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Utilizar la fuerza de gravedad como un punto de articulación en la escultura, y realizar esculturas bajo los conceptos fundamentales de equilibrio y balance —no solamente en lo físico sino en el discurso y en lo simbólico— es una idea que atraviesa la exposición Mecánica de lo inestable, que José Dávila presenta desde ayer en la galería OMR, donde se exhibirá hasta el 24 de marzo.

Desde el título de la muestra, Dávila (Guadalajara, 1974) formula una tensión: Mecánica de lo inestable, parece en sí una contracción, pero el artista propone una exploración de las posibilidades de los materiales, reúne el caos y el orden, la dureza y la materia que se transforma, la fuerza y la fragilidad.

Los dos pisos del lugar están dispuestos con grandes esculturas; en el primero hay obras creadas para el sitio específico. Las piezas están hechas con vigas, piedras, globos, rocas, fragmentos de una antigua escultura, maderas, con las cuales abunda en el lenguaje que ha formulado para la escultura en los últimos años; hay tensiones y sutilizas.

Dávila trabaja también con el espacio y el tiempo, e invita al espectador a formular un diálogo con estas nociones, y a replantear relaciones alrededor del espacio y la fuerza de los materiales.

Las que presenta en OMR fueron obras creadas en los últimos tres meses. “Normalmente estoy rodeado de elementos como los que trabajé en la exposición, los tengo en el estudio; a la mano”, dice el artista y explica que buscó trabajar en torno de lograr puntos de equilibrio, de alcanzar un balance y de trabajar con la fuerza de la gravedad.

“Al tener estos elementos a la mano, empiezo un trabajo un tanto empírico, un poco prueba y error, sin un plan definido”. Explica que Mecánica de lo inestable busca también hacer “funcionar a la inestabilidad con tensiones prácticas y poéticas”.

A la par, el artista trabajó con ciertas “ideas generadoras” y momentos de improvisación: “Es un proceso de nutrición en ambas direcciones”.

“Las ideas generales de la exposición son utilizar a la fuerza de gravedad como un concepto de articulación de la escultura. Tener a la fuerza de gravedad como una fuerza omnipresente en el trabajo tridimensional, y entonces, mediante ella, hacer juegos de balance, equilibrios, en lo físico, en lo práctico, en lo conceptual, en lo discursivo”, explica.

Una de sus obras, Every Finding Has a Consequence, incluye una manzana para continuar el diálogo en torno de la gravedad, que evidentemente remite a Newton, pero también a significantes religiosos y a referencias de otros artistas, es el caso de Magritte: “La manzana es quizás la fruta más cargada de simbolismo en la historia, era también el logo del sello discográfico de los Beatles, es el logotipo de la compañía Mac de Steve Jobs. Creo que la manzana siempre ha estado en cambios importantes en la historia humana, y lo han ido usando para todo. Efectivamente, la conexión con Magritte puede estar al encontrar una manzana en conexión con esos otros elementos y esto puede resultar en un encuentro surreal. Está llena de simbolismos y me interesa que los pueda compaginar todos, porque los tiene”.

Acerca de las obras de esta exposición, Humberto Moro escribe que el título funciona como un haiku, en el que se hace evidente la relación conflictiva de sistemas aparentemente opuestos. “A diferencia de otros procesos artísticos en donde los materiales cambian de estado o su forma es manipulada, la obra de Dávila no depende de la modificación de la materia, sino de su reorganización. De esta forma, la función del artista es más parecida a la de un catalizador, un agente que facilita procesos de interrelación entre fuerzas previamente existentes”.

La galería OMR se ubica en Córdoba 100, colonia Roma.

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