El legado de Octavio Paz arde en la hoguera de las vanidades

El legado de Octavio Paz arde en la hoguera de las vanidades

El gobierno de la Ciudad de México ha dejado de hacer cualquier trámite sobre la sucesión del legado de Octavio Paz. Nos cuentan que se tomó la decisión de que sea la próxima administración, encabezada por Claudia Sheinbaum, la que continúe con el proceso. Mientras tanto, en Arenal están a marchas forzadas para que todo quede listo en noviembre porque el deseo es que sea el gobierno peñanietista el que pueda alzar el puño en alto y gritar: ¡lo logramos! Este embrollo ya se convirtió en una verdadera hoguera de vanidades, casi casi como una lucha de fuercitas. ¿Pues no que el bienestar del legado de Paz primaría sobre todo?

Suárez del Real se está luciendo, pero por desinformado

Por cierto, hace unas semanas le contamos que Alfonso Suárez del Real, próximo secretario de Cultura de la Ciudad de México, anduvo declarando que las cenizas del Nobel de Literatura habían sido sacadas del departamento de Polanco que habitó Marie-José Tramini, y que las habían puesto en el mismo nicho en donde están las de su amada esposa. Algo deseable, sin duda, pero que si hubiera ocurrido en medio de un proceso legal se habría cometido un delito, así que recomendamos que asesoraran a quien será la autoridad cultural. Pues resulta que esa asesoría todavía no llega porque ahora declaró que buscará que uno de los inmuebles que se presumen son de la familia Paz Tramini, específicamente el que está localizado en la colonia Nochebuena, se convierta en un estudio biblioteca. ¡Nombre, un genio! Sí, de verdad, sería una gran idea, pero hay un pequeño detalle: ese bien está a nombre de un tercero. Ajá. Un tercero. De modo que, legalmente, no forma parte del patrimonio los Paz Tramini. Incluso, estaba en un litigio legal aún sin resolver. ¡Qué tal! Ya, en serio, ármenle una carpeta con toda la información posible. Plis.