Ahora que se presentó la nueva camiseta de la Selección Mexicana de futbol —que de presentación no tiene mucho ya que hemos visto filtrado el diseño y peor aún, ya se encontraba en la piratería desde la Copa Confederaciones meses atrás—, podemos reflexionar en un tema que pasa desapercibido, pero que no deja de ser importante.

¿Qué sucede aquí? Como en la música o en la industria editorial, siempre el producto sale antes en la piratería. Esto refleja una clara complicidad de personas que se encuentran directamente relacionados con dicho producto.

Por supuesto que nos gustaría pensar que existen convenios de confidencialidad, los cuales no se han respetado ya que conocemos el diseño hace tiempo.

El modelo de esta camiseta, que me parece elegante y nos hace recordar a playeras como la del Necaxa de visitante de 1995 o la de Bayer Munich de la década de los 90, ha sido usado por la marca patrocinadora con anterioridad y será la vestimenta oficial de México en el Mundial Rusia 2018.

Es importante recalcar que se debe poner atención, por parte de las marcas, en evitar ese filtro de información ya que afectan a las estrategias de marketing y en cierto modo a la venta, ya que la piratería, que es un delito que no han querido controlar, hace su audaz aparición. Se necesitan importantes investigaciones para saber cómo se filtra esa información y terminar con este fenómeno que parece no tener control.

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