro de 2015. El más reciente es el tercero de este proyecto que tiene como fin ser “un testimonio gráfico de lo que es la artesanía hoy en México. Anteriormente, Fonart ha hecho otros catálogos de artesanías que dan cuenta de otros momentos; podríamos ver otra edición en 15 años y seguramente tendrá sus variables”, dice.

En cada volumen de estos catálogos se incluye una selección de piezas representativas de cada rama con fotografías e información que indica el tipo de objeto, materiales, técnica de manufactura y procedencia. En ninguna de las obras se incluye el nombre del artesano pero, según Romero Medina, esto se debe a que la función de este catálogo es promover las piezas que representan a una comunidad, no a un autor en particular. “En los catálogos de concurso queremos resaltar al artista que hizo esa pieza de excelencia, pero en éste queremos resaltar a la pieza que representa a una comunidad, porque también para nosotros es muy importante que el mexicano de a pie vaya a las comunidades, nos interesa que el consumidor final vaya a las comunidades de los artesanos, que conviva con ellos, que conozca el proceso de elaboración, y al llevarlos a la comunidad le dejas la ganancia directamente al productor, ya no al intermediario, haces ventas sin tanto intermediarismo”.

De acuerdo con Romero Medina, esa ha sido una de las estrategias que han desarrollado en los últimos años a través de iniciativas como Viajemos todos por México, que forma parte del programa de Pueblos Mágicos de la Secretaría de Turismo, así como mediante ferias y exposiciones artesanales que buscan crear una interacción directa con los artesanos. Este año planean realizar más de 40 eventos de este tipo.

Que los artesanos puedan vender directamente sus productos, sin intermediarios, también les permite conocer las demandas del mercado, considera la funcionaria: “Para preservar el arte popular hay que escuchar qué quiere el consumidor, si no, no se vende, y lo que no se vende, se extingue. Tienes que hacer muy viable la interacción entre productor y consumidor para que se preserve y evolucione, según las necesidades del mercado”, opina.

Con esa misma idea de invitar a los consumidores de artesanías a conocer directamente el entorno de los artesanos, Fonart alista una publicación que contendrá información sobre 33 corredores turísticos artesanales en el país.

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