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Son varias las hipótesis con tintes un poco conspiradoras que se han generado los últimos días para encontrar una razón coherente, válida y razonable para entender el por qué, la Federación Mexicana de Futbol decidió que el último partido que jugaría el conjunto tricolor en territorio mexicano será en San Luis Potosí, si cuando se esperaba que el duelo ante Trinidad y Tobago sería en una de las grandes metrópolis del país, como Guadalajara o Monterrey. FMF optó por una ciudad de provincia con un equipo en Ascenso MX y un estadio aún sin concluir.
La imposibilidad de creer que Atlético de San Luis por méritos propios ganó a través de una gestión independiente la sede para este encuentro, orilló a que se publicara como única teoría posible para justificar que la Selección Mexicana juegue el próximo 6 de octubre en el Alfonso Lastras fue que el gobierno del estado de San Luis Potosí, encabezado por Juan Manuel Carreras López, sacó de las arcas del erario público el dinero necesario para poder “convencer” a Decio de María y demás involucrados en que San Luis era la mejor opción para el duelo.
Ante todo este escenario montado olvidaron que detrás de Atlético de San Luis existe el respaldo de Atlético de Madrid, uno de los equipos más importantes del mundo, con la capacidad económica de poder cubrir un evento de esta naturaleza y que a la par pudieran realizar una remodelación exprés al Alfonso Lastras y tener una oportunidad única para colocar a la ciudad en el mapa o como dijo Alberto Marrero, CEO del equipo potosino, poner a San Luis nuevamente en la élite del futbol mexicano; y ante la negativa de algunos otros interesados, la propuesta presentada por San Luis resultará la ganadora.
Si bien, el gobierno no está involucrado económicamente hablando en este partido, Carreras López sabe la importancia de un evento de esta magnitud y la proyección que tendrá San Luis al exterior, si todo sale “a pedir de boca”, sobre todo, cuando debe emitir su informe de gobierno en fechas próximas y cuando 2017 ha resultado el año con más robos violentos, homicidios dolosos y violaciones en el estado de San Luis Potosí desde 1997, según datos del Sistema Nacional de Seguridad Pública, así como el destape de actos de corrupción en el Congreso del Estado, por lo que un partido de futbol de la Selección le viene al gobierno como anillo al dedo.
