Por Maribel Alba

Ser reportero en la zona noroeste del estado de Chihuahua es sinónimo de mantener la alerta todo el tiempo, porque los hechos de violencia no se agendan como una rueda de prensa o una entrevista.

El lugar o el grado de trascendencia de la información tampoco dependen de la fuente o el periodista, ni de la habilidad del comunicador para hacer la pregunta clave que descubra la nota exclusiva que ocupará los titulares de un noticiario o las ocho columnas de un periódico.

Sin embargo, esto va más allá de cumplir con el deber de informar. Como periodistas somos parte de una sociedad cada vez más herida, cuya base está en ciudad Cuauhtémoc, Chihuahua, donde la dinámica de violencia se extiende a los municipios serranos a los que como medios de comunicación debemos dar cobertura.

El común denominador de la noticia en la famosa Sierra Tarahumara y la puerta que conduce a ella, Cuauhtémoc, son las ejecuciones, los suicidios, los ataques a policías, los enfrentamientos, la destrucción de narco-campamentos y plantíos de droga. La cuestión de los desaparecidos ya no es tan popular.

Sin embargo, ir más allá de la noticia, investigar el porqué, sus raíces, su relación con otros hechos, es una decisión sumamente difícil. La pauta se marcó luego del homicidio de la corresponsal de La Jornada, Miroslava Breach, un ícono de veracidad y profesionalismo para muchos de nosotros.

IR AL LUGAR DE LOS HECHOS BUSCANDO LA OBJETIVIDAD Y MIDIENDO EL PELIGRO

René Pérez Gutiérrez tiene 23 años como periodista en radio, televisión, medios digitales y medios impresos. Actualmente es corresponsal de Televisa en Cuauhtémoc. Forma parte del proyecto

En Contexto, donde junto con dos colegas periodistas analizan la dinámica política del tercer municipio más importante del estado de Chihuahua. Además es reportero y conductor de noticieros en La Mejor 104.9 FM, de grupo MVS.

René se caracteriza por ir al lugar de los hechos, incluidos municipios donde se han dado enfrentamientos, sin importar si las cosas están “calientes”. Dice que en ocasiones es muy diferente cómo trasciende la información la autoridad estatal, a la realidad, por lo que es necesario cumplir la obligación de evitar especulaciones.

Su experiencia periodística lo ayuda a ser cauteloso. Es un hombre seguro de su profesión y su misión, y casi siempre es el que más pregunta en las ruedas de prensa, por lo regular expresando un argumento antes de lanzar el cuestionamiento, sea cómodo o no para su interlocutor.

En entrevista, señala que no por hablar bien de un gobierno y descalificar a otro, pero en el sexenio de César Duarte el obstáculo principal para cubrir hechos de violencia eran las propias autoridades, sobre todo los agentes de la entonces Policía Estatal Única, quienes no permitían tomar fotos ni estar a cierta distancia de los hechos. Sin embargo con el gobernador Javier Corral se ha dado una apertura y la explica de la siguiente manera:

“En este tiempo moderno, por decirlo de alguna forma, sí hay una apertura con las autoridades, obviamente midiendo la situación de seguridad, tu propia integridad, porque como decía la compañera periodista Edna Martínez ‘no dimensionamos la realidad de lo que está aconteciendo’.

Una experiencia que puedo contar es en la que un compañero y yo acudimos a Gómez Farías. Estuvimos ocho horas después de una agresión a policías donde fallecieron cuatro. Íbamos con cierto temor porque se nos decía por parte de la autoridad que corríamos riesgo por ser medios, y que los grupos criminales que se habían adjudicado la situación no querían que esto trascendiera, porque ellos querían tener su control de esa zona.

Nos armamos de valor, confiamos, fuimos al lugar y hubo el respeto por parte de la autoridad. No se dio ninguna situación, ni siquiera una amenaza telefónica en la que trataran de amedrentarte. Eso puede darte una tranquilidad de que se pueden hacer las cosas con sigilo obviamente. Uno tiene que visualizar el punto al que va y ver las dimensiones de lo mismo.

Hubo otro caso en el campo 101. Sin embargo, en el trayecto la Fiscalía nos dijo que no podíamos ir porque ni siquiera ellos podían llegar porque la situación era cruenta. Esta fue una recomendación válida. Después fuimos al lugar, cuando pasó el peligro”.

HECHOS VIOLENTOS COARTAN EL SEGUIR INVESTIGANDO

René Pérez Gutiérrez afirma que estos últimos dos o tres años sí ha habido una tranquilidad para hacer su trabajo, pero hasta ahí: cubrir la nota de lo que aconteció.

“Lo que sí no se ha podido hacer, y lo hemos tenido como testigos en la muerte de Miroslava Breach, es la investigación. Eso sí nos está coartando un tanto el seguir investigando del porqué las situaciones de violencia que se están generando en algunos puntos.

El periodismo de investigación en el ámbito de seguridad pública o de la nota policiaca, sí es muy difícil de ejercer aquí”.

Se le cuestionó si considera que hay hermetismo por parte de las áreas de comunicación social de las instituciones de seguridad y respondió que sí, tanto aquí como en importantes zonas como Ciudad Juárez, según le han informado colegas periodistas, sin embargo entiende que en ocasiones es así para no entorpecer las investigaciones.

REDES SOCIALES, ARMAS DE DOBLE FILO

No obstante, en estos tiempos modernos, ciudadanos de municipios de la zona occidente informan a los medios de comunicación vía redes sociales o mensajes, la ocurrencia de hechos violentos con detalles que es notorio que esconde la autoridad, para tiempo después confirmarlas, según expresa René Pérez Gutiérrez.

Subraya que hace cinco o seis años que las redes sociales no tenían el auge actual, los ciudadanos se enfocaban en los periodistas, en lo que informaban, “ahora es al revés: la gente te informa a ti, te comparte fotografías del lugar, datos en el momento. Redes sociales como Facebook pueden ser en ocasiones de mucho auxilio, pero es un arma de doble filo, porque se ha utilizado para difundir cosas negativas. Herramientas como WhatsApp han sido utilizadas por la misma delincuencia para utilizarte como vocero, para decirle a la sociedad que ellos tienen el poder y generar pánico”.

VIOLENCIA QUE SACA DE TODA LÓGICA

Edna Martínez es una de las voces más reconocidas de la radio en ciudad Cuauhtémoc y la región. Sin embargo, su trayectoria comenzó hace veinte años en los medios impresos y actualmente es Coordinadora de El Heraldo de Chihuahua en la zona noroeste del estado, cuya oficina está en esta ciudad. Además es titular del noticiero Monitor de Radio Universidad 105.7 FM, de la Alma Mater, la Universidad Autónoma de Chihuahua. Su experiencia abarca también la televisión y la prensa digital.

Sus notas van más allá del reporte policiaco, sin embargo, cada hecho para ella es difícil, pues “nunca va a ser fácil observar la desgracia ajena. Aunque sea una nota relevante, principal, no deja de ser un reflejo de la sociedad en que vivimos y de la que formamos parte como periodistas como padres, como hermanos, como hijos”.

Por la objetividad con la que se conduce y su seriedad como periodista, Edna fue invitada a ser Consejera del Fideicomiso para la Competitividad y Seguridad Ciudadana (Ficosec) Cuauhtémoc, con quien visitó hace unas semanas una escuela en la que un caso la cimbró.

“Hubo un hombre que fue ejecutado. Dejó un hijo de once años y una viuda. Una semana después del homicidio, el jovencito intentó suicidarse ahorcándose; no lo logró y lo llevaron al hospital. Tres días después la madre también intentó privarse de la vida. Todo esto en menos de un mes”, expuso.

Esto forma parte del ámbito policiaco que recrudece día con día, donde llegan a suceder casos así que “nos sacan de toda lógica, de todo sentido común”.

Edna recuerda que en los años 2000 o 2001 Cuauhtémoc era un lugar tranquilo. Los hechos más relevantes fueron una doble ejecución de unos jóvenes de preparatoria y el secuestro de un taxista, temas de los que se habló todo el año. Sin embargo, hoy como periodistas nos enfrentamos a jornadas de hasta tres ejecutados diarios, tan sólo en nuestra ciudad.

“Son casos que te reflejan lo que estamos viviendo y el grado de violencia. Cómo nos hemos ido acostumbrando cada vez a que haya más ejecuciones, balaceras, hechos que cubrir”, manifestó.

LA DELGADA LÍNEA ENTRE INFORMAR Y SER MENSAJERO DEL NARCO

Para Edna Martínez la fuente oficial siempre tendrá la meta de aparentar que los hechos violentos no son tan graves, por cuidado al aspecto político, pero reconoce que hay una apertura en cuanto a los datos que aporta principalmente la autoridad investigadora.

“Sin embargo yo creo que en nosotros impera la autocensura, hasta donde puedes llegar y convertir en el mensajero del narco. Sabemos que cuelgan mantas, sabemos lo que dicen, sabemos lo que están haciendo, pero no somos capaces de decirlo porque tenemos familias y por no abonar a este clima tan difícil”, dijo.

Finalmente, Edna menciona que a los periodistas siempre se nos ha dicho que “si alardeamos de ciertos temas, estamos fomentando una cultura de violencia”, pero “eso no significa que debemos callar. Lo adecuado es tratarlo. La fuente oficial es indispensable para abordar un tema policiaco. Si tienes un testimonio directo puedes abordarlo, pero tu fuente debe ser oficial porque de otra manera te conviertes en mensajero del crimen”.

ELEGIR ENTRE INFORMAR O PRESERVAR LA VIDA

Con casi 30 años de trayectoria en el periodismo, Celina Domínguez, inició en Xhepl 91.3 FM, la estación con más rating en Cuauhtémoc y la región, donde actualmente es reportera y conductora de noticieros, actividad que combina con su periódico digital celinadominguez.com.

Ha sido corresponsal de Televisa y de Radio Red, para quienes realizó cobertura estatal. Dado su profesionalismo, ha sido llamada para ocupar la titularidad de comunicación social en el PAN Estatal, el Instituto Estatal Electoral y la Administración Municipal de Cuauhtémoc 2016-2018.

En entrevista menciona que a los 17 años inició este noble oficio como lectora de noticias y jamás dimensionó que alguna vez su integridad o su vida podrían correr peligro.

Recuerda que lo más grave que ocurría en el ámbito policial era que la autoridad ocultaba cifras reales sobre robos o asaltos, que a la par no era frecuentes, aunado a uno que otro intoxicado. Como hecho trascendente recuerda el homicidio de Raúl Zea Córdova, que luego de un tiempo se supo que fue un crimen pasional y no por la labor social que él realizaba.

Sin embargo, asegura que del 2014 o 2015 a la fecha el panorama empezó a cambiar.

“Lo que vivimos es preocupante. Te lleva a poner en una balanza tu vida y tu labor de informar a la gente. Te preguntas si sacar la verdad a costa de tu vida o de un riesgo para algún integrante de tu familia”, expresó.

LA VIOLENCIA SÍ HA CAMBIADO LA FORMA DE EJERCER PERIODISMO

Celina Domínguez narra que como corresponsal de Televisa acudió a hacer unas imágenes de unos decapitados, que estaban completamente desnudos y semienterrados, cerca de la caseta de peaje Cuauhtémoc-Chihuahua, en una parada de autobuses.

Se le heló la sangre. Grabó y regresó a la oficina a editar. Al bajar las imágenes observó con claridad lo que había ocurrido. Fue escalofriante. Entonces reflexionó sobre lo que sucedía en la región, en el municipio.

“Yo creo que a partir de ahí los hechos violentos empezaron presentarse cada determinado tiempo”, menciona y viene a su mente otra experiencia donde le tiraron la cámara mientras grababa los pies de un hombre asesinado. Luego de recibir reclamos, insultos y amenazas, supo que la persona que la agredió era familiar del fallecido. Luego el hombre reflexionó, se disculpó con ella y pese a que Celina le dijo que no pasaría las imágenes, él le respondió que lo hiciera porque entendía su trabajo.

Fue un momento duro, donde se sintió vulnerable al límite.

“A veces la gente se pone sensible y nos agrede. La violencia sí ha cambiado la forma de ejercer el periodismo. Cuando formas parte de una televisora con rating te vuelves blanco de amenazas. Me he sentido vulnerable pero he sido cuidadosa y no, no llevo trabajo de investigación porque nos hacen polvo. No está ahorita la situación ni la región ni el municipio como para uno ser periodista de investigación de fondo, porque no es sólo la delincuencia organizada, hay otros aspectos que da temor mencionar. La cuestión política también lleva su riesgo”, concluyó.

Reportera en El Heraldo de Chihuahua
@maribelalba
@ObsNalCiudadano

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