Con la publicación Museo Nacional del Prado. Rafael Moneo, 2007-2017 ; una reflexión en torno a la entidad arquitectónica y museística de la intervención de este arquitecto español, la pinacoteca española celebra el X aniversario de la ampliación de su espacio.

A través del estudio de Jorge Fernández-Santos, el ensayo fotográfico de Joaquín Bérchez, y un texto de Beatriz Lumbreras, el Museo del Prado hace patente la beneficiosa transformación vivida por la institución durante estos 10 años. En paralelo, la exposición fotográfica "Por el Prado de Moneo”, que podrá visitarse hasta el 28 de enero en el Claustro de los Jerónimos, ilustra la intervención de este arquitecto, inscribiéndola en su contexto urbano y analizando su relación con el edificio diseñado por Juan de Villanueva.

El 30 de octubre de 2007, los reyes, Juan Carlos y Sofía inauguraron al público la ampliación más significativa de los casi 200 años de historia del Museo del Prado, ideada y ejecutada por el arquitecto Rafael Moneo.

Paralelamente a este proyecto arquitectónico, el Museo del Prado inició un proceso de renovación total de la institución, desde sus actividades científicas y expositivas a su política de comunicación, utilizando nuevas herramientas de gestión.

La fórmula de ampliación ingeniada por Moneo une el edificio Villanueva con un complejo formado por una construcción de nueva planta y el Claustro restaurado de los Jerónimos, a través de una cuña que actúa como área de acogida y distribuidor de visitantes.

Esta ampliación incorporó 15 mil 715 metros cuadrados de superficie, un incremento del 50 por ciento, respecto a los que tiene su sede histórica.

Además, permitió disponer de los espacios y las instalaciones adecuadas para el desarrollo tanto de su actividad interna de conservación y

custodia de una de las más excelentes colecciones de arte del mundo, como de su actividad externa en relación con el público que lo visita o participa en sus actividades.

Por su parte, el desarrollo de la actividad cultural y expositiva del museo se ha ampliado extraordinariamente con la dotación de un nuevo y moderno auditorio y nuevos espacios para la celebración de exposiciones temporales.

Desde "El siglo XIX en el Prado", exposición inaugural de los nuevos espacios, se ha puesto en marcha un completo programa de exposiciones que ha propiciado que 2016 se presentaran 13 muestras, más del triple que en el año anterior a la apertura de la ampliación. En las salas A, B, C y D del edificio Jerónimos se han podido visitar exposiciones dedicadas a algunos de los autores más significativos del Museo, bien a través de muestras antológicas, bien con obras centradas en cuestiones específicas de su producción.

Entre ellas: “Goya en tiempos de guerra” (2008), “Rembrandt, pintor de historias” (2008), “Joaquín Sorolla” (2009), “El último Rafael” (2012), “El joven Van Dyck” (2013), “El Greco y la pintura moderna” (2014); así como “El Bosco” (2016). De manera complementaria, se han organizado exposiciones antológicas de artistas que no están representados en el museo como “Chardin” (2012) o “Ingres” (2016).

También se han presentado las colecciones de grandes museos internacionales, como “El Hermitage en el Prado” (2011) y “Tesoros de la Hispanic Society” (2017). La ampliación también ha permitido exhibir la obra de artistas del siglo XX como Thomas Struth, Cy Twombly, Francis Bacon, Richard Hamilton, Eduardo Arroyo y Cai GuoQiang. Finalmente, con motivo de la exposición dedicada al Bosco en 2016 se presentó la primera instalación artística multimedia en el Museo, a cargo de Álvaro Perdices y Andrés Ibáñez.

La organización de más exposiciones, junto con una renovada oferta de actividades y servicios, favoreció un aumento de visitantes del 40 por ciento. Así, el año anterior a la ampliación se contabilizaron dos millones 165 mil 581 visitantes, mientras que en 2016 ascendieron a tres millones 33 mil 754, una cifra nunca antes alcanzada.

Tras la inauguración de los nuevos espacios, los visitantes españoles han aumentado significativamente, pasando de un 36 a un 60 por ciento del total, mientras que los de procedencia internacional decrecieron (del 63 al 40 por ciento). Sin embargo, a partir de 2009 los porcentajes se han ido equilibrando. En 2016 los visitantes residentes fuera de España suponían el 61 por ciento del total. Los países que aportaron más visitantes en ese año fueron, por este orden, Estados Unidos, Italia y Francia.

sc

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