El sismo del 7 de septiembre dejó cientos de miles de damnificados en Chiapas y Oaxaca. Muchos de ellos están viviendo en la calle. Las autoridades han explicado que primero hay que atender la emergencia y luego vendrá el proceso de reconstrucción. No se vislumbra sencillo. El primer paso es tener un diagnóstico, por ello el esfuerzo de recorrer casa por casa para constituir un censo.

Pero no solamente se perdieron viviendas. En Chiapas hay alrededor de mil escuelas dañadas; en Oaxaca son más de quinientas. Reconstruirlas o repararlas será un gran reto. Apenas están en el registro detallado del nivel de afectación en cada plantel y ya se enfrentan los primeros obstáculos.

Los integrantes de la CNTE recibieron la instrucción del Secretario Técnico de la Sección 22, Porfirio Gutiérrez, de no dejar entrar a la SEP en las escuelas. En efecto, Gutiérrez envió un documento en el que pidió bloquear a los funcionarios de la secretaría. Ante el rechazo generalizado a esta medida, aclaró que solo pretendía impedir el acceso a los "pedagogos que buscan implementar la reforma educativa". Pero resulta que son ellos justamente quienes intentan levantar el censo. Luego dijo que, antes de permitir el ingreso a quienes hacen la inspección, debe haber un acuerdo con maestros y padres de familia. Eso claramente retrasará el avance de la reconstrucción. Solo falta que pida la instalación de una mesa de negociación para que esto de tener un diagnóstico se convierta en un tema de meses. Total, en la sección 22 nunca han mostrado prisa por regresar a clases.

Otro freno son los conflictos agrarios. En Santa María del Mar, un poblado costero del Istmo de Tehuantepec, la ayuda difícilmente llega porque los habitantes de San Mateo bloquearon desde hace tiempo el acceso por tierra. Debido a este enfrentamiento, hay que llegar en lancha e implica correr muchos riesgos. "Ahí no entra ni el ejército", me dijeron estando en Juchitán.

También la inseguridad es enemiga de la recuperación en las zonas afectadas. Un ejemplo es lo sucedido en Chiapas a los pocos días del sismo: un camión que trasladaba apoyo para los damnificados fue asaltado en la carretera. Los ladrones no dieron tregua ni en plena desgracia.

Los robos, abusos y asesinatos se multiplican. Parece que nada detiene a la impunidad. Por eso lo más difícil de reconstruir será la confianza.

HUERFANITO. En medio de la zozobra en que vivimos, creíamos tener una opción para transportarnos con seguridad. Pedir un coche a través de una aplicación que identifica al conductor nos daba cierta calma. Con la muerte de Mara Castilla, esa certeza se fue. La violaron y luego la estrangularon. Tenía 19 años.

En un país en el que el 98 por ciento de quienes roban, violan y matan quedan impunes, hay el que la culpa a ella por atreverse a salir de noche. ¿De verdad las mujeres no podemos salir a la hora que nos dé la gana sin que nos maten? #NiUnaMas

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