Como un artista excepcional, "de una imaginación poderosa y abundante, que por más de 50 años ha dado vida a múltiples universos, convertidos en obras únicas, llenas de poesía vital, gran belleza y originalidad", fue calificado el artista plástico Alan Glass por la directora general del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA), Lidia Camacho.

Al hacerle entrega de la Medalla Bellas Artes por trayectoria, la funcionaria destacó los méritos de este artista excepcional, de delicada sensibilidad y mirada sutil, cuyo arte, dijo, "ha contribuido a la cultura nacional".

En la ceremonia, de la que da cuenta el Instituto, Camacho destacó la importancia de Glass y del trabajo que "abre ventanas al mundo interior del subconsciente, del erotismo, de la naturaleza, de la poesía y lo onírico".

"Para mí es un honor entregar la medalla a este creador alquimista, de delicada sensibilidad y mirada sutil, quien ha entregado su vida y talento a la búsqueda del arte", dijo Camacho tras destacar el alcance de su arte, admirado en México pero también en Canadá, Francia, Estados Unidos, España y Alemania.

“La Secretaría de Cultura y el Instituto Nacional de Bellas Artes reconocemos los méritos y la trayectoria de más de medio siglo de un creador entrañable para la comunidad de las artes visuales apreciado, sobre todo, por su extraordinaria calidad humana y el lugar prominente que su obra guarda en el desarrollo del arte de nuestro país.

“México acoge con generosidad y cariño a quienes como tú contribuyen a la valoración de nuestro legado cultural y al enriquecimiento de nuestra vida social. Comunidad e instituciones celebramos el privilegio de contarte entre los nuestros”, destacó.

Tere Arcq, curadora e historiadora de arte, consideró que Alan Glass es un ser humano de una integridad impecable y autor de obras de un universo extraordinario, las cuales encarnan todos los ideales del surrealismo: exaltación de la imaginación, la exploración del mundo de los sueños y el inconsciente.

También de la recuperación del asombro y la inocencia de la infancia, el descubrimiento del azar objetivo, el uso del juego y el humor, el rechazo absoluto a las normas y los dictados de la razón, y la búsqueda permanente por amalgamar en la vida y en el arte los tres ideales surrealistas por excelencia: el amor, la libertad y la poesía.

Mientras que para el también artista visual Alberto Blanco, Glass es un artista excepcional y creador de cajas en donde todo se puede ver, en donde hay una ventana y un cristal donde la noche se mira reflejada una y otra vez, y que a su vez se convierten en el espejo del mundo de todos los días y de otros mundos.

El también artista visual reveló que en la obra de Glass pasa algo más que el tiempo, algo que vibra y transmite mensajes, algo puro que toca, sacude y conmueve por su belleza, pero sobre todo por su absoluta sinceridad.

sc

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