Para el siguiente año brotarán propuestas de cualquier ocurrencia, al fin y al cabo eso de prometer se nos da muy bien, no empobrece pero sí emociona e ilusiona. Andrés Manuel López Obrador, por ejemplo, ha planteado amnistía para los criminales, que aunque puede causar prurito en muchas mentes, al final apuesta por el viejo status quo de la famosa pax narca, del México de políticos mafiosos que se beneficiaban del dinero sucio, dejaban operar a los cárteles y a cambio mantenían cierta estabilidad en la violencia de regiones que hoy son una franca zona de guerra… pero, eso sí, había cierta paz y eso vende.

Para el Frente que encabezará Ricardo Anaya, la bandera es clara: dinero para todos a través de la renta básica universal, cada mexicano, solo por ser mexicano, recibirá una lana de forma periódica, quizá mensual, quizá trimestral, quizá semestral, una lana que le garantizará, de menos, la supervivencia alimentaria.

¿Cómo le van a hacer para juntar, más menos, unos 400 mil millones de pesos al año?, la verdad es que no queda claro, es cierto que Finlandia y Países Bajos gozan parcialmente de ese beneficio para sus habitantes, pero, ¿cómo podemos compararnos?, máxime cuando más del 50% de la economía nacional se basa en negocios informales que ni reportan ingresos ni, mucho menos pagan un céntimo al fisco, con un nivel de productividad relativamente estancado desde hace treinta años y, lo peor, con una sociedad acostumbrada a recibir sin producir, herencia del paternalismo priísta de hace décadas… ¡imagínese el día que ya no alcance para pagar!

La respuesta de Anaya es aún esquiva, se basa, muy similar a la propuesta de Morena para la “transformación de México”, en la eliminación de lujos, sobresueldos y gastos frívolos de la alta burocracia, ¿ese ahorro sería suficiente para pagarle a los mexicanos, más menos, tres mil pesos al mes nomás porque sí?, habría que revisar a profundidad los números que prometen se presentarán en un evento donde destacados economistas expliquen por qué regalar dinero es financieramente viable.

Anaya se comprometió, ayer en MVS, a que antes de 2024 la propuesta estaría en marcha y reflejada en los bolsillos, ¿neta?, al menos, dice Roberto Gil Zuarth, necesitaría recaudar más de los 16 puntos del PIB que hoy se recaudan y gastarlo todo en el plan de la renta universal.

Lo que no se entiende tampoco es lo que sucederá con los programas sociales que, necesariamente, terminarán siendo eliminados, sería quizá exagerado pensar que a cambio de la renta universal tuviesen que eliminarse programas de derechos universales como la educación o la salud pública, pero, ya en serio, el dinero no crece en los árboles porque sí, algo tendrá que ser sacrificado… ¿concretamente que?

Lo más riesgoso de la propuesta de Anaya es si será o no creíble para el electorado, en una de esas podría terminar en una llamarada de petate por la que nadie realmente apueste y la imagen del candidato pase al populismo barato, tan típico en México.

Anaya es un tipo muy listo, aunque su Frente ha generado berrinches en sus opositores, hoy es un jugador más que competitivo y nada está escrito… todo se vale, hasta prometer dinero para todos.

DE COLOFÓN.— El Fiscal de Guerrero, Xavier Olea, ha sido visto departiendo alegremente en los mejores lugares de la Ciudad de México, no pasa nada, en Guerrero todo relax.

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