Estado Latente

es el título del programa con el que la compañía Delfos danza contemporánea celebrará 25 años en los escenarios el próximo jueves 2 de agosto a las 20:00 en la Sala Principal del Palacio de Bellas Artes.

Según Claudia Lavista y Víctor Manuel Ruíz , codirectores de la agrupación, decidieron llamar Estado Latente a este programa de gala porque sienten que, a pesar de cumplir 25 años, Delfos sigue siendo un corazón que late, un espacio que vibra, que tiene vida.

En esta ocasión, el público podrá disfrutar de tres obras muy distintas entre sí. La primera de ellas es Concierto barroco , de Víctor Manuel Ruíz, una pieza inspirada en los coreógrafos George Balanchine y Paul Taylor.

Se trata de un divertimento con música de Bach , en el que simplemente se baila al ritmo de la música. Es una pieza que resalta una característica

esencial de los bailarines de Delfos, quienes asumen una técnica rigurosa, por lo que los asistentes verán técnica y virtuosismo a través de las notas musicales del genio alemán.

El programa continuará con Proa , de Claudia Lavista , una pieza que trabaja desde hace un año y de cuya plataforma se desprenden muchas versiones con distintos compositores, castings e incluso duración y formatos.

La versión que hace Lavista para Delfos es un cuarteto. La música, en este caso, la trabaja con dos músicos: una base sonora de Tomás Gueglio,

compositor argentino radicado en Chicago y con quien la coreógrafa ha colaborado en varias ocasiones; y, por otro lado, tocará en escena

Jonathan Torrijos

, un joven músico mazatleco que en genera una serie de sonoridades atractivas para la pieza.

Estado Latente

cerrará con el estreno de Manglar , también de Víctor Manuel Ruíz, obra que explora a la humanidad desde diferentes aspectos:

la violencia, el consumismo y la individualización del ser humano.

“Empecé a entender que en todas las épocas han existido los mismos problemas, prejuicios y atrocidades, y Manglar es una reflexión sobre el

paso del tiempo, la violencia y el consumismo excesivos, pero sobre todo habla de la frialdad con que al ser humano se le ve como objeto, al final hay una reflexión de estar en silencio y regresar a la naturaleza”, señaló el autor.

La coreógrafa Claudia Lavista comentó: “Cada una de nuestras obras es diferente, no tienen nada que ver una con otra, porque siempre hemos

buscado nuevos caminos para hacer danza y propuestas escénicas; sin embargo, hay una constante que es el trabajo con la fisicalidad y con la dramaturgia”.

Ambos directores destacaron que la proyección en el ámbito internacional ha constituido un respaldo fundamental para ellos, pues han realizado un trabajo importante de conexión con redes y con presentadores alrededor del mundo, que los llevó a trabajar con Lynn Fisher , quien es su manager en Estados Unidos desde 2004.

akc

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