Quiero ser Jefe de Gobierno de tiempo completo porque a pesar de la degradación en los servicios públicos y de la calidad de vida en la Ciudad, con un diagnóstico que revela situaciones realmente graves, con base en muchos años de experiencia y de análisis sobre las acciones y proyectos que tenemos que llevar a cabo, estoy seguro de que todavía estamos a tiempo de rescatar y hacer de nuestra querida Ciudad, una “Ciudad Posible”.

Una ciudad segura y sin violencia, donde podamos caminar y convivir sin miedo a ser asaltados, extorsionados, secuestrados, violados o incluso asesinados sin ningún motivo. Donde tengamos plena confianza en la policía y renovemos totalmente los ministerios públicos; donde se sienta el apoyo y no el temor al presentar una denuncia.

Una ciudad limpia donde no solo se mantengan las calles libres de basura sino que podamos contar con un sistema de recolección moderno y una política de separación que realmente se haga eficaz para que reusemos y reciclemos la mayor parte de los desechos; que existan contenedores y centros de acopio dignos en espacios públicos y que no tengamos que pagar adicionalmente por un servicio que ya está considerado en nuestros impuestos.

Una ciudad ordenada, donde se respeten los usos del suelo, nuestros bosques y áreas verdes, con planes de desarrollo urbano con visión metropolitana y de largo plazo; donde podamos recuperar parques, jardines, deportivos y áreas públicas de esparcimiento que se han perdido. Una ciudad que cuide sus áreas naturales protegidas como el Ajusco, la Sierra del Tepeyac o el Desierto de los Leones, donde los capitalinos podamos disfrutar de la naturaleza con tranquilidad. Una ciudad que promueva la más alta tecnificación de sus zonas agrícolas como puede ser en Xochimilco, Tláhuac y Milpa Alta.

Una ciudad que cuente con un transporte digno, seguro y eficiente, basado en ejes troncales metropolitanos de Metro, trenes ligeros y trenes suburbanos; con sistemas de transporte público y concesionado en metrobuses y autobuses de alto desempeño ecológico; con paradas fijas en sitios seguros y dignos; con Centros de Transferencia Modal modernos; que recupere y modernice el Servicio de Transportes Eléctricos, renovando y aumentando al máximo la flotilla de trolebuses y también recuperando y construyendo líneas nuevas de tranvías.

Una ciudad donde no perdamos años de nuestra vida en movernos de la casa al trabajo, donde se proteja y respete verdaderamente al peatón, liberando las calles y las aceras de todo tipo de obstrucciones; donde no pueda aceptarse que las banquetas se ocupen con puestos fijos de comercio informal de ningún tipo; con señalización oportuna y moderna así como pasos peatonales y puentes que ofrezcan seguridad al peatón; con circuitos escolares, universitarios y comerciales para uso exclusivo de bicicletas. Una ciudad donde se respete el derecho a la libre manifestación, pero también el derecho al libre tránsito de las personas, no permitiendo bloqueos injustificados de calles y avenidas que solo generan contaminación, pérdidas cuantiosas a los transeúntes e irritación social.

Una ciudad que ofrezca agua potable de calidad las 24 horas del día a todos los habitantes, que modernice toda la red de distribución de agua potable y elimine fugas; que sectorice la red en células más compactas que permitan –cuando se presenten contingencias– afectar al menor número posible de familias; que todas las tomas de agua potable domiciliarias, comerciales e industriales cuenten con su medidor para que contribuyamos a mejorar el servicio. Una ciudad que dé tratamiento al 100% de las aguas negras generadas y reúse la mayor cantidad posible para riego agrícola, de parques, jardines y también para uso industrial. Una ciudad que cuente con nuevas fuentes de abastecimiento de agua potable y garantice la sustentabilidad del recurso los próximos 50 años; que recupere sus acuíferos; y que mantenga de forma eficiente los sistemas de drenaje y regulación para que ofrezcan máxima seguridad a la población cuando se presentan fuertes tormentas.

Una ciudad donde los impuestos realmente se vean reflejados en servicios de alta calidad para todos los ciudadanos, pero especialmente a quienes más lo necesitan; que proteja y mejore el bienestar de los ancianos, de las personas con capacidades diferentes y que apoye subsidiariamente a quienes no tienen trabajo.

Una ciudad incluyente donde se respete al que piensa diferente, pero también al que piensa como muchos. Una ciudad que reconcilie a sus habitantes para que no vivamos en constante confrontación. Una ciudad, no de tribus, sino de asociaciones y personas libres.

Tenemos la fortuna de vivir en una de las ciudades más increíbles e imponentes del mundo; con una importancia histórica, cultural y regional como pocas, con una magnitud como algunas, pero con una calidez humana como ninguna. Este capital se está perdiendo y no podemos quedarnos de brazos cruzados. Pareciera que los últimos gobiernos se han empeñado en destruir todo eso que hace a la Ciudad de México una ciudad inigualable.

Los mexicanos de la capital nos merecemos la mejor ciudad y para esto hoy se requieren cambios de fondo. Necesitamos de un gobierno completamente distinto, que vea de frente, que respete la libertad, que deje atrás la demagogia, la corrupción y el clientelismo electoral que tanto daño han provocado. El cambio depende de nosotros, se requiere una actitud diferente, positiva, con disposición total a salvar nuestro hogar y a rescatar nuestra querida Ciudad.

Quiero ser Jefe de Gobierno porque esta visión que ofrezco es posible.

www.ciudadposibledf.org

@JL_Luege

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